Existen lugares públicos abandonados, que podrían repotenciar el turismo de la ciudad
El camping Municipal La Delfina, Plaza de Aguas y la Costanera Sur, son tres espacios a desarrollar por el municipio, que mejorarían los servicios turísticos de la ciudad, superando significativamente su oferta de esparcimiento gratuita.
A mediados del 2013 el municipio comenzó a diseñar mejoras urbanísticas en la Costanera Sur, con el fin de dotar de más espacio a ese sector de la ciudad, dado que el sector Norte ya queda chico para la cantidad de gente que recibe Gualeguaychú durante la temporada estival.
El plan de revalorizar el tradicional paseo público establecía dividir el sector en tres zonas con destino al esparcimiento turístico y familiar. La primera etapa se licitó en aquel año pero no hubo oferentes interesados y desde entonces el proyecto quedó estancado.
La gestiones para revalorizar la Costanera Sur y sectorizarlo como un espacio para la familia comenzaron durante la primera administración municipal de Juan José Bahillo.
La secretaria de Planeamiento de entonces, Amalia Peroni (2007-2011) junto a su equipo elaboró el primer proyecto para revalorizar la Costanera Sur desde Avenida Parque hasta el Frigorífico.
Este plan continúo perfeccionándose durante al actual gestión de Carlos García en Planeamiento, pero pese a los esfuerzos del municipio los inversores no mostraron interés.
El proyecto de puesta en valor
El programa de reactivar Costanera Sur consistía en la construcción de Plazoletas del Frigorífico y retorno por calle 3 de Febrero en búsqueda de la Costanera Sur, y una nueva laguna aledaña a las nuevas áreas verdes.
La sectorización se basó en la necesidad de atender un abanico de servicios orientados al esparcimiento turístico y para el uso cotidiano de contribuyente con libre acceso a la costa.
El llamado a licitación contempló: el proyecto general, construcción de un edificio para servicios gastronómicos de bar, cafetería, comidas rápidas o restaurantes; terrazas; servicios propios; sanitarios públicos y explotación comercial de un sector determinado de Costanera Sur según se ubique en los denominados sectores uno, dos, y tres de acuerdo a los límites fijados por Planeamiento.
En el diseño urbanístico se pretendió encontrar la vinculación entre Avenida Parque, Paseo Nicaragua y Costanera Sur, como área de expansión del circuito tradicional costero que comienza en el Puente Méndez Casariego para concluir en el Frigorífico Gualeguaychú. Al no haber interés de los inversores, el proyecto se dejó de lado apuntando los recursos a otras necesidades urbanísticas de la ciudad.
El viejo camping Municipal
A fines de la década de los 80 y en los 90, el predio denominado La Delfina, fue un lugar de esplendor, elegido por los turistas, por su paisaje y servicios. Contaba con baños, servicio de duchas, pileta recreativa, restaurante y bar, cancha de paddle, una parrilla, una plaza con juego para niños, actividades náuticas y pesca entre otros servicios.
Las sucesivas inundaciones fueron deteriorando el edificio de La Delfina y durante mucho tiempo estuvo abandonado, hasta que a principio de la década pasada el Museo Almeida intentó darle un poco de esplendor.
Tras años de gestiones para contar con una casa o lugar en la que se pudieran exhibir las más de 6 mil piezas arqueológicas del Museo Almeida. En 2003 se instalaron en el edificio La Delfina, tras rubricar un contrato por 25 años con el municipio, pero tres años más tarde, la comisión directiva del Centro de Estudios Arqueológicos Manuel Almeida decidió irse debido a los constantes robos, el mal estado del edificio, problemas con los sanitarios y suministro de agua potable. Tiempo después lograron instalarse en otra espacio municipal más acorde, en calle 25 de Mayo casi Mitre.
Desde entonces, el edificio La Delfina comenzó su etapa de deterioro hasta llegar a instancias irreversibles. Al menos podría ser acondicionado para hacer allí un centro recreativo y deportivo, o al menos demolido para que deje de ser un aguantadero de jóvenes adictos.
Plaza de Aguas
Durante la primera gestión de Daniel Irigoyen (1995-1999) se intentó darle vida al predio de casi 80 hectáreas que alguna vez perteneció al Ejército Argentino y luego fue transferido al municipio. El proyecto consistía en llamar a licitación para la construcción de un hotel cinco estrellas con casino, pero el proyecto quedó trunco.
El lugar es estupendo para el desarrollo de actividades náuticas, senderismo, avistamiento de aves, pesca entre otras cuestiones que podrían darle vida a ese predio que hoy es un volcadero de residuos y escombros. Cada vez que el río se eleva por arriba de los 3,20 m decenas de toneladas de residuos van a parar a su cause.
Para acceder a Plaza de Aguas desde la Costanera Norte, se debe tomar bulevar de León hasta la finalización de esa arteria, y atravesar una tranquera de caños con un letrero herrumbrado que advierte “prohibido arrojar basura”.
