Preocupa el mal estado del suelo en la zona del puerto

En una recorrida por el lugar, EL ARGENTINO pudo conversar con vecinos y pescadores, los que dieron su opinión variando respecto de la gravedad del hecho, pero coincidiendo todos en que debe procederse a la inmediata reparación.
“¡Qué suerte que vinieron!”, dijo una vecina de la zona del puerto, agregando “lo que está contra el río está firme, en tanto la parte por la que corren las vías es la que se está hundiendo”.
“¿Cuándo empezaron a darse cuenta de que esto estaba ocurriendo?, preguntó EL ARGENTINO y la respuesta fue “hace unos meses. Dimos aviso, vinieron, pusieron arena, llovió y la arena se escurrió”, sintetizó.
A esto agregó que un hombre que suele pescar en el lugar, dijo haber visto desde el río cómo la acción del agua ha socavado la base y estimó necesario hacer un trabajo de escollera, con piedras o bloques de cemento u hormigón puestos formando un dique de defensa, en nuestro caso, de la acción del agua en cada creciente.
Esta vecina comentó además que su sorpresa se debe a que hace treinta años vive allí y nunca ocurrió algo así.
Siguiendo su testimonio, contó que los efectivos de la sub Prefectura que realizan rondas en el lugar, dieron el aviso y colocaron las cintas de seguridad, “para prevenir a la gente, porque ya ocurrió que un auto se quedó estancado”.
“Esto está hueco, no se desmorona gracias a los pilares que tiene”, dijo un pescador, afirmando cuando EL ARGNTINO preguntó ¿cómo lo sabe?, “hay que ver cuando uno engancha un pescado, cómo dispara hacia adentro, abajo de donde estamos” e invitando a esperar que el río baje y a bordo de una canoa, constatar sus dichos.
“El río va horadando; esto está asentado en una empalizada, porque era un sector para amarre. Pero hay un contrapiso de cemento y sobre él, el pavimento y los adoquines. No se hace un hoyo porque está el contrapiso”, agregó, acompañando la recorrida.
“Una vez se cayó un auto acá porque el conductor no vio el pozo y tuvimos que sacarlo entre todos”, agregó, marcando con su mano el lugar, parte del adoquinado frente a los galpones del puerto.
“La base está bien hecha, el problema es que no lo mantienen”, agregó, quitando dramatismo a la situación, aunque no seriedad al planteo vecinal.
Se sabe que han acudido a los medios de comunicación de Gualeguaychú, en la idea de que su preocupación se termine con la llegada de una cuadrilla municipal o de personal especializado cuando se acerca el tiempo del paseo junto al río.
En cuanto a su actividad, los pescadores coincidieron en que van allí casi todos los días, disfrutando su tiempo de jubilados.
Y como en el momento en que decían esto, algo saltó del agua, preguntamos qué podía ser, escuchando “un moncholo o un dorado”.
Como es de esperar, la pregunta inmediata fue acerca de las afirmaciones respecto de la contaminación del agua, a lo que respondieron “nosotros comemos lo que pescamos y nunca nos ha pasado nada”, para seguir en disquisiciones acerca de las posibles causas de la contaminación.
Al finalizar, invitaron a concurrir al lugar por la tarde, aclarando que para la pesca no hay horario y que es ese momento del día donde más gente se instala allí a descansar, a disfrutar y, de contar con la suerte a favor, hacerse de algún ejemplar.