Fiesta+diversión=Gualeguaychú
Es sumamente complicado poder ponerse en el lugar de los miles y miles de jóvenes de diferentes puntos del país que llegaron a Gualeguaychú para disfrutar del feriado de Carnaval que termina hoy.
Desde la posición de vecino, hay que ver con ojos neutrales la enorme fiesta que vive la ciudad y entender este fenómeno mucho más allá de lo estrictamente turístico. Si bien Gualeguaychú está acostumbrada a recibir mucha gente en los fines de semana carnavaleros, lo visto en estos días supera la capacidad de asombro y en muchos casos motivó alguna sonrisa por lo disparatadas de algunas situaciones.
Las playas fueron copadas por chicos y chicas con ganas de divertirse. Muchos ni siquiera se metieron al río para sofocar el calor reinante, pero ninguno de los que pasó por las playas dejó de bailar y divertirse. El fernet y la cerveza fueron las “reinas” al momento de los brindis, cualquier envase fue válido para servirse un trago, incluida alguna mamadera gigante con una manguera a modo de bombilla, con que un grupo de cordobeses –quienes si no- desafiaron al calor.
En la Costanera directamente se cortó el tránsito vehicular y todos se movilizaron a pie. De una punta a la otra de la Costanera fueron miles y miles de personas que colmaron todos los lugares de comidas, los bares y pizzerías, que trabajaron a horario corrido desde el mismo viernes.
En la zona del Corsódromo el movimiento fue intenso el sábado y ayer, cuando se habilitaron las boleterías para las dos noches del Carnaval del País. El Carnaval convocó miles de personas en cada una de sus presentaciones y fue otro de los puntos de atracción de un fin de semana que nadie olvidará.
El clima de fiesta fue total. Si bien hubo algunas situaciones poco felices, no hubo que lamentar hechos desgraciados. En definitiva, Gualeguaychú demostró sobradamente que es la Capital del Carnaval.
Por Daniel Serorena
EL ARGENTINO
Las playas fueron copadas por chicos y chicas con ganas de divertirse. Muchos ni siquiera se metieron al río para sofocar el calor reinante, pero ninguno de los que pasó por las playas dejó de bailar y divertirse. El fernet y la cerveza fueron las “reinas” al momento de los brindis, cualquier envase fue válido para servirse un trago, incluida alguna mamadera gigante con una manguera a modo de bombilla, con que un grupo de cordobeses –quienes si no- desafiaron al calor.
En la Costanera directamente se cortó el tránsito vehicular y todos se movilizaron a pie. De una punta a la otra de la Costanera fueron miles y miles de personas que colmaron todos los lugares de comidas, los bares y pizzerías, que trabajaron a horario corrido desde el mismo viernes.
En la zona del Corsódromo el movimiento fue intenso el sábado y ayer, cuando se habilitaron las boleterías para las dos noches del Carnaval del País. El Carnaval convocó miles de personas en cada una de sus presentaciones y fue otro de los puntos de atracción de un fin de semana que nadie olvidará.
El clima de fiesta fue total. Si bien hubo algunas situaciones poco felices, no hubo que lamentar hechos desgraciados. En definitiva, Gualeguaychú demostró sobradamente que es la Capital del Carnaval.
Por Daniel Serorena
EL ARGENTINO
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