Todo en su vida ha girado en torno a la palabra y a la enseñanza

Pero como muchos la conocemos como Pelusa, al momento de presentarla diremos que este domingo la charla es con Norma Martínez de Martinetti, confesa adicta al trabajo y en consecuencia, segura de que al tiempo hay que optimizarlo para aprovecharlo bien.
Por eso sigue madrugando, porque le encanta trabajar en ese momento de la mañana en que casi no hay ruidos, ni llamados por teléfono o a la puerta.
¿Qué tan importante es el tiempo?, le preguntamos y ella afirmó “es muy importante. Creo ser, porque siempre me lo dicen, una adicta al trabajo. Y esto está relacionado con el tiempo, con el provecho que le saques para trabajar y también para hacer cosas que te placen. Así he podido hacer cosas que en otras circunstancias, no habría podido hacer. Acepto que el ocio sirve, pero he tratado de disfrutarlo y no lo consigo”.
En cambio, le encanta “caminar por el desafío, el riesgo, vivir al borde de la cornisa”, como dijo, para marcar “si hay un desafío siempre lo tomo, claro que dentro de las posibilidades de mi edad, mi sexo, mis circunstancias”, dando por sentado que no le gusta la tranquilidad del quedarse quieta.
¿Qué desafíos?, preguntamos y ella compartió “emprender una nueva actividad, un estudio, aprender cosas nuevas, conocer lugares nuevos, entrar en contacto con gente nueva”.
En esto de entrar en contacto, ¿cómo te llevas con la tecnología? preguntamos y Norma dijo “muy bien, especialmente con todo lo que pueda darme apertura del mundo y conocimiento. No “curto” facebook, porque también soy una defensora de mi privacidad”.
El uso del término curtir nos recordó que es profesora de Lengua, Literatura y Latín, también de francés, además de correctora, entre varios títulos que podemos mencionar.
Nacida en Tandil, llegó a Gualeguaychú cuando éste fue el destino de su padre en el Banco Nación. Y aquí regresó ya recibida de profesora, porque cuando propuso estudiar periodismo “a papá no le pareció prudente, porque tenía que establecerme en Buenos Aires”.
Sí en cambio le gustó el profesorado en Paraná, donde Norma estableció su relación con la palabra y la enseñanza, las que unidas han estado siempre girando en torno suyo.
Y la periodista que quiso ser asoma cada domingo en la página cultural de EL ARGENTINO, que asumió en mayo de 1986 junto a Carmen Galissier, quien debió dejar por cuestiones familiares.
Pero volvamos al Magnasco, donde está hace mucho tiempo, desde cuando vivía con sus padres aquí.
“Ya estaba en el Magnasco antes de ir a Buenos Aires (ahora sí, pero casada y a ejercer la docencia) y cuando volví a Gualeguaychú, volví al Magnasco” recordó trayendo ese momento en que su familia ya se perfilaba, con la mayor de sus hijos por nacer.
“Creo que en este momento debo ser la persona que más años ha estado en la institución, aunque no la mayor”, se apuró a aclarar, bromeando, para seguir “estuve mucho tiempo en la comisión como vocal, aunque no podía cumplir como quería, porque debía atender a los chicos, el trabajo y más, pero la gente del Magnasco siempre fue muy generosa. Cuando me jubilé, me hicieron la propuesta de un cargo directivo y acepté”.
Con varios períodos, Norma Martínez dijo “he reiterado presidencias porque las cosas se han dado así. Pero de todas maneras, siempre se trabaja en equipo. Así que éste no es un cargo que pese desde el punto de vista del trabajo, porque no te sentís sola nunca”.
Y este equipo que integra, ya a fines del año pasado tenía establecida la agenda troncal para 2015.
“El Magnasco tiene la costumbre de acumular sus espectáculos en el primer semestre para aliviar el segundo, cuando hay muchas propuestas. Sabemos que la gente se cansa y además, tratamos de no superponernos con las presentaciones para las que el público es casi el mismo”.
¿Qué es lo que más satisfacciones te ha dado? quisimos saber y escuchamos “he hecho muchas cosas y en general, todo gira alrededor de la enseñanza. Tengo amor por la enseñanza, de ahí que me haya encantado hacer talleres literarios, diagramar la agenda cultural del Magnasco, todo lo que tiene que ver con la Museología, con el diario...”
Para ella, 2015 será el último año como presidenta, porque espera ser reemplazada en 2016, cuando cambie la comisión.
Y se prepara con fuerzas y ganas también para aceptar los desafíos de este año.
¿Hay alguno ya propuesto? preguntamos y ella dijo “sí, pero está macerándose... No lo digo por prudencia...”, por lo que habrá que esperar hasta que devele este secreto.

 

Silvina Esnaola
EL ARGENTINO