Hogares con pantallas y con escasos vínculos

Hay cuestiones que no son tenidas en cuenta por las familias en la cotidianeidad, pero que si nos detenemos a pensarlas… hablan de tendencias, estilos de vida y prácticas que van cambiando con un ritmo vertiginoso. Muchas veces, y llevadas al extremo, también hablan de valores, lazos y relaciones sociales que van mutando… tal vez no para la dirección que querríamos.
Y si los lectores hacen el ejercicio, seguramente el resultado los sorprenderá.
En muchos hogares actuales hay más pantallas que libros o diarios en la biblioteca, incluso hay más pantallas que la cantidad de personas que habitan esa casa.
En muchas viviendas hay un televisor en el living, uno en la cocina o comedor, y uno por cada habitación, también hay televisiones en los quinchos, lugares en los que antes estaban ausentes ya que eran espacio de sociabilización por excelencia.
A esto hay que sumar los aparatos celulares, que en general tiene cada miembro de la familia. También las tablets y computadoras, entre otros dispositivos. Y hay que agregar que los celulares y computadoras suelen tener acceso a internet.
Y esta es una tendencia que se viene dando en los últimos años, donde se ha registrado un incremento de la cantidad de pantallas, computadoras y celulares por familia; y donde los niños acceden a estas tecnologías a menor edad.
Y esto sin duda afecta los vínculos familiares. Muchas veces cada uno está en “la suya”, navegando, comunicándose con amigos… tal es así que hasta en los almuerzos y cenas, los celulares suelen estar ubicados junto al plato de cada uno.
Sin duda que se avanza a un ritmo muy acelerado y por eso hace falta volver cada tanto la mirada un poco para atrás, cuando estas cosas eran secundarias, para poder fortalecer los lazos interpersonales. De lo contrario seremos generaciones multimedia que no sabremos cómo relacionarnos con los demás cuando los tenemos frente a nosotros.