Consejos para un embarazo saludable
Por lo general cuando se habla de cuidados en el embarazo, la mayor preocupación son aquellas cosas relacionadas con la alimentación, la ingesta de medicamentos requeridos, así como de la salud física y emocional.
Sin embargo, cuestiones un poco más generales suelen escaparse de la información más usual; aquellas recomendaciones que tienen que ver con la vida cotidiana, las actividades y retos que se topan en el hogar y el entorno.
Por ello, estos consejos complementan los cuidados médicos para logar un embarazo feliz y saludable:
1) Viste ropa cómoda, evitando aquéllas que, por compresión, impidan o dificulten la circulación sanguínea de las piernas o abdomen y los movimientos del feto. Ten especial cuidado con las medias y calcetines, que no tengan bandas elásticas compresivas. Utiliza zapatos bajos y cómodos, para evitar caídas.
2) Conviene evitar la exposición solar directa, por la posibilidad de producir o agravar una pigmentación facial que se da en embarazadas (cloasma gravídico). Sin embargo, la luz indirecta del sol (bajo sombrillas, etcétera) es muy conveniente para el desarrollo fetal.
3) Los viajes no están contraindicados durante el embarazo, siempre que se tomen precauciones. No es aconsejable realizarlos a lugares con escasos servicios sanitarios. Consulta qué vacunas y tratamientos preventivos requieres, con antelación suficiente. Hacía el final de la gestación, evita los viajes largos.
4) Siempre que viajes en coche, utiliza el cinturón de seguridad. Úsalo como habitualmente, excepto la cinta inferior, que debe ponerse en la parte inferior de tu vientre, por debajo de tu abdomen. No se debe poner el cinturón alrededor del abdomen, debido a que puede causar lesiones importantes en caso de accidente.
5) Procura no estar en constante contacto con animales (especialmente gatos y roedores), debido a que pueden ser transmisores de ciertas enfermedades que conllevan un riesgo durante el embarazo, como la toxoplasmosis. Si tienes contacto con ellos, lava cuidadosamente tus manos. Por lo mismo, evita el consumo de hígado y carnes crudas o poco cocinadas.
Recuerda que puedes seguir haciendo tu trabajo habitual, aunque dependerá del tipo de actividad y de tu estado de salud previa. Procura realizar tareas en las que no tengas fatiga física o mental excesiva, aunque es una decisión personal, siempre orientada por tu médico.
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