B° Toto Irigoyen: empleados del INTA no saben cuándo podrán volver a sus oficinas
Desde el INTA se denunció el robo del lunes a la noche en las oficinas. Por otro lado un grupo de vecinos denunciaron ante la Fiscalía los cheques entregados a siete personas del barrio para determinar cuál es su procedencia. Tras el piquete del lunes aún no se abrió un canal de diálogo entre los funcionarios y los vecinos.
La sede del INTA Gualeguaychú continúa cerrada luego de que no se lograra llegar a un acuerdo con los vecinos sobre el destino de los créditos blandos otorgados por el Ministerio de Agricultura y Producción de la Nación.
Tapando el ingreso al edificio de la repartición técnica hay un cartel que dice “Lucrecia Benítez hacete cargo de tu responsabilidad con la gente” en alusión a la coordinadora del barrio. “Inta: devuelvan los que nos pertenese” (Sic así fue escrito).
Entretanto funcionarios de la Extensión Experimental del INTA de Concepción del Uruguay y la Dirección de Emprendimientos y Capacitación de la Municipalidad, intentarán abrir un canal de diálogo con los vecinos para recomponer la confianza y reanudar con los proyectos productivos previstos en el mes de noviembre del año pasado cuando se inauguró el complejo habitacional para 52 familias que antes vivan en un asentamiento.
El viernes 18 de septiembre, junto a la Dirección de Emprendimientos del municipio, se intentó apaciguar los ánimos luego que en el vecindario se enteraran que siete vecinos habían recibido créditos blandos por 16 mil pesos para apuntalar actividades productivas.
En el encuentro se intentó llegar a un acuerdo y utilizar ese dinero para crear invernaderos o comprar herramientas y utilizarlos en el terreno destinado dentro del conglomerado para espacios productivos comunes, con el fin de generar a mediano plazo cooperativas hortícolas.
Los habitantes del lugar en cambio, exigieron que el reparto de la ayuda financiera sea para todos por igual y solicitaron dinero para todas las familias.
Desde entonces, los empleados del INTA no retornaron a sus lugares de trabajo, de todos modos la repartición técnica sigue funcionando en la el área de Emprendimiento de la Municipalidad en calle Belgrano al 120.
El lunes 21 de septiembre a las 8:30 un grupo de 30 personas cortaron el acceso al barrio y el camino de ripio de Costa Uruguay Sur, pidiendo una respuesta del INTA y exigían la presencia del intendente Juan José Bahillo que en ese momento se encontraba en Buenos Aires.
Cerca del mediodía se desplazaron hacia la altura del Ecoparque para bloquear la entrada de camiones.
Según contó Segio Villagra, cuando retornaron cerca de las 22 al barrio, se encontraron para la sorpresa que “la puerta de las oficinas del INTA estaba abierta y luego nos enteramos que habían robado una computadora y un aparato de aire acondicionado”.
Luego del hecho, la agencia radicó una denuncia ante la Fiscalía quien autorizó realizar un allanamiento en la casa de un vecino dentro del barrio, con resultados positivos.
Por otro lado Villagra, dijo a EL ARGENTINO “hicimos una denuncia ante la Fiscalía para determinar el origen de los cheques que le fueron entregados a estos siete vecinos de los cuales cuatro no tienen huerta en el fondo de la casa”.
Por otro lado, aseguró que: “De los siete cheques que dieron solo cuatro lo pudieron cobrar el mismo día que se lo entregaron” -el miércoles 16 de septiembre- “los tres restantes se demoraron y cuando lo presentaron en el banco, los fondos ya habían sido bloqueados”.
En este sentido dijo que, “vemos en el barrio con indignación que la gente que recibió ese dinero se compró muebles, motos y una motoguadaña, la gente ve que no todos son elementos que puedan ser utilizados en la huerta”, se quejó Villagra.
El desafió será ahora retomar un canal de diálogo, para volver a reconstruir la confianza entre un grupo de vecinos disconformes en el barrio con el manejo de la ayuda financiera a algunas familias.
El INTA fue el que seleccionó a las siete personas que fueron a recibir el cheque en un acto político, que luego fue lo que de-sató la conflictividad en el barrio, pero los vecinos no alcanzan a comprender que ese organismo es una oficina técnica que investiga acerca del sector agropecuario, vuelca esa investigación en el mismo agente agropecuario y determina si el sujeto es apto para bajar programas productivos a través de distintas líneas de financiamiento estatales, pero el Instituto no da créditos ni subsidios, solo ayuda técnica.
La semana que viene está previsto inaugurar el salón de usos múltiples en el barrio, el que contará con una oficina del Consejo del Niño, Adolescente y Familia, además se estableció que funcione allí una sala de primeros auxilios.
