Se profundiza la crisis lechera, pero hasta ahora no hay escasez del producto en la ciudad

Al bajo valor que recibían los tamberos el año pasado, que estaba por debajo de los 3 pesos el litro de leche en boca de tambo, debido a un derrumbe de casi 50 por ciento en el precio internacional del producto, el arranque del 2016 fue pésimo para la industria láctea. 

En el primer semestre de este año se sumaron otros elementos: fuerte suba de costos en los insumos, principalmente en el maíz y en el combustible, que están  muy por encima de los pagos de la industria a los tamberos. Las inundaciones al inicio del otoño diezmaron la producción láctea en gran parte de la cuenca entrerriana. Así la caída estacional que se da en otoño-invierno y sumado  el mal clima, en abril representó una merma del 24 por ciento de leche con relación al mismo periodo del 2015.  

A nivel nacional la caída se redujo un 17 por ciento en junio pasado, al pasar de unos 960 millones de litros a unos 800 millones de litros.

Sin embargo la crisis lechera no es nueva, se arrastra desde hace tiempo. La producción anual está estancada desde hace por lo menos una década,   en 11 mil millones de litros anuales, producto de la notoria desaparición de establecimientos que en los últimos años decidieron rematar sus rodeos. 

A causa de la baja producción, los industriales creen que la poca leche que se produce en la Argentina debe ser utilizada para la fabricación de productos lácteos más rentables, dejando de lados otros, que a pesar de ser de gran necesidad como la manteca, no genera importante ganancias para las empresas lácteas.

El presidente de la Federación Agraria “Gualeguaychú” Matías Martiarena opinó en cuanto a la crisis lechera: “Son varios los factores en la baja de la producción, tenemos que contemplar una serie de cuestiones, primero la cantidad de tambos que cerraron que producían menos de 1500 litros de leche diarios, porque los costos fijos aumentaron y el volumen de producción siguió siendo el mismo.

Otra cuestión a tener en cuenta fueron las lluvias de otoño que dejó al campo sin pasturas, y tuvieron que recurrir al forraje incrementando sus costos”.

El dirigente gremial consideró que: “La infraestructura también incide en el incremento de los costos de la producción al no tener caminos, cuando en el otoño llovieron más de 30 días, obligó a los productores a tirar la leche porque no la podían sacar de los tambos por falta de caminos, todo esto tuvo que ver con la merma en la producción que hoy tenemos”.

Hoy el litro de leche se está pagando 4, 20 pesos en boca de tambo, pero el precio mejoró por la gran demanda de las usinas en obtener el producto y puede llegar a bajar a medida que aumente la producción en primavera.

“Tenemos que juntarnos todos los actores de la cadena láctea, en donde tengamos que contemplar entre todos una ley que fije un precio mínimo sostén en la producción primaria para que le cierren los números a todos los actores de la cadena, para que no haya tanta brecha entre el tambo y la góndola. Hoy la leche sale del tambo a 4 pesos y llega a la góndola a 16 pesos”, agregó Martiarena.

“A su vez el Estado nacional y provincial también tienen su responsabilidad en el encarecimiento del producto al consumidor final, debido a la carga impositiva. Esto es algo que pasa en todos los sectores de la economía”, resaltó.

 “Nosotros gestionamos permanentemente desde la Federación Agraria para mejorar la situación de los tamberos, para esto tenemos una mesa de trabajo en la provincia, cuyo objetivo es poder sostener los tambos que tenemos trabajando siempre en lo urgente, pero no hemos tenido la oportunidad de trabajar lo importante. Desde la entidad siempre hemos venido denunciando lo que se le paga al productor y lo que termina costando el producto en góndola”.

Como sucede en los grandes centros urbanos del país, al tener nuestra ciudad dos empresas lácteas, el abastecimiento de leche fluida no es un problema al menos en la plaza local. 

La gerente del supermercado Malambo, Silvia Zimmermann explicó que: “Hay leche para la venta y no tenemos problemas con el suministro, hasta inclusive una empresa local lanzó una promoción de un litro y medio de leche en cartón, más medio litro de regalo, lo que el litro termina costando 10 pesos”.

No obstante reconoció que: “Sí notamos escasez  en la manteca debido que las empresas que elaboran las segundas marcas decidieron hacer quesos porque es un producto de exportación, en cambio la manteca tiene menos rentabilidad y menos tiempo de almacenamiento, en cambio los quesos pueden durar meses”. 

Por otro lado las primeras marcas apuestan a postres y yogures para darle más valor agregado a la leche que procesan en sus usinas.

“Lo que vemos aquí no es tanto el valor de la leche que se compra sino el gasto que tienen las empresas, en traslado, mano de obra, envases, el envió del producto final a las góndolas y los impuestos que nos están matando”, resaltó la empresaria supermercadista local.