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Diálogo con Piergiuseppe Otranto, especialista en transparencia en el Estado

 Diálogo con Piergiuseppe Otranto, especialista en transparencia en el Estado

“Los órganos de control además de detectar, deben prevenir la corrupción”


El jueves se realizó en Concepción del Uruguay una charla denominada “Ciclo de Conferencias sobre Gestión y Transparencia en el Estado”.
La iniciativa fue organizada por el Centro de Estudios Judiciales de la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de Entre Ríos.
La jornada inaugural tuvo una convocatoria que superó todas las expectativas, y obligó a los coordinadores a trasladar esa actividad a la sede de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU) por contar con un espacio mucho más amplio.
De esta disertación participaron el doctor Héctor Mairal -académico nacional- y Piergiuseppe Otranto, académico de la Universidad de Bari, Italia.
La bienvenida la dio el decano de la Facultad de Derecho de la UCU, Yamil Bechir; y la presentación estuvo a cargo del presidente de la Asociación de Magistrados, doctor Rubén Chaia, quien remarcó la importancia de este tipo de actividades que ponen el foco en temas sensibles y actuales, “como son la falta de confianza de la ciudadanía en las instituciones y la necesidad de adoptar medidas que contribuyan a revertir la situación comenzando por recomponer los lazos con la comunidad a partir de valores e intereses comunes donde la justicia actúe no solo con poder sino con autoridad y legitimidad”.
También el doctor Federico Lacava destacó la trayectoria de los exponentes y el marco en que se concibió la charla especialmente desde la relación institucional entre la Universidad de Bari, la Asociación de Magistrados y la Universidad de Concepción del Uruguay, donde se ha creado un ámbito propicio para la investigación y tratamiento de este tipo de temas.
Seguidamente, el doctor Héctor Mairal, realizó un pormenorizado estudio sobre la importancia de contar con leyes claras y sencillas que eviten crear ámbitos propicios para la corrupción que luego se vuelve endémica y estructural.
Mairal se refirió a la “corrupción involuntaria” a la que son sometidos hombres y mujeres honestas a diarias para poder acceder a los derechos que tienen y le son reconocidos pero no los pueden efectivizar sino aceptan determinadas prácticas corruptas lo que termina por destruir la confianza en la función pública. Repasó los conceptos de su tesis y dio una serie de recomendaciones para evitar situaciones que lleven a la corrupción en la administración pública.
También destacó que así como se exige un estudio de impacto ambiental para la radicación de diversos emprendimientos, el Estado debería exigirse un estudio de impacto moral a la hora de dictar normas y leyes.
Finalmente, el doctor Piergiuseppe Otranto repasó lo sucedido en Italia a partir del proceso de transparencia pública y lucha contra la corrupción iniciado en ese país por presión ciudadana (Manu Pulite) y relató las medidas que se han tomado para intentar reducir o bien eliminar las prácticas corruptas. Las iniciativas se vinculan a controles preventivos permanentes en todos los organismos del Estado con sanciones para quienes no cumplan los pasos previamente establecidos y sanciones a los responsables por áreas con funciones específicas de control.
Al término de la jornada y en la sede de la Asociación de Magistrados en Concepción del Uruguay, el doctor Piergiuseppe Otranto dialogó con EL ARGENTINO sobre estos tópicos.
En su exposición Otranto abordó los mecanismos que se están aplicando en Italia para transparentar los actos administrativos del Estado y en ese contexto destacó –entre otros tópicos- la importancia del acceso a la información pública, aunque subrayó que la misma tiene que ser pertinente, específica y accesible en su comprensión. Y ahondó en el concepto al sostener que la transparencia es un antídoto (aunque no el único) contra la corrupción.

-En sus disertaciones se nombró mucho la palabra corrupción, pero en ningún momento se nombró a la palabra impunidad…
-Una buena observación. Fue así porque nos enfocamos estrictamente al tema corrupción desde el punto de vista administrativo o de su práctica. Si esto fuera también una lectura desde lo Penal, entonces correspondería hablar de la impunidad. Para nuestra forma de ver el tema, el problema no es la impunidad sino la corrupción en sí misma. Una vez que el hecho corruptivo cobra luz y llega a la Justicia, entonces hay que focalizar en que no exista la impunidad. Pero nosotros quisimos enfocar el tema o este problema antes de esa etapa. Es decir, la corrupción es un delito que es muy difícil de detectar.

-¿Por qué es muy difícil de detectar?
-Básicamente, porque ninguna de las partes que conforman el delito de la corrupción tienen interés en denunciarlo. Sería ingenuo esperar eso. Por eso el problema de la corrupción no está centrado en la impunidad, sino en que se haga visible y esté a la vista. Es más, las penas pueden estar e incluso pueden aplicarse más allá de que siempre es difícil descubrir los hechos e incluso una vez descubiertos, probarlos. Ese no es el problema, el problema es que exista la corrupción, por eso hablamos de mecanismos para evitarla, y no solamente de su necesaria condena.

