Hilda Molina brindará su conferencia “Un testimonio de vida y de libertad”
Hilda Molina llega a Gualeguaychú para ofrecer su testimonio en dos ocasiones y lugares diferentes: esta noche, a las 20,30, lo hará en el Centro de Defensa Comercial y mañana, en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, a las 17,30.
La iniciativa surgió de un grupo de vecinos interesados en escucharla y en posibilitarle a la comunidad hacerlo. En nombre de ellos, Alejandro Gahan agradeció al Centro de Defensa Comercial, que apoya la presentación de Hilda Molina y a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima. “Hilda da su testimonio de vida”, afirmó al invitar a escucharla.
Molina publicó su libro “Mi verdad. De la revolución cubana al desencanto: la historia de una luchadora”, en el que cuenta desde cuando el 1º de enero de 1959 escuchó por radio la proclama de Castro desde el balcón del ayuntamiento de Santiago de Cuba, apenas huido el dictador Fulgencio Batista, hasta su presente, incluyendo su profunda crisis ideológico-espiritual y convertirse en una perseguida política.
Fue la fundadora del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) y diputada en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En 1994 presentó su renuncia a todos sus cargos, al frente de CIREN, a su banca en la Asamblea Nacional y la militancia en el Partido Comunista de Cuba por desencanto con el gobierno y en protesta ante la política oficial, considerándola dirigida a dolarizar la institución médica creada por ella y dar trato preferencial a clientes extranjeros.
Desde entonces, solicitó repetidamente a las autoridades cubanas permiso para viajar a Argentina, donde radica su hijo Roberto Quiñones, también neurocirujano.
Entre otras figuras, el presidente Néstor Kirchner intercedió personalmente pidiendo por su viaje a nuestro país.
El 12 de junio de 2009 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que el gobierno cubano había autorizado el viaje por un tiempo máximo de treinta días y finalmente, el 14 de junio, Hilda Molina llegó a Argentina y se reunió con su familia.
“Nos pareció que el suyo es un buen testimonio porque cuando habla no adjetiva ni descalifica a quienes le hicieron mal. Y esto nos viene bien, porque nos hemos acostumbrado al agravio hacia quien no piensa igual a nosotros. Ella preserva al hombre, cuestionando sus acciones, no su persona. Y afirma que el tiempo que le queda de vida lo utilizará en resarcirse de apoyar la revolución, lo que la llevó a romper con su religión”, dijo Gahan volviendo a las presentaciones de esta noche y mañana.
En la de hoy, “Un testimonio de vida y de libertad”, Molina contará su experiencia de más de medio siglo al interior de la Revolución Cubana, treinta y cinco en posiciones destacadas de los ámbitos científico, académico y médico y más de quince como disidente La conferencia incluye también el perfil de Fidel Castro, algunos mensajes nacidos de las experiencias personales de la disertante y reflexiones sobre los que considera pilares básicos de toda sociedad civilizada: la Familia, la Libertad y la Doctrina del Amor.
Mañana, en tanto, se referirá a su “Camino de Conversión”, la historia de la Iglesia Católica en Cuba antes y después de la llegada de Fidel Castro al poder. Y como es de esperar, compartirá su reflexión sobre su alejamiento de la Iglesia que la acunó desde su nacimiento, su camino de conversión y su retorno a Dios de la mano de su madre Hilda Morejón.
Molina publicó su libro “Mi verdad. De la revolución cubana al desencanto: la historia de una luchadora”, en el que cuenta desde cuando el 1º de enero de 1959 escuchó por radio la proclama de Castro desde el balcón del ayuntamiento de Santiago de Cuba, apenas huido el dictador Fulgencio Batista, hasta su presente, incluyendo su profunda crisis ideológico-espiritual y convertirse en una perseguida política.
Fue la fundadora del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) y diputada en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En 1994 presentó su renuncia a todos sus cargos, al frente de CIREN, a su banca en la Asamblea Nacional y la militancia en el Partido Comunista de Cuba por desencanto con el gobierno y en protesta ante la política oficial, considerándola dirigida a dolarizar la institución médica creada por ella y dar trato preferencial a clientes extranjeros.
Desde entonces, solicitó repetidamente a las autoridades cubanas permiso para viajar a Argentina, donde radica su hijo Roberto Quiñones, también neurocirujano.
Entre otras figuras, el presidente Néstor Kirchner intercedió personalmente pidiendo por su viaje a nuestro país.
El 12 de junio de 2009 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que el gobierno cubano había autorizado el viaje por un tiempo máximo de treinta días y finalmente, el 14 de junio, Hilda Molina llegó a Argentina y se reunió con su familia.
“Nos pareció que el suyo es un buen testimonio porque cuando habla no adjetiva ni descalifica a quienes le hicieron mal. Y esto nos viene bien, porque nos hemos acostumbrado al agravio hacia quien no piensa igual a nosotros. Ella preserva al hombre, cuestionando sus acciones, no su persona. Y afirma que el tiempo que le queda de vida lo utilizará en resarcirse de apoyar la revolución, lo que la llevó a romper con su religión”, dijo Gahan volviendo a las presentaciones de esta noche y mañana.
En la de hoy, “Un testimonio de vida y de libertad”, Molina contará su experiencia de más de medio siglo al interior de la Revolución Cubana, treinta y cinco en posiciones destacadas de los ámbitos científico, académico y médico y más de quince como disidente La conferencia incluye también el perfil de Fidel Castro, algunos mensajes nacidos de las experiencias personales de la disertante y reflexiones sobre los que considera pilares básicos de toda sociedad civilizada: la Familia, la Libertad y la Doctrina del Amor.
Mañana, en tanto, se referirá a su “Camino de Conversión”, la historia de la Iglesia Católica en Cuba antes y después de la llegada de Fidel Castro al poder. Y como es de esperar, compartirá su reflexión sobre su alejamiento de la Iglesia que la acunó desde su nacimiento, su camino de conversión y su retorno a Dios de la mano de su madre Hilda Morejón.
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