Con dos funciones se presentó el ballet “Abracadabra” en el Teatro

Según la crítica de Cristina Quiroga, se trató de “un gran espectáculo artístico que llenó la sala del Teatro Municipal Gualeguaychú de un público que disfrutó de la calidad humana y profesional de sus hacedores”
Cristina Quiroga, pertenece a la Asociación Argentina de investigación y crítica teatral, y en su crítica a la obra Abracadabra indicó que “la trayectoria de Nina Fuentes como formadora de profesores y artistas de la danza desde la más tierna edad a la adultez, le ha garantizado al público espectáculos de gran calidad a lo largo de 39 años ininterrumpidos”.
Más adelante, Quiroga indica que “en las puestas de Abracadabra…, los novísimos bailarines son niños pequeños y, junto a los jóvenes estudiantes avanzados, están inmersos en un mundo poético que estalla en la escena con una gran teatralidad. A medida que avanza la historia narrada, la poesía que vive en sus cuerpos rima con la música como juguetes mágicos danzarines que tintinean reflejando la luz de la esperanza. En el recorrido atravesado por sus sueños cercenados por la celadora del orfanato, los niños despiertan en el público corredores de acceso a nuevas reflexiones íntimas sobre la posibilidad que tenemos todos de superar los obstáculos de la vida. Desde las letras argumentales cobran vida personajes mitológicos y seres de la literatura como signos de la poética corporal. Los faunos ingresan a la escena con un vestuario, de acertado diseño color tierra, que le da armonía a sus contoneos voluptuosos acompasados con su patas de machos cabríos y sus cuernos de cabra, seres habitantes y protectores de la naturaleza salvaje, reveladores del futuro en los sueños de los 5 niños dormidos, protagonistas centrales que actúan en una compleja conjunción como actores - bailarines - cantantes. Los bailarines clásicos demuestran su profesionalismo protagonizando, en distintos planos de dramatización, a princesas, unicornios, piratas, hadas con varitas mágicas, brujas malignas, luciérnagas y duendes pícaros que juegan a la ronda redonda cobijando un mundo fantástico poblado de seres pertenecientes al imaginario social de todos los tiempos. El ritmo de la puesta es vertiginoso. El género fantástico está señalado especialmente con las luces indicadoras de los diversos espacios de acción”.
El ballet reunió a cerca de 200 bailarines de todas las edades en escena, y fue una presentación para toda la familia, donde se conjugaron escenografías, vestuarios, coreografías, iluminación y sonidos para el deleite del público.