Opinión
Cuestiones a resolver
En Paraná, concejales de Cambiemos están elaborando un proyecto que busca usar las motos secuestradas en diferentes operativos de tránsito y que duermen en depósitos para destinarlas –sus repuestos y diferentes partes- a la realización de motocarros para seguir reemplazando los vehículos de tracción a sangre en esa ciudad y también para quienes trabajan como recicladores y que muchas veces lo hacen caminando.
Y en la ciudad, son muchas las motos que nadie reclama y que duermen en un depósito municipal deteriorándose y echándose a perder sin darle ningún uso ni fin.
A mediados de enero de este año, este medio dio a conocer que eran alrededor de mil motos las que se encontraban en el predio del ex frigorífico, situación que también genera gastos al municipio que debe prever personal que custodie el lugar, entre otras cosas.
Al parecer es la falta de reglamentación de una ley a nivel provincial la que traba al municipio para poder hacer algo con ellas, ya que hay una ordenanza local aprobada en esta materia.
Se trata de la Ley 10.295 de “Régimen de disposición final de bienes muebles registrables secuestrados por infracciones de tránsito”, que fue sancionada en mayo de 2014 y que establecería un sistema para la disposición final de todo vehículo o motovehículo secuestrado que se deposite en dependencias de municipios o de la provincia a causa de infracciones de tránsito.
Por eso, sería interesante que la provincia avance en esta reglamentación para destrabar una situación que a medida que avance el tiempo irá generando más pérdidas y trastornos a los municipios.
Quizá una vez reglamentada esta ley, a nivel local se pueda evaluar que los fondos que provengan del remate de estos bienes puedan ser utilizados en la compra de motocarros para ir erradicando la tracción a sangre o quizá se pueda considerar lo que se analiza por estos días en la capital entrerriana.
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