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Diario El Argentinomartes 19 de marzo de 2024
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Mujeres que hacen cosas...

Con un cuento animado logra que los chicos aprendan buenos hábitos

Con un cuento animado logra que los chicos aprendan buenos hábitos

Eligió la odontología por profesión, que hoy la ejerce compatibilizando el tiempo que le dedica con el de la maternidad y el teatro, porque a Andrea Frutos le gusta jugar a ser actriz, como dijo.


Con el grupo de teatro Ilusiones, que integra desde hace nueve años, acaba de ofrecer presentaciones a beneficio de distintas instituciones. Lo que se dice, teatro solidario.
Pero llegamos a ella porque en un punto, unió su profesión con el conocimiento de las situaciones familiares que se dan cuando hay que enseñar a establecer hábitos como la higiene bucal y el teatro como herramienta para este mensaje.
Muchos recordarán cuando para el día del odontólogo del año pasado, el equipo de salud del Centro de salud Juan Baggio presentó en el Teatro Gualeguaychú un cuento animado para chicos.
Andrea tuvo mucha responsabilidad en esta iniciativa, sobre la que contó “desde que me recibí, doy charlas en las escuelas cuando me llaman. Hace unos años, una conocida empresa de productos para la salud bucal distribuyó un video con la historia del Dr. Muelitas. Nosotros íbamos a las escuelas, lo proyectábamos y charlábamos acerca de lo que habíamos visto. Pero comenzamos a ver que los chicos se distraían de la historia porque son hiperactivos y esto nos obligaba a cortar la proyección para interactuar, lo que hacía que cada presentación se estirara bastante. Pensamos entonces en armar algo diferente y lo que hicimos se vio en el Teatro Gualeguaychú”.
Para llegar al cuento animado hubo una suma de propuestas, que comenzó con el permiso otorgado por la empresa para utilizar la historia y sus personajes así como los elementos que cada integrante del equipo fue aportando, tan valiosos como la propia participación.
“Y como les daba temor estar sobre el escenario, se decidió grabar las voces y hacer las mímicas”, agregó nuestra entrevistada.
“Así empezamos en las escuelas y veíamos a los chicos que se copaban con el cuento, estimulando al equipo de los “buenos” -el Dr. Muelitas y sus amigos- que terminan venciendo a los “malos”, la Bruja Plácula y los monstruos-bacterias. Y de las escuelas lo llevamos al Teatro Gualeguaychú el 3 de octubre, como una actividad especial por el día del Odontólogo”, agregó, lamentando no haber podido realizar más presentaciones, de manera de llegar a más chicos.
Esta cuestión quedará solucionada ahora, porque luego de varias charlas en los establecimientos educativos, volverán a la sala mayor antes de las vacaciones de invierno.
“Cuando disponemos de cepillos y pastas dentales las distribuimos y si no contamos con esto, repartimos dibujos que los chicos deben pintar en casa, lo que facilita que se hable en familia sobre la alimentación cotidiana y los hábitos de higiene. Esto es interesante porque después el tema se trabaja en clase, con los docentes”, afirmó.
Esta es una manera original de llamar la atención acerca del lavado de la boca porque en adelante, el cuento será un aliado cuando en casa comiencen los pataleos a la hora de lavarse los dientes. Con un “acordate del cuento”, la cosa quedará zanjada porque como dijo Andrea “cuando les pedimos a los chicos que dibujen lo que más les quedó del cuento ellos pintan a los monstruos -bacterias, la bruja Plácula, el Hada de los dientes y el conejo, el Dr. Muelitas”.
Y para quienes puedan creer que se trata de una serie de prohibiciones, nuestra interlocutora dijo “no decimos para nada que no deben comer golosinas. Sí les pedimos que se amiguen con el cepillo”.
Viendo cómo disfrutaba mientras contaba de la obra y la repercusión en su público, EL ARGENTINO preguntó por qué quiso hacer esto y Andrea dijo “creo que a muchos nos pasó que nuestros padres nos indicaban qué hacer y nosotros hacíamos todo lo contrario, porque lo prohibido gusta más. Incluso en el consultorio escucho a las mamás pedirme que rete al chiquito porque no quiere lavarse la boca. Yo la escucho, pero trato de llegar a mi paciente desde otro lugar: dejándole tocar el instrumental, contándole para qué se usa, de manera que todo se vuelve natural. Y haciendo la docencia como un juego, es más fácil ganarse la atención de los chicos para que quieran cuidarse”.
Le gusta lo que hace como profesional y disfruta llevando la prevención al terreno del teatro.
De manera que puede pensarse que con el equipo de hospitalito deben estar trabajando en ésta y otras propuestas educativas para el cuidado de la salud.
Que no tienen por qué ser aburridas, como ha quedado claro.



Silvina Esnaola




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