Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinojueves 25 de abril de 2024
Editorial

Día mundial contra el trabajo infantil

Día mundial contra el trabajo infantil

La protección a la infancia es una necesidad permanente. Se trata de una protección que permite a elementales –pero vitales- accesos como a la educación, la salud y la nutrición.


Esta protección es fundamental en la lucha contra el trabajo infantil, que es un flagelo que ofende la propia condición humana.
Este año, el Día Mundial contra el trabajo infantil (que se conmemora hoy) centra la atención pública en el papel de la protección social para mantener a los niños alejados del trabajo infantil o retirarlos del mismo.
Para este año se han exhortado algunas prioridades como el adoptar “medidas que permitan introducir, mejorar y ampliar la protección social, en consonancia con la Recomendación 202 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”, pero también que los “sistemas nacionales de seguridad social tengan en cuenta las necesidades de los niños y ayuden a luchar contra el trabajo infantil”.
El último informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA) pone luz sobre varias cuestiones que deberían llamar más la atención a las autoridades de turno. Si bien admite ese trabajo que disminuyó el porcentaje de dedicación a tareas domésticas por parte de los menores, advierte un dato preocupante: el trabajo infantil llegó al 14,9 por ciento en el país durante el año pasado.
Se trata de un universo de niños y adolescentes cuyas edades oscilan entre los 5 y 17 años en zonas urbanas.
La UCA aclaró que la disminución del trabajo infantil también fue mayor entre los niños de entre 5 y 13 años que entre los adolescentes de 14 a 17 años. Pero pone el acento que en el “porcentaje promedio el trabajo infantil no presenta diferencias significativas entre los varones y mujeres en 2013: 15,4 por ciento y 14,4 por ciento, respectivamente”.
Otro dato interesante del trabajo estadístico de la UCA, es que esa casa de altos estudios pudo constatar que “la caída del trabajo infantil estadísticamente significativa se registró a nivel de la infancia y adolescencia del conurbano bonaerense” y que “la propensión al trabajo infantil es mayor en el interior del país que en el conurbano, pero se reduce a la mitad en Ciudad de Buenos Aires”.
Al referirse puntualmente a las tareas económicas de mercado, el estudio reportó que uno de cada diez niños y adolescentes en ese rango de edades realizó ese tipo de actividad en 2013 y que la propensión a esa forma de trabajo cayó 1,9 puntos porcentuales respecto de 2010. En este sentido, indicó que casi dos de cada diez adolescentes trabajaban en 2013 en la “Argentina urbana” en actividades del mercado y que de estos el 12 por ciento eran varones y 8,9 por ciento mujeres.
Como alerta a tener en cuenta, se advierte que seis de cada diez chicos/as entre 5 y 17 años en la Argentina urbana no suele realizar actividades físicas o deportivas extra-escolares. Que ocho de cada diez chicos/as entre 5 y 17 años no suele realizar actividades artísticas o culturales extra-escolares y que siete de cada diez chicos/as escolarizados no participa de encuentros deportivos en el espacio escolar. Además, que cinco de cada diez chicos/as escolarizados no suele realizar salidas de campo o extensión en el espacio escolar (salidas a museos, espectáculos, edificios históricos, entre otros).
La erradicación del trabajo infantil es una tarea y una responsabilidad colectiva. Pero es el Estado quien tiene que asumir la mayor responsabilidad, ofreciendo instrumentos reales para que los derechos de los niños no sean afectados por las mezquindades de los adultos.


Este contenido no está abierto a comentarios