AMIA: Rafecas desestimó la denuncia contra la Presidenta
El juez federal Daniel Rafecas desestimó ayer la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman en contra de la Presidenta Cristina Kirchner, por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA.
Mediante una resolución, el juez no dio curso al requerimiento del fiscal Gerardo Pollicita que había pedido abrir una causa contra la Presidenta y el canciller, Héctor Timerman, entre otros.
De esta forma, el magistrado desestimó la imputación a la Presidenta que había hecho el fiscal Gerardo Pollicita sobre la base de la presentación del ex titular de la UFI-AMIA, Alberto Nisman.
Gerardo Pollicita había entendido que la presentación de su colega fallecido para investigar si el pacto escondía un intento de exculpar a los acusados por el atentado contra la AMIA tenía elementos suficientes para ser investigado por la justicia federal. Sin embargo, Rafecas no hizo lugar al dictamen de Pollicita, quien ahora podrá apelar esa decisión ante la Cámara Federal.
En una extensa resolución, el juez entendió que no hay elementos suficientes para abrir una causa penal, según lo presentado por Nisman.
Las razones del juez
“No hay un solo elemento de prueba, siquiera indiciario, que apunte a la actual jefa de Estado respecto -aunque sea- a una instigación o preparación (no punible) del gravísimo delito de encubrimiento por el cual fuera no sólo denunciada sino también su declaración indagatoria requerida, delito que, además, y como ya expuse previamente, no existió, en ninguna de las dos hipótesis planteadas” por el fiscal Pollicita.
En una resolución de más de 60 carillas y sobre la cual había una gran expectativa, Rafecas echó por tierra muchos de los argumentos utilizados por Nisman para fundar su denuncia.
El juez desacreditó la versión de Nisman de que el Memorándum con Irán por el tema AMIA era una herramienta ofertada por el Gobierno Nacional para desvincular a los sospechosos iraníes de perpetrar el atentado.
En ese sentido, recalcó que “el acuerdo quedó definitivamente trunco y abandonado antes de cobrar vida” pues “Irán, según el propio denunciante, abandonó todo interés en el asunto tras el comunicado oficial de Interpol un mes y medio después, el 15 de marzo de 2013” mediante el cual se hizo saber que las circulares rojas seguían vigentes.
“Con este panorama, ensayar aun así una hipótesis de delito de encubrimiento, realmente, carece de todo asidero, tanto desde el punto de los hechos, como especialmente, desde el derecho”, expresó el juez.
La resolución fue comunicada luego de que en su despacho del tercer piso de Comodoro Py recibió a las autoridades de la comunidad judía, entre ellos al titular de la DAIA, Julio Schlosser.
Las escuchas
También Rafecas se refirió a las varias horas de escuchas telefónicas aportadas por Nisman, un total de cinco mil, del teléfono intervenido de Jorge Khalil, a quien se había sindicado como representante de los iraníes.
Khalil mantuvo diálogos con el dirigente kirchnerista, Luis D´Elía, y el titular de Quebracho, Fernando Esteche, todos denunciados.
“No hay documento alguno, ni testimonio alguno, ni escucha alguna, que sostenga este punto, ciertamente crucial, del escrito de Nisman, en contra del Canciller Timerman y su presunta actitud frente a Interpol”, resaltó Rafecas.
Para Rafecas las escuchas fueron inocuas y no le dio importancia alguna.
Alertas rojas
El juez también echó por tierra la teoría respecto a que como parte de la maniobra delictiva se pretendía dar de baja las alertas rojas en Interpol sobre los iraníes:
“La Argentina siempre fue constante y persistente en todos los contactos, escritos, telefónicos y presenciales, en que Interpol debía mantener a rajatabla y sin cambios el estatus de las órdenes de captura contra los prófugos iraníes”, dijo.
En ese sentido, destacó el magistrado la nota “redactada por la Cancillería argentina el 15 de febrero de 2013 en cuanto se refiere no sólo al hecho de que el juez de la causa es el único que puede modificar las órdenes de captura de los prófugos iraníes”.
“La evidencia reunida, lejos de sostener mínimamente la versión fiscal, la desmiente de un modo rotundo y lapidario, llevando también a la misma conclusión de la inexistencia de un delito”, determinó el juez, cuya resolución ahora evaluará el fiscal Pollicita para ver si apela y ser la Cámara Federal la que define si se debe o no investigar la denuncia.
En un apartado sobre la figura presidencial, Rafecas valoró que Cristina Kirchner “a lo largo de 20 años de trayectoria ha sido consecuente en la búsqueda en proveer verdad y justicia a las víctimas del atentado”.
Denuncia
Junto a la desestimación de la denuncia, el juez denunció al “espía” Ramón Allan Bogado, por tráfico de influencias, la simulación de calidad personal hasta la usurpación de autoridad.
Bogado al igual que el ex juez Héctor Yrimia fueron otros de los denunciados por Nisman como agentes de la SIDE que tuvieron parte en la maniobra, aunque la Central de Inteligencia informara que no forman parte de su personal.
La denuncia de Nisman había sido hecha el 14 de enero tras regresar intempestivamente al país de sus vacaciones en Europa; y pocos días antes de ser encontrado muerto en su departamento de Le Parc, en Puerto Madero.