Esta puede ser una oportunidad propicia para que las autoridades del INTA, el Área de Programas Especiales de la provincia, y la Oficina de Empleo Municipal reabran el diálogo y se reconstruya la confianza que se rompió entre los vecinos y los funcionarios.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
Tapando el ingreso al edificio de la repartición técnica hay un cartel que dice “Lucrecia Benítez hacete cargo de tu responsabilidad con la gente” en alusión a la coordinadora del barrio. “Inta: devuelvan los que nos pertenese” (Sic así fue escrito).
Entretanto funcionarios de la Extensión Experimental del INTA de Concepción del Uruguay y la Dirección de Emprendimientos y Capacitación de la Municipalidad, intentarán abrir un canal de diálogo con los vecinos para recomponer la confianza y reanudar con los proyectos productivos previstos en el mes de noviembre del año pasado cuando se inauguró el complejo habitacional para 52 familias que antes vivan en un asentamiento.
El viernes 18 de septiembre, junto a la Dirección de Emprendimientos del municipio, se intentó apaciguar los ánimos luego que en el vecindario se enteraran que siete vecinos habían recibido créditos blandos por 16 mil pesos para apuntalar actividades productivas.
En el encuentro se intentó llegar a un acuerdo y utilizar ese dinero para crear invernaderos o comprar herramientas y utilizarlos en el terreno destinado dentro del conglomerado para espacios productivos comunes, con el fin de generar a mediano plazo cooperativas hortícolas.
Los habitantes del lugar en cambio, exigieron que el reparto de la ayuda financiera sea para todos por igual y solicitaron dinero para todas las familias.
Desde entonces, los empleados del INTA no retornaron a sus lugares de trabajo, de todos modos la repartición técnica sigue funcionando en la el área de Emprendimiento de la Municipalidad en calle Belgrano al 120.
El lunes 21 de septiembre a las 8:30 un grupo de 30 personas cortaron el acceso al barrio y el camino de ripio de Costa Uruguay Sur, pidiendo una respuesta del INTA y exigían la presencia del intendente Juan José Bahillo que en ese momento se encontraba en Buenos Aires.
Cerca del mediodía se desplazaron hacia la altura del Ecoparque para bloquear la entrada de camiones.
Según contó Segio Villagra, cuando retornaron cerca de las 22 al barrio, se encontraron para la sorpresa que “la puerta de las oficinas del INTA estaba abierta y luego nos enteramos que habían robado una computadora y un aparato de aire acondicionado”.
Luego del hecho, la agencia radicó una denuncia ante la Fiscalía quien autorizó realizar un allanamiento en la casa de un vecino dentro del barrio, con resultados positivos.
Por otro lado Villagra, dijo a EL ARGENTINO “hicimos una denuncia ante la Fiscalía para determinar el origen de los cheques que le fueron entregados a estos siete vecinos de los cuales cuatro no tienen huerta en el fondo de la casa”.
Por otro lado, aseguró que: “De los siete cheques que dieron solo cuatro lo pudieron cobrar el mismo día que se lo entregaron” -el miércoles 16 de septiembre- “los tres restantes se demoraron y cuando lo presentaron en el banco, los fondos ya habían sido bloqueados”.
En este sentido dijo que, “vemos en el barrio con indignación que la gente que recibió ese dinero se compró muebles, motos y una motoguadaña, la gente ve que no todos son elementos que puedan ser utilizados en la huerta”, se quejó Villagra.
El desafió será ahora retomar un canal de diálogo, para volver a reconstruir la confianza entre un grupo de vecinos disconformes en el barrio con el manejo de la ayuda financiera a algunas familias.
El INTA fue el que seleccionó a las siete personas que fueron a recibir el cheque en un acto político, que luego fue lo que de-sató la conflictividad en el barrio, pero los vecinos no alcanzan a comprender que ese organismo es una oficina técnica que investiga acerca del sector agropecuario, vuelca esa investigación en el mismo agente agropecuario y determina si el sujeto es apto para bajar programas productivos a través de distintas líneas de financiamiento estatales, pero el Instituto no da créditos ni subsidios, solo ayuda técnica.
La semana que viene está previsto inaugurar el salón de usos múltiples en el barrio, el que contará con una oficina del Consejo del Niño, Adolescente y Familia, además se estableció que funcione allí una sala de primeros auxilios.
Esta puede ser una oportunidad propicia para que las autoridades del INTA, el Área de Programas Especiales de la provincia, y la Oficina de Empleo Municipal reabran el diálogo y se reconstruya la confianza que se rompió entre los vecinos y los funcionarios.
POR DIEGO ELGART
EL ARGENTINO
Este contenido no está abierto a comentarios