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Ciudad

El sueño de la casa propia se transformó en un barrio

El sueño de la casa propia  se transformó en un barrio

  Hay barrios que son tan grandes, que con el paso del tiempo se fueron dividiendo en otros barrios. Como una Matrioshka, también llamada en español Mamushka, cuya originalidad radica en que una muñeca alberga o contiene a otra; y ésta a otra y así sucesivamente.


En la Gualeguaychú de hoy, pasa algo similar: barrios que contienen a otros barrios. Este es el caso de Suburbio Sur, que abarca doce barrios (Loteo Benetti; Ernesto Guevara, Fiorotto I y II; Don Pablo I y II; Molinari; Vidal; Vicoer 100; Toto Irigoyen; Jockey Club y el Loteo Bursese, que es el barrio que hoy habita esta sección.

El Loteo Bursese abarca desde las calles Galeano hasta Pereyra y desde el bulevar Martínez hasta Juan Pablo I. Son aproximadamente ocho manzanas que contienen a 70 familias que compraron el lote, luego con sus ahorros fueron levantando su hogar.

Tiene la particularidad que es un barrio que no nació por la impronta de los planes estatales o por los aportes de créditos hipotecarios (hay menos de cinco viviendas Procrear, por ejemplo); sino que se levantó con el esfuerzo individual de cada familia.

Al igual que las Mamuskha, donde una muñeca conserva la expresión de la anterior, en Suburbio Sur, los barrios tienen la misma impronta: una identidad innegociable y por eso mismo bien particular que hace de la diversidad una oportunidad para la igualdad. Este barrio tiene tres años. Pero en estos aproximadamente 36 meses ha cambiado su fisonomía, al ritmo de la construcción de las viviendas. Un descampado que comienza a exhibir una serie de paredes, luego un techado, un frente… un patio con niños jugando con sus mascotas y sus juguetes… una chimenea que espanta el frío de la época… una madre que llama a la merienda… una vida conjugada, unificada al calor del hogar.

Al barrio se ingresa principalmente por el Acceso Sur y se dobla una cuadra hacia el Sur por el bulevar Martínez hasta la calle Domínguez. El espíritu de chacra todavía está presente, porque la calle Samaniego se presenta como una cortada, pues todavía se espera que la Municipalidad haga la apertura en lo que en un futuro será la plaza del barrio. Lo positivo en este nuevo poblado es que las calles están perfectamente nomencladas y su señalética permite una orientación para el más desprevenido. Un valor que no todos los barrios pueden exhibir.

EL ARGENTINO se encontró en la esquina de Domínguez y Samaniego con el presidente de la Comisión Vecinal, Gastón Kroh; y de inmediato se sumó otro vecino: José Luis Martínez, quienes contaron la experiencia de ser los fundadores de este barrio, pero también los anhelos y proyectos que los impulsan a gestionar ante las autoridades aquellas instalaciones urbanas que le permitirán acceder a una mejor calidad de vida.

En la actualidad están entusiasmado con la posibilidad de que sean incluidos en el programa Mi Barrio tiene Acceso. Mientras tanto proyectan aprovechar el Presupuesto Participativo para construir al menos badenes en las esquinas más comprometidas, de modo de ir a la escuela, al trabajo y comunicarse con el resto de la ciudad disminuyendo las actuales dificultades de accesibilidad. “Tenemos muchas necesidades. Las principales son mejorar las calles, porque cuando llueve se hace imposible transitar. Si bien no tenemos grandes problemas de inseguridad, la iluminación pública existente está más por esfuerzo de los vecinos que por la Municipalidad. Y lo otro que es necesario es poder contar con servicios esenciales para vivir en sociedad como es el de una línea de teléfono fija y con ella internet”, describe Kroh y aclara: “No es una lista de quejas, sino los anhelos que tenemos para seguir creciendo”.

La Mamushka (sea su origen ruso o japonés como hay otras versiones) representan la maternidad y la fertilidad; y con ello la imagen de familia y con la unión de familias el barrio y con la unión de los barrios la ciudad. Así es Gualeguaychú, una comunidad que tiene su comunión en ser madre de su propia obra. Este es el espíritu del Loteo Bursese, un barrio nacido hace tres años y que ya tiene identidad propia.

Nota completa, edición papel.


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