Crece el reclamo por el mal estado de la Ruta Provincial 51
Vecinos de la RP 51, que une las localidades de Larroque y Urdinarrain, reclaman al gobierno “de manera urgente” que priorice a la reparación y asfaltado de la vía, “en condiciones desastrosas por las últimas lluvias”, confirmó Gabriela Marchesini, vecina de Colonia Stauber.
Además, los vecinos avanzan en la presentación de una demanda contra el Estado, por abandono de la zona y de las personas que viven en el lugar.
Gabriela Marchesini es madre de cinco chicos que sufren las consecuencias del estado de abandono de la RP 51, y reclamó al gobierno, al jefe de la Zonal Gualeguaychú, Roberto Vilches, y a los funcionarios involucrados en el tema, “que hagan lo que deben hacer, dejen de lado un rato la política, y se ocupen de los ciudadanos reparando esta ruta como corresponde”, sostuvo en declaraciones publicadas por la agencia periodística Aim.
Marchesini recordó que la Ruta 51 une Larroque con Urdinarrain, y señaló que son 43 kilómetros que atraviesan “cantidad de pueblitos que se fundaron con el ferrocarril, luego desarticulado por el neoliberalismo, en la época que Carlos Menem fue presidente de la Nación”.
Además, explicó que en la gestión de gobierno de Sergio Montiel, “se hizo ripio, pero con el tiempo, al no haber mantenimiento, los trabajos se fueron deteriorando. Después, ya en 2011, el gobernador, Sergio Urribarri, inauguró un comienzo de obra, y en 2012 llamó a licitación para el asfaltado de trece kilómetros, pero resulta que están paradas las máquinas de las empresas Hornus y Pitón, sin hacer nada”.
“Lo triste es que el gobierno prioriza el asfaltado del Autódromo o el Indio Solari, en vez de atender los reclamos de los ciudadanos que pagamos los impuestos”, se quejó.
La ciudadana contó que la situación se agravó con la última lluvia, ya que “los productores deben sacar la cosecha y los caminos están reventados. No se puede dejar de sacar la producción, pero al llevar peso se hunde el camino y en muchos casos, los autos deben ir muy despacio por los huellones”, describió
Reclamos desde la Legislatura
El diputado provincial, Antonio Julián Rubio (UCR), reclamó al gobierno provincial un aceleramiento en los plazos de asfaltado de la Ruta 51, al considerar que “es preocupantemente lento el ritmo de obra del tramo que se encuentra en ejecución entre Urdinarrain y Faustino Parera de tan solo catorce kilómetros”.
Rubio precisó al respecto: “De acuerdo al proyecto original, se fijó un plazo de dos años para esta primera parte y es llamativo que a esta altura de 2014 y según lo que hemos venido verificando, la obra viene considerablemente lenta, de allí que es lógico preguntarse que podrá pasar con los otros 30 kilómetros que restan para unir Parera con Larroque”.
El legislador radical reconoció enseguida “los inconvenientes y trastornos que se puedan haber originado ante la gran cantidad de lluvia caída en los últimos meses”, pero consideró que esa situación “es utilizada por el gobierno para tapar las verdaderas razones de la demora en la realización de los trabajos, y que radican fundamentalmente en recortes presupuestarios que atentan puntualmente contra el normal desarrollo de la obra”.
El dato. El tema es recurrente desde hace años y cada vez que llueve la situación se agrava y la población rural de la zona queda aislada, con el peligro que implica trasladarse por el camino destruido. Una de las alternativas que manejan “es demandar al Estado y sus funcionarios, por lo que consideran abandono de la zona y sus habitantes”.
Gabriela Marchesini es madre de cinco chicos que sufren las consecuencias del estado de abandono de la RP 51, y reclamó al gobierno, al jefe de la Zonal Gualeguaychú, Roberto Vilches, y a los funcionarios involucrados en el tema, “que hagan lo que deben hacer, dejen de lado un rato la política, y se ocupen de los ciudadanos reparando esta ruta como corresponde”, sostuvo en declaraciones publicadas por la agencia periodística Aim.
Marchesini recordó que la Ruta 51 une Larroque con Urdinarrain, y señaló que son 43 kilómetros que atraviesan “cantidad de pueblitos que se fundaron con el ferrocarril, luego desarticulado por el neoliberalismo, en la época que Carlos Menem fue presidente de la Nación”.
Además, explicó que en la gestión de gobierno de Sergio Montiel, “se hizo ripio, pero con el tiempo, al no haber mantenimiento, los trabajos se fueron deteriorando. Después, ya en 2011, el gobernador, Sergio Urribarri, inauguró un comienzo de obra, y en 2012 llamó a licitación para el asfaltado de trece kilómetros, pero resulta que están paradas las máquinas de las empresas Hornus y Pitón, sin hacer nada”.
“Lo triste es que el gobierno prioriza el asfaltado del Autódromo o el Indio Solari, en vez de atender los reclamos de los ciudadanos que pagamos los impuestos”, se quejó.
La ciudadana contó que la situación se agravó con la última lluvia, ya que “los productores deben sacar la cosecha y los caminos están reventados. No se puede dejar de sacar la producción, pero al llevar peso se hunde el camino y en muchos casos, los autos deben ir muy despacio por los huellones”, describió
Reclamos desde la Legislatura
El diputado provincial, Antonio Julián Rubio (UCR), reclamó al gobierno provincial un aceleramiento en los plazos de asfaltado de la Ruta 51, al considerar que “es preocupantemente lento el ritmo de obra del tramo que se encuentra en ejecución entre Urdinarrain y Faustino Parera de tan solo catorce kilómetros”.
Rubio precisó al respecto: “De acuerdo al proyecto original, se fijó un plazo de dos años para esta primera parte y es llamativo que a esta altura de 2014 y según lo que hemos venido verificando, la obra viene considerablemente lenta, de allí que es lógico preguntarse que podrá pasar con los otros 30 kilómetros que restan para unir Parera con Larroque”.
El legislador radical reconoció enseguida “los inconvenientes y trastornos que se puedan haber originado ante la gran cantidad de lluvia caída en los últimos meses”, pero consideró que esa situación “es utilizada por el gobierno para tapar las verdaderas razones de la demora en la realización de los trabajos, y que radican fundamentalmente en recortes presupuestarios que atentan puntualmente contra el normal desarrollo de la obra”.
El dato. El tema es recurrente desde hace años y cada vez que llueve la situación se agrava y la población rural de la zona queda aislada, con el peligro que implica trasladarse por el camino destruido. Una de las alternativas que manejan “es demandar al Estado y sus funcionarios, por lo que consideran abandono de la zona y sus habitantes”.
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