Inicialmente, la causa recayó en el juzgado de Ariel Lijo quien venía investigando una vieja denuncia por irregularidades en la causa AMIA, pero este se declaró incompetente y el expediente quedó en poder de Rafecas, quien ayer la desestimó.
De esta forma, el magistrado desestimó la imputación a la Presidenta que había hecho el fiscal Gerardo Pollicita sobre la base de la presentación del ex titular de la UFI-AMIA, Alberto Nisman.
Gerardo Pollicita había entendido que la presentación de su colega fallecido para investigar si el pacto escondía un intento de exculpar a los acusados por el atentado contra la AMIA tenía elementos suficientes para ser investigado por la justicia federal. Sin embargo, Rafecas no hizo lugar al dictamen de Pollicita, quien ahora podrá apelar esa decisión ante la Cámara Federal.
En una extensa resolución, el juez entendió que no hay elementos suficientes para abrir una causa penal, según lo presentado por Nisman.
Las razones del juez
“No hay un solo elemento de prueba, siquiera indiciario, que apunte a la actual jefa de Estado respecto -aunque sea- a una instigación o preparación (no punible) del gravísimo delito de encubrimiento por el cual fuera no sólo denunciada sino también su declaración indagatoria requerida, delito que, además, y como ya expuse previamente, no existió, en ninguna de las dos hipótesis planteadas” por el fiscal Pollicita.
En una resolución de más de 60 carillas y sobre la cual había una gran expectativa, Rafecas echó por tierra muchos de los argumentos utilizados por Nisman para fundar su denuncia.
El juez desacreditó la versión de Nisman de que el Memorándum con Irán por el tema AMIA era una herramienta ofertada por el Gobierno Nacional para desvincular a los sospechosos iraníes de perpetrar el atentado.
En ese sentido, recalcó que “el acuerdo quedó definitivamente trunco y abandonado antes de cobrar vida” pues “Irán, según el propio denunciante, abandonó todo interés en el asunto tras el comunicado oficial de Interpol un mes y medio después, el 15 de marzo de 2013” mediante el cual se hizo saber que las circulares rojas seguían vigentes.
“Con este panorama, ensayar aun así una hipótesis de delito de encubrimiento, realmente, carece de todo asidero, tanto desde el punto de los hechos, como especialmente, desde el derecho”, expresó el juez.
La resolución fue comunicada luego de que en su despacho del tercer piso de Comodoro Py recibió a las autoridades de la comunidad judía, entre ellos al titular de la DAIA, Julio Schlosser.
Las escuchas
También Rafecas se refirió a las varias horas de escuchas telefónicas aportadas por Nisman, un total de cinco mil, del teléfono intervenido de Jorge Khalil, a quien se había sindicado como representante de los iraníes.
Khalil mantuvo diálogos con el dirigente kirchnerista, Luis D´Elía, y el titular de Quebracho, Fernando Esteche, todos denunciados.
“No hay documento alguno, ni testimonio alguno, ni escucha alguna, que sostenga este punto, ciertamente crucial, del escrito de Nisman, en contra del Canciller Timerman y su presunta actitud frente a Interpol”, resaltó Rafecas.
Para Rafecas las escuchas fueron inocuas y no le dio importancia alguna.
Alertas rojas
El juez también echó por tierra la teoría respecto a que como parte de la maniobra delictiva se pretendía dar de baja las alertas rojas en Interpol sobre los iraníes:
“La Argentina siempre fue constante y persistente en todos los contactos, escritos, telefónicos y presenciales, en que Interpol debía mantener a rajatabla y sin cambios el estatus de las órdenes de captura contra los prófugos iraníes”, dijo.
En ese sentido, destacó el magistrado la nota “redactada por la Cancillería argentina el 15 de febrero de 2013 en cuanto se refiere no sólo al hecho de que el juez de la causa es el único que puede modificar las órdenes de captura de los prófugos iraníes”.
“La evidencia reunida, lejos de sostener mínimamente la versión fiscal, la desmiente de un modo rotundo y lapidario, llevando también a la misma conclusión de la inexistencia de un delito”, determinó el juez, cuya resolución ahora evaluará el fiscal Pollicita para ver si apela y ser la Cámara Federal la que define si se debe o no investigar la denuncia.
En un apartado sobre la figura presidencial, Rafecas valoró que Cristina Kirchner “a lo largo de 20 años de trayectoria ha sido consecuente en la búsqueda en proveer verdad y justicia a las víctimas del atentado”.
Denuncia
Junto a la desestimación de la denuncia, el juez denunció al “espía” Ramón Allan Bogado, por tráfico de influencias, la simulación de calidad personal hasta la usurpación de autoridad.
Bogado al igual que el ex juez Héctor Yrimia fueron otros de los denunciados por Nisman como agentes de la SIDE que tuvieron parte en la maniobra, aunque la Central de Inteligencia informara que no forman parte de su personal.
La denuncia de Nisman había sido hecha el 14 de enero tras regresar intempestivamente al país de sus vacaciones en Europa; y pocos días antes de ser encontrado muerto en su departamento de Le Parc, en Puerto Madero.
Inicialmente, la causa recayó en el juzgado de Ariel Lijo quien venía investigando una vieja denuncia por irregularidades en la causa AMIA, pero este se declaró incompetente y el expediente quedó en poder de Rafecas, quien ayer la desestimó.
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