-Se sabe que para el mejor espíritu republicano el Estado debe estar dividido en tres Poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Pero al ver los niveles cruzados de corrupción en el mundo, ya no sólo en Argentina, bien se podría pensar que el Estado es un solo poder que está dividido en tres funciones…
-La división del Estado dividido en tres poderes, que es una división clásica del pensamiento liberal y por la cual todos nos formamos, está cada vez más discutida. Y está discutida porque los Estados tal como lo conocimos en el siglo XIX y en el XX, por muchas razones van desapareciendo. Incluso desvanecen paulatinamente los principios que guiaron el nacimiento del Estado nacional y después los que guiaron a los Estados sociales. Y simultáneamente, surgen o nacen otras fuerzas e incluso otros fenómenos que contribuyen a una nueva noción del Estado. Puede que su reflexión, que es muy compleja, sea correcta y haya que comenzar a pensar al Estado como un mismo poder pero con tres funciones diferentes. Cada vez más el Estado en sí se encuentra distinto a cómo lo conocimos o nos formamos o lo concebimos. El desafío será encontrar nuevos equilibrios constitucionales que pongan en juego a nuevas figuras que no se conocían en años, décadas o siglos anteriores y que sin embargo, contribuirían a modificar la cara del poder.

-¿Podría dar un ejemplo de esa nuevas figuras constitucionales que podrían contribuir a modificar la cara del poder?
-Sí. Limitar el rol de las grandes empresas multinacionales y especialmente en la toma de decisiones públicas que terminan afectando tanto al Poder Legislativo a través del fenómeno del lobby, y del mismo modo influyen o contaminan al Poder Ejecutivo e incluso al Judicial.

-De hecho existen muchas empresas multinacionales que hablan con el Estado como si fueran pares…
-No sólo eso, algunas hasta les da órdenes y les exigen determinados tratados de protección, por ejemplo. Además, hay Estados que tienen un Producto Bruto Interno que está muy por debajo de los presupuestos que manejan estas multinacionales.

-Creía que los órganos de controles están para detectar. Pero luego de escucharlo, también se comprende que los órganos de control deben prevenir.
-Esto que usted señala es algo que se comienza a necesitarse cada vez más en todos los Estados. Se trata de un cambio de postura y en el caso específico de Italia, se ha avanzado en los últimos años en materia legislativa; justamente para que los órganos de control de la administración pública no sólo detecten (el hecho delictivo se consumó) sino que prevengan (evitar que la corrupción se concrete). En otras palabras, los órganos de control tienen que tener como función esencial además de detectar, prevenir la corrupción.

-¿Y cómo llegaron a esa necesidad de prevenir?
-Porque en Italia se vio que la represión del hecho corruptible no tuvo por parte del Estado una respuesta eficaz. Y volvemos al primer planteo de su pregunta cuando hizo referencia que no habíamos hablado de impunidad. Ante este escenario, la represión judicial fue insuficiente para evitar la práctica corrupta, se impuso un cambio de estrategia: se sabía que penar no era eficaz; y por eso ahora se piensa que la prevención tal vez lo sea. Es una experiencia en desarrollo. La idea, para que no se entienda mal, no es renunciar a la acción penal, de ninguna manera. Lo que se dice es que esperar a la acción penal es insuficiente, porque lo que realmente nos debe importar es que no se cometan actos de corrupción. E insisto que en el caso de Italia es una experiencia en desarrollo, porque la ley fue sancionada de manera reciente y en cuanto a expectativas prevé una serie de planificaciones administrativas y no de sanción penal.

-Se trata de una reorganización de la administración…
-Exacto. Una reorganización de la administración pública según los modelos dictados por el Estado y que tienen que ser replicados y enriquecidos en cada administración local. El Estado, con sus recursos más amplios y con una autoridad anticorrupción muy calificada y que tiene un cierto margen presupuestario para trabajar, dicta los principios, los objetivos, las líneas de conductas que hay que perseguir por parte de todas las administraciones públicas; y después las debe monitorear. Y de la misma manera, las administraciones en otros niveles del Estado, en Argentina podrían ser Provincias y luego Municipios, deben replicar lo mismo, enriqueciéndolos según la realidad particular de cada distrito.

-El mapa de Transparencia Internacional siempre impacta en la lectura que mide la percepción de la corrupción vinculada con los Estados. Así, hay países que aparecen como los menos corruptos. Pero si esa lectura se hiciera por sus empresas privadas, las que salen al mundo a ejercer corrupción con otros Estados, entonces ya no sería tan benévola esa lectura.
-Es muy correcto lo que señala y además tiene una lectura que evita la hipocresía. Pero recordemos que el mapa de Transparencia Internacional es para reflejar a la percepción sobre los Estados. Y el hecho de que en algunos países esa percepción sea muy baja, no quita que esos países sean autores de fenómenos corruptos en otros Estados. Ahora el problema de países del primer mundo como Italia, que además está en una región o en un área donde la percepción de la corrupción es relativamente baja, el ciudadano común percibe a la corrupción como un fenómeno endémico. Eso nos refleja que la corrupción no sólo se percibe por las grandes corrupciones de empresas privadas globalizadas o a una escala macro. El ciudadano también percibe a la corrupción como una micro, continua, permanente y perversa practica que se ejerce todos los días, en casi todos los sistemas.

-Enseñan los que saben que la mejor almohada para una persona debería ser su conciencia…
-Es muy sabia esa imagen. Hay que comprender que en materia de ética pública las personas no nacemos formadas. De la misma manera que no nacemos ciudadanos. Por eso se debe aprender a ser ciudadano en un sistema de libertad y de responsabilidad y que deben ir siempre de la mano. Si existe una crisis de valores, como existe una crisis de ética pública, nos tenemos que preocupar todos porque refleja que no estamos tomando el compromiso de la responsabilidad y eso abre las puertas para que se nos reduzca las libertades.


Por Nahuel Maciel


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