Los hombres de campo recordaron a su sacerdote
Poco antes del mediodía de ayer, la cabalgata proveniente de varias localidades del interior del departamento llegó al cementerio a rendir homenaje al sacerdote Luis Jeannot Sueyro junto al panteón que ha sido declarado Tumba Histórica, en el día en que habría cumplido cien años.
Acompañando a los sacerdotes Bourlot, Visconti y Reverditto, los jinetes cabalgaron rezando y pasando por los lugares donde solía evangelizar Jeannot.
“Venimos a pedir por la paz eterna del padre”, dijo Oscar Bourlot a EL ARGENTINO,
“La idea salió porque el padre llegaba mucho a la gente de campo. Esto es algo así como tomar la antorcha que dejó”, expresó, para destacar “ Jeannot nos predicó la santidad, entonces el mensaje es “tengo que ser santo y seguir los pasos de su enseñanza”.
Juan Carlos Urriste, visiblemente conmovido por la ceremonia que acababa de concluir, compartió su satisfacción por la charla que brindó la noche anterior el Profesor Pedro Luis Barcia y por las anécdotas que surgieron espontáneamente tras el responso.
También en el lugar, José Calcagno, del grupo de integrantes del Movimiento de cursillos de la cristiandad contó “colaboramos con la convocatoria de Bourlot organizando las travesías de las cabalgatas que vinieron de Pueblo Belgrano, la Parroquia San Francisco, Urdinarrain y otras localidades”.
Un servicio que brindaron agregando la camioneta que encabezó la caravana, en la que dos parlantes reproducían homilías y tramos del programa de radio desde el que todos los mediodías Jeannot Sueyro se comunicaba con sus fieles, a los que saludaba con su inquebrantable “Amigos del campo”, que todavía se recuerda.
Los homenajes al cura gaucho continuaban ayer por la noche: a las 20 y en la Parroquia Santa Teresita, Monseñor Héctor Luis Zordán celebraba la Misa junto a los sacerdotes de la Diócesis.
Luego, en el Centro Sirio Libanés, un gran festival musical con Los Pereyra, los Hermanos Spiazzi, el sacerdote Jorge Leiva, con la conducción y recitados de Arturo "Boyero" Ronconi, daba el cierre a las actividades previstas para recordarlo.
Silvina Esnaola
EL ARGENTINO
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