Vigencia y presencia
Hoy EL ARGENTINO comparte con su comunidad de lectores y el conjunto de la sociedad sus 108 años de vida.
Siempre fiel a su lema fundacional “En defensa de los intereses generales”, la vigencia de EL ARGENTINO se corrobora con su presencia cotidiana y que es puente indispensable para vivir y ser en sociedad.
Es cierto que pocas firmas empresarias han podido sobrevivir en estos últimos 108 años; pero también es verdad que hay un espíritu emprendedor en cada uno de nosotros y que sumados hacen a los sueños colectivos que han caracterizado a Gualeguaychú en el último siglo y que bien han quedado reflejadas en la memoria de nuestras páginas.
El 6 de febrero de 1911 y dirigido por Nicolás Montana, las páginas de EL ARGENTINO siempre estuvieron abiertas para registrar una historia a diario, apuntalar las ansias de desarrollo y crecimiento de manera sustentable y consolidar la integración de los distintos pueblos en la región.
Con la adquisición de Pedro Ramón Bachini, Agustín Courtet y Juan Etchevarne, EL ARGENTINO expande sus horizontes y se convierte en una voz nítida y oportuna que acompaña el crecimiento de una sociedad para superar no sólo la sensación de insularidad, sino también la de crecer de manera armónica y diversificada.
Luego se afrontarán nuevos desafíos bajo la conducción del escribano Néstor Cardoso Bachini, María Teresa “Pichuca” Pérez Etchevarne de Suilar y Amalia Romanín de Courtet, y que continúa en la actualidad a través de su descendencia con un enorme esfuerzo para que la historia de Gualeguaychú se siga registrando a diario y sea maestra de vida.
No es casual que las páginas de EL ARGENTINO también resguarden las epopeyas de una comunidad que ha sabido sembrar la conciencia ambiental en la defensa del río cuando se opone a la presencia de emprendimientos pasteros; y de manera más reciente en la lucha contra el mal uso de los agrotóxicos. O cuando se advierten las obras de infraestructura que son pertinentes si se tiene aspiraciones a un mañana mejor; o se acompaña el nacimiento de diversos emprendimientos que tiene en el semejante a una de sus mejores inspiraciones.
Con errores y aciertos, EL ARGENTINO siempre ha encontrado en la pluralidad y la tolerancia, una oportunidad para enriquecer las ideas. Por eso no es casual que cada página de EL ARGENTINO sea considerada como parte del patrimonio histórico de los gualeguaychuenses.
Cumplir 108 años de vida es de por sí una oportunidad para celebrar… y para agradecer; porque nadie crece ni se desarrolla solo o de manera aislada.
Atravesar el siglo de vida implica consolidar el gran abrazo entre EL ARGENTINO y Gualeguaychú y saberse parte de una misma identidad por compartir un pasado en común, afrontar juntos el desafío del presente y saberse acompañados en las ansias de un futuro en común.
Vigencia y presencia implica una permanente actualización, pero sin erosionar el origen, es decir, la defensa del interés general; y el saber –como enseña la Biblia- que solo la verdad nos hace libres.