Es intensa la venta de productos que no respetan la Ley de Carnes
No pocos vecinos manifiestan su preocupación al tomar conocimiento de la reiteración de casos en los que las brigadas de Abigeato sacan a la luz comercios que expenden al público cortes cárnicos de origen clandestino y sin ningún tipo de control sanitario.
Como resultado de los rigurosos controles que realizan los efectivos dependientes de la Dirección de Prevención de Delitos Rurales de la Policía entrerriana, casi diariamente se pone al descubierto la proliferación de venta de carne que los consumidores desconocen que su origen es producto de ilícitos cometidos por cuatreros, o por faenas a campo que no respetan las condiciones mínimas de higiene, jugando con la salud humana ya que su ingesta puede producir enfermedades graves en las personas.
En una edición reciente, se publicó un informe en el que se daba cuenta que en un megaoperativo realizado por personal de cinco brigadas de Abigeato, en comercios de Gualeguaychú, Urdinarrain y Carbó fueron decomisados más de 800 kilogramos de carne variada cuya procedencia y condición sanitaria se desconocía ante la faltante de la documentación exigible por la Ley de Carnes Nº 7292.
Pero lo que resultó alarmante fue que los rurales encontraron carne en pésimo estado de conservación, donde los responsables de los negocios controlados y sancionados demostraron carecer del mínimo respeto por la salud de sus clientes.
Lamentablemente lo que pasó en Gualeguaychú encontró rápida réplica en Bovril, departamento La Paz, donde efectivos de las brigadas de Abigeato de La Paz y Paraná Campaña realizaron otro megaoperativo en el que inspeccionaron varias carnicerías en las que sospechaban que no se estarían cumpliendo con las normas legales estipuladas.
Así, en la localidad del noroeste provincial los brigadistas controlaron comercios de venta de productos cárnicos, donde se encontraron con irregularidades similares a las detectadas la semana pasada en Gualeguaychú.
Por ello, ante la comprobación de la existencia en las cámaras frigoríficas de cortes sin sellos de plantas faenadoras habilitadas ni documentación que demostrara su procedencia, unos 300 kilos de carne fueron desnaturalizados ante el dictamen del veterinario interviniente.
Pero también los rurales se encontraron con un llamativo proceder de los dueños de los negocios del rubro, que no se les había presentado hasta entonces en ningún otro lugar de la provincia: una vez que inspeccionaron los primeros negocios, la mayoría - por no decir todos- de los restantes cerraron sus puertas, lo que debe tomarse como una demostración de que en esas carnicerías gran parte de la carne que se comercializa tiene procedencia ilegal.
También los brigadistas se enfrentaron con la manifiesta resistencia de un furioso dueño de carnicería –ya sancionado anteriormente por vender carne de procedencia irregular- quien no tuvo mejor idea que encerrarse con los policías dentro del local y rociar combustible sobre la carne que se le estaba por decomisar, amenazando con incinerarla puertas adentro.
Ante el riesgo que significaba no solamente para el local sino, especialmente, para la integridad física de los brigadistas y del propio carnicero y otras personas, el sujeto tuvo que ser firmemente disuadido para que depusiera su actitud.
En una edición reciente, se publicó un informe en el que se daba cuenta que en un megaoperativo realizado por personal de cinco brigadas de Abigeato, en comercios de Gualeguaychú, Urdinarrain y Carbó fueron decomisados más de 800 kilogramos de carne variada cuya procedencia y condición sanitaria se desconocía ante la faltante de la documentación exigible por la Ley de Carnes Nº 7292.
Pero lo que resultó alarmante fue que los rurales encontraron carne en pésimo estado de conservación, donde los responsables de los negocios controlados y sancionados demostraron carecer del mínimo respeto por la salud de sus clientes.
Lamentablemente lo que pasó en Gualeguaychú encontró rápida réplica en Bovril, departamento La Paz, donde efectivos de las brigadas de Abigeato de La Paz y Paraná Campaña realizaron otro megaoperativo en el que inspeccionaron varias carnicerías en las que sospechaban que no se estarían cumpliendo con las normas legales estipuladas.
Así, en la localidad del noroeste provincial los brigadistas controlaron comercios de venta de productos cárnicos, donde se encontraron con irregularidades similares a las detectadas la semana pasada en Gualeguaychú.
Por ello, ante la comprobación de la existencia en las cámaras frigoríficas de cortes sin sellos de plantas faenadoras habilitadas ni documentación que demostrara su procedencia, unos 300 kilos de carne fueron desnaturalizados ante el dictamen del veterinario interviniente.
Pero también los rurales se encontraron con un llamativo proceder de los dueños de los negocios del rubro, que no se les había presentado hasta entonces en ningún otro lugar de la provincia: una vez que inspeccionaron los primeros negocios, la mayoría - por no decir todos- de los restantes cerraron sus puertas, lo que debe tomarse como una demostración de que en esas carnicerías gran parte de la carne que se comercializa tiene procedencia ilegal.
También los brigadistas se enfrentaron con la manifiesta resistencia de un furioso dueño de carnicería –ya sancionado anteriormente por vender carne de procedencia irregular- quien no tuvo mejor idea que encerrarse con los policías dentro del local y rociar combustible sobre la carne que se le estaba por decomisar, amenazando con incinerarla puertas adentro.
Ante el riesgo que significaba no solamente para el local sino, especialmente, para la integridad física de los brigadistas y del propio carnicero y otras personas, el sujeto tuvo que ser firmemente disuadido para que depusiera su actitud.
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