“La resistencia que hay hacia Cristina va a ir disminuyendo”, resaltó Carlos Raimundi

El encuentro partidario se desarrolló en el Centro Cultural Gualeguaychú (Casa de la Cultura) y contó con la participación de dirigentes de distintas políticas.  

Carlos Raimundi, quien fuera militante radical en los 80, formara parte del gobierno de la Alianza al unirse al Frepaso de Chacho Álvarez, se refirió al futuro del kirchnerismo, y a la falta de liderazgo de la política del Gobierno nacional, al considerar que el Pro  “gobierna para las empresas”. 

Destacó que el intendente Martín Piaggio “representa los mejores valores del movimiento nacional y la impronta de lo que fueron los últimos 12 años de gestión del país”.

El dirigente político mencionó que: “En un año electoral todas las organizaciones políticas se están organizando, debatiendo y haciendo sus propias composición de lugar de cómo son los posibles escenarios políticos, y electorales de este año y nuestro partido como parte del FpV hace lo propio. Hemos recibido a los representantes de distintas provincias para construir y reafirmar una inteligencia común sobre el presente y el futuro del país.

También tuvimos una reunión muy productiva con el intendente y su gabinete que me pareció muy buena y sobre todo la reafirmación de un modo de gestión que responde a una línea de pensamiento muy arraigada en los movimientos nacionales en un contexto de política nacional adverso, que nos lleva a reafirmar las grandes líneas de la gestión a pesar de no tener el apoyo político y económico que merece”. 

 

-¿A un año de la derrota electoral, por qué no ha surgido un líder dentro del PJ que aglutine al peronismo a nivel nacional?

 -No he tenido a lo largo de mi vida una militancia orgánica dentro de la estructura del PJ, si me siento parte del movimiento nacional que está sustentado en tres grandes pilares, la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, pero el peronismo como memoria es mucho más amplia que el PJ. 

El Justicialismo tiene una tradición de estar aglutinado detrás de un liderazgo durante el tiempo en que ese liderazgo conduce al Estado, pero cuando hay una derrota electoral y un alejamiento de la conducción del Estado sin ninguna duda impacta y no hay forma de evitarlo en ninguna fuerza política, pero sobre todo en un espacio que está tan consustanciado con la conducción del país.

Después de eso hay distintas maneras de actuar, hay quienes hemos reconocido la gestión de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, y que la derrota se produjo no por las cosas que habría que haber hecho de otra manera y de que quedaron pendientes, sino que nosotros leemos la derrota por la tremenda reacción que tuvo el poder fáctico, el poder real  que es el poder financiero, el poder mediático al haber visto afectados sus intereses, nosotros no perdimos por nuestros errores, perdimos por haber peleado con los fondos buitres, por haber recuperado YPF, por haber removido la estructura de la SIDE, por haber tenido una política de desendeudamiento, por haber tenido una autonomía a nivel de la política latinoamericana, por haber afectado la renta de ciertos sectores, aún con todas las imperfecciones lógica de cualquier gestión o de la vida, nadie puede ser prefecto. 

Nosotros seguimos respetando y siguiendo siempre el liderazgo de Cristina. Hubo otros dirigentes que ante la gran ofensiva del machismo, del poder económico para poder ensañarse con Cristina, creyeron que era algo del pasado y en una actitud egoísta dijeron que ya no reconocían el liderazgo de Cristina, pero ahora se están dando cuenta, que aunque no estén tan a gusto como yo me siento acompañando la conducción de Cristina, ya están viendo que a medida que el macrismo cae en picada y a medida que la señora se mantuvo siempre en una actitud clara de polarización, la figura de Cristina vuelve a tener consideración. 

Entonces esta cuestión de estar encontra de ella está comenzando a revertirse en el electorado y en algunos dirigentes aunque todavía falta. Tenemos hombres tan inteligentes como Durán Barba que dice que es cierto que Cristina aún tiene un piso muy alto y es una de las dirigentes que más convoca, pero también tiene mucha resistencia y es allí donde hay dirigentes que tienen mucho reparo.

Creo que el humor social está cambiando, esta última semana fue lapidaria para el macrismo, lo del Correo fue mucho más visible que las cuentas en Panamá, la cuestión de los jubilados y sobre todo el semblante de Macri en la conferencia de prensa de un hombre tremendamente dubitativo que por más de un momento nos hizo acordar a De la Rúa, al ser un barco a la deriva, sin rumbo, sin liderazgo.

Todo esto se va conformando en el tiempo, no por una cuestión abstracta, sino que llega el incremento de las tarifas de los servicios, porque llega el tiempo de la compra de los útiles escolares de los chicos, porque la apertura de las importaciones hacen perder puestos de trabajo por el cierre de talleres y fábricas, por una cantidad de cosas que afectan a la vida real de las personas, que hoy están revalorizando lo que era el proyecto económico y político productivista y mercado, internista de la gestión de Cristina. 

Por eso creo que la resistencia que hay hacia Cristina va  a ir disminuyendo y se dará el crecimiento de su figura. El liderazgo no es una cosa que se lo pueda cambiar por el repuesto de un engranaje, un liderazgo es una condición histórica y social, cuesta tiempo y no es fácil reemplazarlo.