Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinojueves 18 de abril de 2024
Colaboraciones

Piedras en el camino familiar

Piedras en el camino familiar

Por monseñor Jorge Eduardo Lozano (*)  


Para buscar soluciones a un problema, lo primero es describirlo de la mejor manera posible. En el documento de consulta (llamado “Lineamenta”) para el próximo Sínodo de octubre acerca de “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo”, se empieza por mirar la situación social y cultural. ¿En qué contexto viven hoy las familias? ¿Qué desafíos tienen por delante? ¿Qué les ayuda a crecer y qué les juega en contra?
Buena parte de la humanidad vive un cambio de época que toca diversos aspectos de la existencia, o mejor, casi todos. En algunas ocasiones sin darnos cuenta y en otras sin importarnos demasiado, nos vamos deslizando hacia un individualismo exasperado que pone en riesgo y desvirtúa todos los vínculos humanos: la familia, los amigos, la sociedad... A veces en casa cada uno hace su vida, como si fuéramos islas. Más que comunidad de personas parecemos archipiélagos sin puentes. Vivimos bajo un mismo techo pero no con un mismo corazón.
La crisis de fe que venimos señalando hace décadas no nos ayuda a mirarnos como parte del proyecto de amor de Dios por toda la humanidad. El individualismo autorreferencial nos impide tener memoria y proyecto. Nos lleva a “vivir al día” valorando excesivamente el instante; nos cuesta ver nuestras raíces y fortalecer la pertenencia a la familia y a la sociedad, sentirnos parte de un pueblo. La ausencia de Dios como Padre que nos ama y las relaciones frágiles o fugaces llevan a experiencias de profunda soledad y carencia de sentido.
Los “Lineamenta” también señalan la pobreza y la precariedad laboral como “unas auténticas pesadillas” que particularmente no alientan a los jóvenes a formar su propio matrimonio y familia. También deteriora la convivencia cuando se dan situaciones de hacinamiento, cuando el alcoholismo, la droga o el juego de azar ganan espacio en la vida familiar. La violencia en el hogar lastima especialmente a la mujer y a los hijos más pequeños. Es alarmante el modo en que se naturaliza también el drama del abuso sexual a niños, niñas y adolescentes. Los “Lineamenta” señalan que “la explotación sexual de la infancia constituye una de las realidades más escandalosas y perversas de la sociedad actual” (Nº 8).
Otros desafíos están relacionados con el modo de transitar la etapa del noviazgo. Hablando con algunos catequistas y docentes adultos me compartían su perplejidad sobre la cantidad de noviazgos con convivencia, a veces orientadas al matrimonio, y otras sin horizontes de asumir en algún momento un vínculo institucional civil o religioso. Y en este contexto de fragilidad en los vínculos se presenta el desafío de cómo visualizar la maternidad y la paternidad.
Un dolor particular enfrentan las familias empujadas a dejar su tierra (de alguna Provincia o País hermano) y se instalan en asentamientos sin los servicios elementales, o lugares de anonimato, engrosando bolsones de miseria con extremas necesidades y desamparo. Verdaderas periferias geográficas y antropológicas.
“En este contexto la Iglesia siente la necesidad de decir una palabra de verdad y de esperanza. Es preciso partir de la convicción de que el hombre viene de Dios y, por tanto, de que una reflexión capaz de volver a proponer las grandes preguntas acerca del significado del ser hombres, encontrará un terreno fértil en las expectativas más profundas de la humanidad.” (Lineamenta 11) Aunque haya piedras en el camino, no dejamos de admirar la belleza del mismo que nos lleva a andar en el amor.
Me acuerdo que el Cardenal Bergoglio insistía: “Hay que recibir la vida como viene”. Todos deben percibir la maternidad de la Iglesia, aun aquellos que experimentaron el fracaso o están en situaciones complejas. Todos deben percibir en nuestros gestos y palabras la misericordia del Padre que nos tiene en su corazón sin rechazar a ninguno de sus hijos.
Como te comentaba la vez pasada, en este tiempo se están preparando reuniones en las Parroquias a fin de aportar ideas y sugerencias que ayuden a fortalecer el camino de las familias. Las respuestas y reflexiones compartidas en las comunidades cristianas serán vehiculizados por cada diócesis y, luego, la Conferencia Episcopal realizará la síntesis para enviar a Roma. En las Parroquias de la diócesis de Gualeguaychú hemos establecido como plazo hasta el sábado 28 de febrero para hacer aportes. En otras diócesis hay fechas semejantes. El texto completo de los “Lineamenta” y las preguntas que se proponen las encontrás en el sitio del Vaticano http://www.vatican.va/roman_curia/synod/documents/rc_synod_doc_20141209_lineamenta-xiv-assembly_sp.html
El próximo domingo 8 de febrero a las 11 hs se celebrará una misa en la Basílica de Luján en recordación del querido Cardenal Eduardo Francisco Pironio. Pediremos por su beatificación y haremos memoria de su vida y enseñanzas. Si podés arrimate a participar, y si no, sumate en la oración.
“Nos vemos cuando me muera.” Estas palabras forman parte de una carta que escribió la hija menor del Dr. Alberto Nisman, fallecido el 19 de enero en circunstancias que investiga la justicia argentina, y que fueron leídas durante su entierro. Palabras que hablan de fe en una vida eterna, con la simpleza que puede transmitir una nena de 7 años. De esa confianza en el encuentro con nuestros seres queridos también habló la hija mayor del fiscal Nisman: “Sé que ahora vas a estar en un mejor lugar y en paz”. Le ponemos fuerza a nuestra oración y acompañamos a la familia en este camino de esperanza.


(*) Monseñor Jorge Eduardo Lozano es obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

 

Este contenido no está abierto a comentarios