El Hogar Granja “Emanuel” no cuenta con agua potable
La Granja “Emanuel” es el hogar de unos treinta internos. Ubicada a unos 800 metros del Cementerio enfrenta hoy una nueva dificultad ya que el agua que poseen no es apta para el consumo, lo que dificulta el funcionamiento diario del lugar. Dos veces al día deben buscar agua en la ciudad.
El Hogar Granja “Emanuel”, perteneciente a la Asociación Emanuel “Dios con el discapacitado”, esta ubicado en calle Alféres Sobral detrás del Cementerio Norte y alberga a unos 30 internos cuyas edades van desde los 21 años a adultos mayores.
Se trata de personas que padecen diversas patologías neurológicas y discapacidades intelectuales.
Tal como lo explicaron desde la Granja, “enfrentamos hoy un grave problema al no contar con agua potable”.
Es que es difícil pensar en un hogar sin agua potable, ya que no sólo se trata del agua que se bebe, sino también de la que se usa para lavar alimentos, e incluso si está contaminada tampoco sirve para limpiar ni para el aseo personal.
Y si trasladamos esta situación, a un Hogar en el que viven más de treinta personas la cuestión se pone más difícil, sobre todo teniendo en cuenta que muchas veces los internos no comprenden la gravedad de la situación e igualmente beben el agua de las canillas, aunque se tenga la precaución de precintarlas o anularlas, con el riesgo que eso implica para su salud.
“Desde hace ya varios meses que dan mal los análisis realizados en Obras Sanitarias y también los que hicimos en un laboratorio privado. Al parecer las napas de toda la zona están contaminadas con los pozos ciegos existentes”, indicaron desde la institución.
“Es agua no apta para consumo humano”, aclaró Sergio quien es el celador del lugar y el encargado de realizar los viajes diarios a la ciudad, desde hace tres meses para conseguir el agua potable.
“Tenemos un pozo con un clorinador de agua, pero es un artefacto muy frágil que muchas veces no funciona de la manera correcta”, explicó.
“El tema es que todos los pozos de la zona están igual. Aquí enfrente hay una escuela donde también les pasa lo mismo”, aseguró.
Soluciones
Integrantes de la comisión directiva del Hogar Emanuel plantearon la dificultad en la Municipalidad, donde quedaron en transmitir la situación al intendente Juan José Bahillo.
“La solución provisoria es constantemente buscar agua en la ciudad, algo se compra y otra se saca de casas particulares, llenando los bidones. Pero son cerca de 20 bidones de mañana y otros veinte por la tarde que hay que traer”, destacaron desde el lugar.
“Es que el agua, tal y como sale del pozo no sirve ni siquiera para bañarse o limpiar, solo si está clorada pueden usarla para el aseo. Pero la cuestión en el hogar se complica más porque los chicos no lo entienden y a veces usan igual el agua de las canillas, con el peligro que eso implica. Ellos viven todo el día acá y son treinta”, recalcó el celador.
Una de las soluciones posibles es realizar un nuevo pozo de mayor profundidad, pero la realidad del Hogar Granja Emanuel hoy no permite una obra de esas características.
Y la solución definitiva sería que se extendiera la red de agua potable y cloacas desde el Cementerio hasta el lugar –unos 800 metros-, ya que con esto además se resolvería el problema de los pozos ciegos que no dejan de ser una fuente de contaminación.
Se trata de personas que padecen diversas patologías neurológicas y discapacidades intelectuales.
Tal como lo explicaron desde la Granja, “enfrentamos hoy un grave problema al no contar con agua potable”.
Es que es difícil pensar en un hogar sin agua potable, ya que no sólo se trata del agua que se bebe, sino también de la que se usa para lavar alimentos, e incluso si está contaminada tampoco sirve para limpiar ni para el aseo personal.
Y si trasladamos esta situación, a un Hogar en el que viven más de treinta personas la cuestión se pone más difícil, sobre todo teniendo en cuenta que muchas veces los internos no comprenden la gravedad de la situación e igualmente beben el agua de las canillas, aunque se tenga la precaución de precintarlas o anularlas, con el riesgo que eso implica para su salud.
“Desde hace ya varios meses que dan mal los análisis realizados en Obras Sanitarias y también los que hicimos en un laboratorio privado. Al parecer las napas de toda la zona están contaminadas con los pozos ciegos existentes”, indicaron desde la institución.
“Es agua no apta para consumo humano”, aclaró Sergio quien es el celador del lugar y el encargado de realizar los viajes diarios a la ciudad, desde hace tres meses para conseguir el agua potable.
“Tenemos un pozo con un clorinador de agua, pero es un artefacto muy frágil que muchas veces no funciona de la manera correcta”, explicó.
“El tema es que todos los pozos de la zona están igual. Aquí enfrente hay una escuela donde también les pasa lo mismo”, aseguró.
Soluciones
Integrantes de la comisión directiva del Hogar Emanuel plantearon la dificultad en la Municipalidad, donde quedaron en transmitir la situación al intendente Juan José Bahillo.
“La solución provisoria es constantemente buscar agua en la ciudad, algo se compra y otra se saca de casas particulares, llenando los bidones. Pero son cerca de 20 bidones de mañana y otros veinte por la tarde que hay que traer”, destacaron desde el lugar.
“Es que el agua, tal y como sale del pozo no sirve ni siquiera para bañarse o limpiar, solo si está clorada pueden usarla para el aseo. Pero la cuestión en el hogar se complica más porque los chicos no lo entienden y a veces usan igual el agua de las canillas, con el peligro que eso implica. Ellos viven todo el día acá y son treinta”, recalcó el celador.
Una de las soluciones posibles es realizar un nuevo pozo de mayor profundidad, pero la realidad del Hogar Granja Emanuel hoy no permite una obra de esas características.
Y la solución definitiva sería que se extendiera la red de agua potable y cloacas desde el Cementerio hasta el lugar –unos 800 metros-, ya que con esto además se resolvería el problema de los pozos ciegos que no dejan de ser una fuente de contaminación.
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