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El primer satélite argentino cumplió 24 años en órbita y aún funciona

El primer satélite argentino cumplió 24 años en órbita y aún funciona

La historia de los satélites argentinos no comenzó el 16 de octubre pasado, con el lanzamiento del ArSat-1.


Se habló mucho de “primer satélite” y lo es en su tipo: geoestacionario. Pero hace 24 años fue lanzado, en el mismo lugar, el LU Sat I, ese sí el primer satélite argentino, un proyecto de radioaficionados del que participó el ingeniero José Machao trabajando en Boulder, Colorado.
Con él conversó EL ARGENTINO, para compartir recuerdos y explicaciones que vienen muy bien por estas horas.
Para comenzar: el AsrSat servirá para brindar servicios de telefonía, televisión e Internet a todo el territorio nacional, Chile, Uruguay y Paraguay, incluyendo zonas rurales.
El LU Sat 1(se pronuncia ele u sat) fue lanzado en enero de 1990 y tuvo por misión proveer comunicaciones en packet a todos los radioaficionados del país y del mundo.
Coinciden los dos satélites en haber sido puestos en órbita valiéndose de un cohete Ariane y haber sido lanzados desde la Guayana Francesa.
“El satélite funcionó más de lo previsto y luego empezó a tener problemas, a causa del desgaste propio que generan las condiciones en que está”, dijo Machao a EL ARGENTINO, refiriéndose al LU Sat y agregando “pero hace poco, nos dio la sorpresa de que una parte ya fuera de servicio volvió a transmitir, porque algunos radioaficionados del mundo comenzaron a informar de esto. Parece que lo que en un momento se puso en cortocircuito se abrió y volvió a tener energía, pero lo que escucha es algo muy limitado, aunque se asocia a que es uno de los transmisores que volvió a funcionar”.
¿Cómo llegaste a ser parte de aquel equipo? preguntamos y Machao compartió “ese proyecto comenzó con una idea de AMSAT NA (por North America) de poner una serie de micro satélites, llevados a modo de lastre y aprovechando el lanzamiento, que terminaba saliendo casi gratis”.
“Diseñaron un anillo que se ubicó en la parte superior del cohete donde se podrían poner varios de estos micro sat, se contactaron con la agencia espacial europea, con la empresa que lanzó el ArSat I que por entonces, lanzaba el Arianne 4, buscaron interesados en varios países, entre ellos Argentina, para trabajar como voluntarios durante cuatro meses. Me presenté y me eligieron.
“El LU Sat era una caja de veinte por veinte y pesaba cerca de diez kilos; su función era transmitir señales en la banda de radioaficionados para permitirles estar interconectados desde distintos lugares del mundo.
Fue cuando comenzaba funcionar Internet y se usaban los BBS (Bulletin Board System), versión precaria y original de los e-mails, porque la red no era masiva como hoy”.
“El satélite almacenaba el mensaje y tenía el máximo de memoria compacta que por entonces se podía lograr: diez megabytes, cuando hoy cualquier computadora tiene cuatro millones de millones de memoria física. Aquello era poco, pero lo disponible”.
Teniendo sobre sí el haber integrado el grupo de precursores, le preguntamos qué sintió cuando lanzaron el ArSat, y Machao dijo “es un hecho histórico, porque Argentina podía perder las dos posiciones orbitales por no poner satélites en esos lugares”.
(N. de la R.: la Unión Internacional de Telecomunicaciones había asignado a la Argentina dos posiciones orbitales para colocar satélites geoestacionarios: la posición 71,8° y la posición 81°. El País estaba ocupando la posición 71,8° con un satélite alquilado. El satélite ArSat-1 ocupará esa posición y brindará en forma exclusiva las telecomunicaciones en el país y el satélite alquilado se desactivará. La otra posición orbital asignada a la Argentina está ocupada con otros dos satélites alquilados que a futuro serán reemplazados por otros. Se anunció que el año próximo se lanzará el ArSat-2 y más adelante el ArSat-
“Argentina los había puesto, pero eran alquilados y perder hoy una posición orbital es complicado, porque son posiciones muy buscadas. Esto viene a asegurarnos que el país mantendrá estas posiciones satelitales. Y desde lo tecnológico -continuó- porque se pudo armar el satélite en Argentina”.
También fue un suceso en su momento lograr poner en órbita al Lusat que, a pesar de que sus baterías operan a una fracción del poder inicial, aún funciona.


Silvina Esnaola
EL ARGENTINO



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