Se inició el juicio contra una persona que violentó un domicilio con fines de robo y agredió al personal policial

A Busatto se le imputó el haberse apoderado en forma ilegítima y conjuntamente con otra persona (a quien se le otorgó una probation) de los siguientes elementos: un TV LCD, marca Samsung; un teléfono celular táctil marca Moto G; un teléfono celular marca Nokia Lumia; un reproductor de DVD; una tablet marca Sony y dos relojes de mano, de varón, marca Buloba; 10.400 pesos en billetes de 100, 50, 20 y 10; una computadora marca Compac; una computadora marca Axo; una escopeta calibre 12 con culata de madera, doble caño, antigua; un televisor LCD marca Philips; una Tablet marca Samsung de 10 pulgadas; un teléfono celular marca LG; un teléfono celular marca Motorola XT 615 con pantalla partida, y un Blue Ray.
De acuerdo a la investigación penal preparatoria que llevó adelante el Ministerio Público Fiscal, Busatto ejerció fuerza sobre una ventana de la cocina de una vivienda ubicada en calle San Juan al 1200; resultando luego aprehendidos en inmediaciones del lugar por personal policial. También se lo imputó de ejercer violencia sobre un funcionario policial cuando al momento de ser interceptado, le causó lesiones en la mano derecha.
Este debate acaparó la atención pública, porque el juicio se inició a menos de un mes de haberse registrado el hecho delictivo del que se lo acusa. Pero también porque quien está sentado en el banquillo de los acusados, es una persona que ya fue condenada este año.
En efecto, Busatto fue condenado el 26 de abril a la pena única de 3 años y ocho meses de prisión de efectivo cumplimiento por encontrarlo responsable del delito de hurto simple reiterado (fueron dos hechos), además de violación de domicilio. En este contexto es oportuno enfatizar que dicha sentencia no se encuentra firme porque su abogado defensor recurrió en Casación.
No obstante, esta última condena (que no está firme) es comprensiva de otra pena única dictada el 23 de septiembre del año pasado, por el Juzgado de Garantías y Transición Nº 1, a cargo del juez Mario Figueroa. En esa oportunidad fue condenado a dos años y tres meses de ejecución condicional, la cual a su vez comprendía (por eso era “pena única”) una tercera condena anterior dictada el 13 mayo de 2015, por los delitos de robo calificado por efracción en grado de tentativa y robo agravado por la intervención de un menor de edad.
Ahora enfrenta un nuevo juicio que continuará el lunes 31 de octubre.