Monseñor Faifer se despide de Goya para regresar a Gualeguaychú

Junto a Faifer concelebrarán de acción de gracias por su ministerio episcopal, este jueves a las 20 en la catedral “Nuestra Señora del Rosario” de Goya, el obispo Adolfo Ramón Canecín, el vicario general monseñor Luis María Adis, los decanos y los sacerdotes diocesanos y religiosos.
“Monseñor Ricardo Oscar Faifer vive en estos días momentos emotivos, de gran intensidad, al saber que debe despedirse de los sacerdotes, religiosos y laicos con quienes “he tratado de cumplir con lo que el Señor y la Iglesia me han encomendado” durante 13 años”, dice el texto enviado desde el Obispado de Goya.
“Tras hacer un balance de sus años al frente de la Diócesis de Goya, dijo que con monseñor Adolfo Canecín queda en “buenas manos” la Diócesis de Goya.
El 4 de septiembre pasado, Faifer cumplio75 años y como la norma canónica de la Iglesia católica así lo indica, un tiempo antes envió su renuncia al papa Francisco, la que fue aceptada oficialmente el 24 de septiembre, día en que Adolfo Ramón Canecin asumió como el nuevo pastor de la Diócesis de Goya.

Trece años

Al hacer un breve balance al frente de la Diócesis de Goya, resaltó que desde el 12 de diciembre de 2002, cuando asumió, “llevé adelante la ordenación de diáconos que estaban preparados y hoy tenemos 24 diáconos permanentes. Eso es una bendición de Dios para la Diócesis. También hemos podido celebrar bien con mucha preparación el 50° aniversario de la Diócesis en 2011, del que surgieron dos prioridades: familia y catequesis, que se están llevando adelante”.
Faifer se refirió igualmente a la veneración popular al Gauchito Gil. “He tratado de asumir esta realidad que se da, y entonces tenemos que asumir las cosas, lo cual no significa bendecir todo, sino asumir para purificar, como lo es la devoción popular a la Cruz Gil. Hemos dado pasos importantes al respecto”, apuntó.
Asimismo, resaltó el trabajo “fructífero”, en todos estos años, de la Conferencia Episcopal Argentina, de la que fue parte. Valoró, los documentos sobre las elecciones, el que refiere “al flagelo de la droga”, y el del “Bicentenario en justicia y solidaridad”, “pero -enfatizó- las cosas no tienen que ser solo documentos sino acciones en la vida”.
También dejó su impresión sobre la histórica visita del papa Francisco a Cuba y los Estados Unidos, que han tenido repercusión mundial, afirmando “el Papa sabe interpretar el ansia, los deseos, la problemática de la gente, sus esperanzas. Y te sentís identificado en él. Es una maravilla, un don, un regalo tan grande de Dios que no terminamos de asombrarnos. Y todo esto nos compromete más para la vida, tanto a los obispos titulares como a los obispos eméritos y a todos”.
Aclaró que “uno tiene que estar siempre advertido de la tentación del triunfalismo. Ser cristiano no es que nos aplaudan. Ser cristiano es seguir a Jesús, y sabemos que seguir a Jesús, en toda la vida y en todos los aspectos, es difícil”.