La Policía Rural intervino ante una fumigación no autorizada

La actuación policial se inició cuando un productor agropecuario de 51años de edad se presentó muy nervioso en la Brigada del Rincón del Gato, solicitando auxilio porque un tractor fumigador estaba diseminando una sustancia tóxica que al ser aspirada por su núcleo familiar, les provocaba náuseas y mareos.
Con la premura del caso los brigadistas se constituyeron en una chacra del Establecimiento "Santa Mónica", donde se constató una maquina vial fumigadora marca John Deere, perteneciente a una empresa emplazada en Urdinarrain, que llevaba un acoplado con 26 bidones de un potente herbicida, de los cuales por su utilización dos solamente estaban llenos (foto).
A raíz del viento sureste reinante, más la escasa distancia con el inmueble del afectado -50 metros-, contado desde el radio donde se aplicaba el producto químico, en el lugar se sentía un fuerte olor, lo que obligó a que la familia permaneciera encerrada en el interior de la casa, atemorizada porque tenía como antecedente que un tiempo atrás el padre del productor había enfrentado una situación similar, por lo que tuvo que ser hospitalizado. Independientemente de la verificación del trabajo de fumigación que se estaba llevando a cabo, el conductor del tractor no tenía licencia de conducir, no tenía la documentación del rodado, carecía de la habilitación por falta de la receta agronómica, del carnet de inscripción de aplicador, y tampoco se contaba con la presencia del técnico profesional de la empresa aplicadora, todo lo cual se presentaba como una irregularidad de parte de la firma fumigadora involucrada.