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Diario El Argentinomartes 19 de marzo de 2024
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Acepta los desafíos porque sabe cómo hacerlo

Acepta los desafíos porque sabe cómo hacerlo

   Es Licenciada en Bromatología y desde 2003 trabaja en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Luego de muchos años de viajar al centro que el organismo tiene en Concepción del Uruguay, desde 2016 Angelina Schmidt cuenta con la unidad de extensión de INTI en Gualeguaychú, y por medio de un convenio, la Corporación del Desarrollo le facilita una oficina en su sede y otra en el Centro de vinculación del parq



¿Cuál es tu trabajo?, preguntamos para saber que lo suyo “es el asesoramiento a empresas en la mejora de la gestión general de la producción, los recursos humanos, la comercialización, el marketing, el diseño, la administración. También brindamos capacitaciones y de hecho, este año vamos a hacer un pool de capacitaciones relacionadas con Kaizen (“cambio a mejor” o “mejora” en japonés, aunque traducido habitualmente al español como “mejora continua”) explicó, para agregar que por la relación del INTI con JAICA (Japanese Agency for International Cooperation, en inglés; Agencia de cooperación internacional japonesa) fue becada y viajó a Japón en 2007, donde se abocó a la mejora en la productividad.
Por entonces, ya estaba en pareja con Edgar, pero aún no habían llegado Agustín y Antonella.
Volviendo a su capacitación en Japón, Angelina dijo “muchos de los que trabajamos en INTI nos capacitamos con ellos para fortalecernos en los conceptos de la mejora en la productividad bajo la línea japonesa, porque tienen un programa específico para los países en vías de desarrollo”.
“Viajé con gente de República Dominicana, Colombia, Pakistán, Túnez, y estuve dos meses alojada en un centro de formación que a su vez tiene alojamiento”, relató.
Además de aprender de lunes a viernes y hacer recorridas con su grupo los fines de semana, Angelina comprobó que había cursos que se dictaban en castellano.
“En el centro-norte de Japón no se habla mucho nuestro idioma pero en el sur hay muchas familias españolas o de América latina. De hecho, tienen canales de TV en castellano, especialmente los de comida, porque para ellos, es más fácil nuestro idioma que el inglés. Las letras en japonés se pronuncian como se leen, como hacemos nosotros. Por eso para ellos es más difícil el inglés, que lo usan sólo los que salen al exterior”.
Habiendo mencionado las capacitaciones japonesas para los países en vías de desarrollo, se nos ocurrió preguntar si ha tenido observaciones del tipo “te entrenan para producir con el sistema de ellos como método de dominación” y Angelina dijo “por ahí surge esta cuestión. Pero ellos insisten mucho en que en el ´45 sufrieron una devastación completa. De hecho, parte de mis docentes eran niños cuando cayó la bomba en Hiroshima y lógicamente no vivieron con sus padres. Fue muy duro. Pero renacieron de las cenizas y se propusieron avanzar a través de la productividad. Y de hecho, el mismo país que los bombardeó, les dio una mano después para fortalecerse. Entonces agradecen la ayuda que recibieron de muchos países y recalcan que hoy son potencia pero saben que así como en un momento estuvieron devastados, pueden estarlo otra vez. Y saben que dando una mano a distintos países, si ellos la necesitaran, esos países responderán. Por eso son muy solidaros con el conocimiento y la experiencia”.
Volviendo a su trabajo cotidiano, Angelina dijo “ha sido significativo esto de vincularnos desde el INTI con distintas organizaciones como la Facultad de Bromatología, la UCU, Sedes Sapientiae, UADER, el municipio y con cada organización con la que podemos hacer un proyecto. Ahora, estamos con un trabajo conjunto la mayoría de las Universidades, el municipio, el CONICET y nosotros para fortalecer la cadena de valor de los pescadores de Gualeguaychú”.
También fue la responsable de la charla sobre los desafíos que hoy asume la mujer en el mundo laboral, algo que tiene bien claro porque como dijo, “tengo un gran compañero, mi marido, y los roles son totalmente compartidos”.
Y si bien como aclaró, “no soy trabajadora social ni psicóloga”, conoce del tema porque “ trabajo con muchas mujeres emprendedoras y esta charla muestra que si una conoce cuáles son las barreras que hay que vencer, muy probablemente las salve si se prepara”.
“De todos modos -destacó- lo más interesante es la interacción, conocer distintas realidades. Creo en el intercambio porque escuchando se aprende”.
Como se ve, Angelina está convencida de lo que hace: como mujer, mamá, como licenciada en Bromatología, como servidora pública en el INTI y también lo está de poder asumir desafíos, siempre, claro, preparándose para vencer las barreras y seguir adelante.

Silvina Esnaola


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