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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
Editorial

La alfabetización digital

La alfabetización digital

La alfabetización digital que se desarrolla a través del programa Conectar Igualdad tiene como objetivo reducir las brechas digitales, educativas y culturales entre grupos socioeconómicos y geográficos dispersos.


Por eso es una iniciativa que parte de la necesidad de la inclusión social y tiene alcance federal.
Básicamente, es la distribución de netbooks a alumnos y docentes de escuelas secundarias de gestión estatal, escuelas de educación especial e institutos superiores de formación docente en todo el país.
La Educación, además de favorecer la inclusión social, auspicia la igualdad de oportunidades a través del acceso democrático a la información, y con ella a la tecnología y al conocimiento. Se trata de un desafío, porque esa tecnología implica reconocer nuevos paradigmas de enseñanza y aprendizaje.
No se dirá nada nuevo si se afirma que es vital incorporar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación al ámbito de la educación formal. Además, el apropiarse de esta tecnología implica una mayor posibilidad para el desarrollo individual, familiar y social de una persona.
A la hora de la evaluación, se detectó que es importante aceitar el proceso de distribución de las netbooks a la comunidad escolar y que falta mayor capacitación en los docentes para aprovechar mejor esta herramienta en la trayectoria escolar del alumno, entre otras dificultades técnicas y pedagógicas. Nada que sea imposible de corregir o mejorar.
Una primera lectura permite afirmar que la experiencia del Programa Conectar es muy auspiciosa por varios aspectos, además de los ya señalados como la inclusión social y la propia alfabetización digital. Por ejemplo, en muchas provincias se ha registrado un crecimiento del parque de computadoras y la conectividad ha aumentado en muchas localidades. Ello implica un mejor acceso a la información.
La mayoría de los docentes y directivos reconocen que la experiencia es muy valiosa, porque permite incorporar herramientas y medios al proceso de enseñanza y aprendizaje. Por su parte, los alumnos también han valorado de manera positiva al Programa Conectar; e incluso los empresarios del sector han reconocido que se ha mejorado la capacidad industrial y tecnológica nacional.
No es casual que simultáneamente a esta experiencia aparezcan mayores posibilidades que, por definición, implica superar nuevos desafíos. Después de todo, la propia educación es ir de etapa en etapa en el concepto de que se trata de una formación que es permanente y que nunca tiene límite.
La brecha sigue siendo enorme. El propio ministro de Educación de la provincia, José Eduardo Lauritto, la sintetiza del siguiente modo: “Tenemos escuelas diseñadas en el paradigma del siglo XIX, con docentes formados en el siglo XX y alumnos que demandan conocimientos y saberes del siglo XXI”. Y este es el desafío, aunque lamentablemente poco se hable y menos se debata sobre el mismo.
Alguna vez se debería comenzar a plantear estos temas de manera más prioritaria en una agenda pública, justamente para que la Educación tenga destino ciudadano dentro del Estado de Derecho.



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