Que no sean parches

En varios tramos de las calles de la ciudad se pueden ver cuadrillas municipales reparando la cañería de la red de agua (vetusta, si las hay) o el pavimento, con demasiados años encima como para no exhibir los pozos que presenta.
Y como siempre se dice que a las autoridades políticas les interesa hacer las obras que se ven, cabe por lo menos pedir que estos trabajos, paliativos por cierto, sean realizados con esmero para que duren mucho más que el tiempo que resta hasta fin de año, cuando el municipio habrá de tener nuevos responsables.
Se sabe que la gente reclama los arreglos y que pide soluciones inmediatas no obstante, con sólo reflexionar unos segundos, todos coincidiremos en que es mejor tomarse un tiempo y hacer los trabajos de tal forma que en lugar de ser un parche, un remiendo, lo hecho sea realmente algo bien hecho, que no requerirá una intervención en el corto plazo.
De esto se trata cuando se habla de optimizar los recursos (humanos y económicos) porque no sirve hacer gastos para lavar la cara a una calle en el afán de mostrar obras, porque en poco tiempo quedará a la vista cómo fue ejecutada la tarea.
Que no sean parches. Tampoco remiendos.
Que los arreglos sean bien hechos, para que por baratos, no nos salgan caros.