Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
Nacionales

Scioli: del vértigo deportivo a la constancia política

 Scioli: del vértigo deportivo  a la constancia política

Cuando Daniel Scioli inició su carrera deportiva como competidor de motonáutica, hace casi 30 años, jamás pensó que ahora, tras un periodo como vicepresidente y dos como gobernador bonaerense, finalmente competiría por la Presidencia de la Nación, el máximo objetivo de su trayectoria política. 


Surgido del ámbito empresarial (su padre era dueño de una cadena de casas de electrodomésticos) y conocido para el público a partir de su incursión como piloto y campeón de lanchas rápidas, el gobernador es uno de los pocos dirigentes que goza de un cien por ciento de conocimiento en el electorado nacional.
Fue en diciembre de 1989, en un resonante accidente en su lancha "La Gran Argentina" a la altura de Ramallo, luego de que una hélice de la embarcación le cortara la extremidad: este episodio lo obligó a forjar su temple para reponerse frente a las adversidades, según remarca el propio dirigente, y a partir de allí desplegó una carrera política que tiñó con "fe y optimismo”. No fue el único contratiempo en su vida: en 1975 un grupo armado secuestró a su hermano menor, José "Pepe", hoy presidente de la Fundación Desarrollo Argentino (DAR), cuando tenía 14 años, y lo mantuvo tres semanas en cautiverio.
Scioli, además, es padre de Lorena, a quien reconoció cuando la joven tenía 15 años y que es fruto de un noviazgo con una exempleada de Casa Scioli -el local de electrodomésticos de su padre- y desde hace dos años y medio es abuelo de Camila.
En pareja con la ex modelo Karina Rabolini desde hace 30 años (se divorciaron en 1998 y en 2003 volvieron a convivir) buscaron un nuevo hijo a través de varios tratamientos sin éxito.
En su primer intento para acceder al Sillón de Rivadavia, Scioli apuesta a quebrar la "maldición" que impide a los gobernadores bonaerenses ser electos Presidente, más allá del caso de Eduardo Duhalde, quien lo logró pero completando de manera interina el mandato de Fernando de La Rúa tras haber perdido los comicios con el dirigente radical.
Scioli se ganó el mote de "hombre de amianto" y, pese a las suspicacias y cortocircuitos con Cristina Kirchner, siempre fue fiel a su compromiso con la Presidenta.
Apadrinado a mediados de los noventa por el entonces presidente Carlos Menem, Scioli se metió en política como parte de la renovación peronista.
De la mano del riojano obtuvo su primer cargo público en 1997, cuando asumió una banca en la Cámara de Diputados, el cual fue el primer peldaño hacia su máxima aspiración: la Casa Rosada.
Así pasó por la Secretaría de Turismo y Deporte en tiempos del interinato de Eduardo Duhalde, saltó a la Vicepresidencia en 2003 acompañando a Néstor Kirchner y quedó a cargo de la Gobernación bonaerense en los últimos dos períodos, desde donde busca catapultarse a la Nación. "Me preparé toda la vida para esto", repitió Scioli en cada presentación de campaña, confiando en el acompañamiento en las urnas en lo que será su mayor desafío político de su vida.

Este contenido no está abierto a comentarios