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Diario El Argentinosábado 20 de abril de 2024
Provinciales

Denuncian que el gobierno ignora el grave deterioro social y ambiental

Denuncian que el gobierno ignora el  grave deterioro social y ambiental

 Si el Estado no les da una mano a los pequeños productores y comerciantes de la zona, que defienden con la vida lo último que tienen, ellos terminarán engrosando los cordones de las grandes ciudades.


Los gobiernos nacional y provincial no comprendieron “el grave deterioro social y ambiental que generan las inundaciones y el incorrecto uso de los humedales y los valles de inundación. Los pobladores del Delta no podemos interpretar de otra forma el accionar del Estado”, afirmó a AIM el ex presidente de la Sociedad Rural Islas del Ibicuy, Armando Cadoppi.
“En la medida que la problemática hídrica y de cambio de uso del suelo no se aborden técnicamente y con la participación de los isleños, la situación seguirá agravándose, terminará de generar el desarraigo de los pobladores, y destruirá un recurso único para la Argentina, el humedal del Delta del Paraná”.
Cadoppi afirmó que los isleños no quieren “ni soja ni mega diques; necesitamos volver a impulsar la forestación, la ganadería, la apicultura, el turismo, el pecan y la pesca familiar. Para esto, simplemente necesitamos que nos convoquen a trabajar honestamente y generar juntos las políticas que promuevan el desarrollo de la zona”.
Para Cadoppi, el presidente, Mauricio Macri y el gobernador, Gustavo Bordet, “siguen sin ser correctamente informados. La inundación que sigue cubriendo las más de 1.400.000 hectáreas del Delta y territorios colindantes no debe ser tomada que como son islas, se tienen que inundar”, o, “cuando el agua baje todo vuelve a la normalidad”. Repetir estas frases es demostrar ignorancia, y no tener la voluntad de superar la situación”.

Desastre climático

Los fenómenos climáticos, como las lluvias de abril y las catastróficas consecuencias, serán cada vez más recurrentes. Por ende, “el país sufrirá mayores pérdidas sociales, económicas y ambientales”, consideró Cadoppi, quien destacó que “si no se afronta el problema con una mesa de trabajo participativa y coordinada por el Instituto Nacional del Agua (INA), el Inta y las entidades involucradas en el Delta, quedarán 1.400.000 hectáreas sin explotar y despobladas. Si no hay explotación rentable no habrá personas que habiten el territorio, se terminará de destruir un recurso natural único y muchos argentinos sufrirán el deterioro de la fuente de agua dulce más importante del país”.
Cadoppi se refirió luego a la prórroga que otorgó el gobierno provincial para el Impuesto Inmobiliario Rural (IIR) a los pobladores isleños, y opinó que “es inexplicable que la provincia aún no haya resuelto eximir del pago del tributo a los territorios que hace seis meses están con agua y que así permanecerán el resto del año. Quien no produce no puede pagar impuestos. Prorrogar un impuesto es estirar la fecha de quebranto”.
Además, explicó que “quienes desarrollamos actividades comerciales o productivas y hace seis meses estamos paralizados, seguimos manteniendo las fuentes de trabajo y pagando las cargas sociales correspondientes, pese a los continuos aumentos de costos. Este simple hecho demuestra el enorme esfuerzo de los isleños frente a esta situación. No cabe dudas que ponemos el hombro que el presidente está pidiendo. En islas estamos poniendo el hombro por partida doble: inundación más crisis económica”.

El fantasma
del desarraigo

El licenciado explicó que “cuando los isleños pedimos ayuda para los pequeños productores, no demandamos fondos millonarios, sino que solicitamos que se brinde ayuda a un sector que está desapareciendo. Si el Estado no les da una mano a los pequeños productores y comerciantes de la zona, que defienden con la vida lo último que tienen, ellos terminarán engrosando los cordones de las grandes ciudades. Si esto ocurre, lamentablemente habrán matado lo más importante que tiene un ciudadano del Delta: su condición de isleño y su arraigo”.
Cadoppi advirtió que, si el Estado provoca, consciente o inconscientemente, el desarraigo del isleño, eliminará al principal defensor del humedal del Delta. “Por eso no nos cansaremos de repetir que la mejor forma de cuidar el humedal es produciendo de manera sustentable. Ni soja ni mega diques. En el Delta necesitamos volver a impulsar la forestación, la ganadería, la apicultura, el turismo, el pecan y la pesca familiar. Para esto, simplemente necesitamos que nos convoquen a trabajar honestamente y que generemos las políticas que promuevan el desarrollo industrial que impulse estas actividades”.
“No podemos aceptar que nos sigan diciendo que es culpa del fenómeno de El Niño o que fueron lluvias excepcionales. Tampoco podemos aceptar que visiten la zona sin tomar contacto real con los afectados y que simplemente se saquen la foto para la prensa”.
“¿Acaso nadie vio los alambrados fijos y eléctricos que los pequeños productores tendieron al costado de la ruta nacional? ¿Nadie se planteó por qué el isleño pasa noche y día a la vera de la ruta cuidando sus animales y no se mueve de ahí? ¿Acaso nadie pensó qué pasaría si alguien cae a la banquina y choca un animal o embiste al isleño que está parado, cuidando a los animales? No hay dudas que ni el presidente ni el gobernador están correctamente informados sobre la catastrófica situación”, fustigó Cadoppi.
 

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