¿Y qué tal si empezamos todos a leer?

Solemos creer que para las Fiestas un buen regalo son juguetes si hablamos de chicos o ropa, si de adultos se trata.
También elegimos bolsos, perfumes, carteras, pero difícilmente vayamos a una librería a elegir un obsequio. Y esto ocurre a pesar de que mucha gente se confiesa lectora “de vacaciones”, es decir, cuando los horarios dejan paso a ratos de distensión o, ya que estamos, al tiempo en que la rutina será interrumpida por paseos por la playa, de mares o ríos, según el presupuesto familiar. Precisamente, para esos días “con tiempo”, la lectura de un libro puede ser todo un programa. Y al mismo tiempo, un buen ejemplo para los chicos.
Porque ya se sabe que aunque digamos una cosa, si hacemos otra, la acción va a superar a la prédica...
De manera que cuando se abran las puertas del Centro municipal de convenciones para comenzar dos días de recorridas por puestos de autores y editoriales, tendremos por delante una ocasión para pensar en los demás y seleccionar un libro.
Una buena idea, que podrá serlo mejor cuantos más seamos los que la sigamos.