El paisaje con montes de galería, una rica fauna y flora con el arroyo Gaitán, hace de Plaza de Aguas un lugar único, instalado en plena zona turística entre la Costanera Norte y todos los campings y complejos de bungalows del Camino de la Península, que almenos podría utilizarse como un lugar recreativo para pesca, mediante la construcción de muelles o defensas. Sin embargo el abandono es total y deprimente, dejando muy mal parada a una comunidad que cuida sus recursos naturales y defiende su medioambiente.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
El plan de revalorizar el tradicional paseo público establecía dividir el sector en tres zonas con destino al esparcimiento turístico y familiar. La primera etapa se licitó en aquel año pero no hubo oferentes interesados y desde entonces el proyecto quedó estancado.
La gestiones para revalorizar la Costanera Sur y sectorizarlo como un espacio para la familia comenzaron durante la primera administración municipal de Juan José Bahillo.
La secretaria de Planeamiento de entonces, Amalia Peroni (2007-2011) junto a su equipo elaboró el primer proyecto para revalorizar la Costanera Sur desde Avenida Parque hasta el Frigorífico.
Este plan continúo perfeccionándose durante al actual gestión de Carlos García en Planeamiento, pero pese a los esfuerzos del municipio los inversores no mostraron interés.
El proyecto de puesta en valor
El programa de reactivar Costanera Sur consistía en la construcción de Plazoletas del Frigorífico y retorno por calle 3 de Febrero en búsqueda de la Costanera Sur, y una nueva laguna aledaña a las nuevas áreas verdes.
La sectorización se basó en la necesidad de atender un abanico de servicios orientados al esparcimiento turístico y para el uso cotidiano de contribuyente con libre acceso a la costa.
El llamado a licitación contempló: el proyecto general, construcción de un edificio para servicios gastronómicos de bar, cafetería, comidas rápidas o restaurantes; terrazas; servicios propios; sanitarios públicos y explotación comercial de un sector determinado de Costanera Sur según se ubique en los denominados sectores uno, dos, y tres de acuerdo a los límites fijados por Planeamiento.
En el diseño urbanístico se pretendió encontrar la vinculación entre Avenida Parque, Paseo Nicaragua y Costanera Sur, como área de expansión del circuito tradicional costero que comienza en el Puente Méndez Casariego para concluir en el Frigorífico Gualeguaychú. Al no haber interés de los inversores, el proyecto se dejó de lado apuntando los recursos a otras necesidades urbanísticas de la ciudad.
El viejo camping Municipal
A fines de la década de los 80 y en los 90, el predio denominado La Delfina, fue un lugar de esplendor, elegido por los turistas, por su paisaje y servicios. Contaba con baños, servicio de duchas, pileta recreativa, restaurante y bar, cancha de paddle, una parrilla, una plaza con juego para niños, actividades náuticas y pesca entre otros servicios.
Las sucesivas inundaciones fueron deteriorando el edificio de La Delfina y durante mucho tiempo estuvo abandonado, hasta que a principio de la década pasada el Museo Almeida intentó darle un poco de esplendor.
Tras años de gestiones para contar con una casa o lugar en la que se pudieran exhibir las más de 6 mil piezas arqueológicas del Museo Almeida. En 2003 se instalaron en el edificio La Delfina, tras rubricar un contrato por 25 años con el municipio, pero tres años más tarde, la comisión directiva del Centro de Estudios Arqueológicos Manuel Almeida decidió irse debido a los constantes robos, el mal estado del edificio, problemas con los sanitarios y suministro de agua potable. Tiempo después lograron instalarse en otra espacio municipal más acorde, en calle 25 de Mayo casi Mitre.
Desde entonces, el edificio La Delfina comenzó su etapa de deterioro hasta llegar a instancias irreversibles. Al menos podría ser acondicionado para hacer allí un centro recreativo y deportivo, o al menos demolido para que deje de ser un aguantadero de jóvenes adictos.
Plaza de Aguas
Durante la primera gestión de Daniel Irigoyen (1995-1999) se intentó darle vida al predio de casi 80 hectáreas que alguna vez perteneció al Ejército Argentino y luego fue transferido al municipio. El proyecto consistía en llamar a licitación para la construcción de un hotel cinco estrellas con casino, pero el proyecto quedó trunco.
El lugar es estupendo para el desarrollo de actividades náuticas, senderismo, avistamiento de aves, pesca entre otras cuestiones que podrían darle vida a ese predio que hoy es un volcadero de residuos y escombros. Cada vez que el río se eleva por arriba de los 3,20 m decenas de toneladas de residuos van a parar a su cause.
Para acceder a Plaza de Aguas desde la Costanera Norte, se debe tomar bulevar de León hasta la finalización de esa arteria, y atravesar una tranquera de caños con un letrero herrumbrado que advierte “prohibido arrojar basura”.
El paisaje con montes de galería, una rica fauna y flora con el arroyo Gaitán, hace de Plaza de Aguas un lugar único, instalado en plena zona turística entre la Costanera Norte y todos los campings y complejos de bungalows del Camino de la Península, que almenos podría utilizarse como un lugar recreativo para pesca, mediante la construcción de muelles o defensas. Sin embargo el abandono es total y deprimente, dejando muy mal parada a una comunidad que cuida sus recursos naturales y defiende su medioambiente.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
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