Un jefe, varios asaltantes y un policía cómplice en la banda delictiva desbaratada

 

La investigación que comenzó a fines de febrero contra varios “viejos conocidos” del ámbito delictivo de Paraná logró determinar cómo se conformó una organización dedicada a dar golpes en viviendas y comercios en la capital provincial, y la modalidad que utilizaban como un sello propio de la banda.

 

La pesquisa, a cargo de la División Robos y Hurtos de la Policía provincial se desarrolló con seguimientos, trabajo de calle y escuchas telefónicas, información que se cruzó con las pruebas obtenidas en los robos que perpetraron, para así conformar un caso que podría llevar a los implicados varios años tras las rejas.

A esta banda le imputaron seis hechos. Entre ellos, el último fue el robo de una caja fuerte de más de 400 kilos con 700  mil pesos a un comercio de Paraná que gira bajo la razón social De Campo; por el cual ya habían apresado a Emanuel Santana, quien estaba con arresto domiciliario; pero también varios ilícitos, por ejemplo contra un hombre, jubilado de Vialidad, al que maniataron en su casa y le sacaron solo celulares, porque se equivocaron de domicilio; el intento de robo a la Farmacia Luz y Fuerza, donde tenían mal el código de la alarma; otra casa donde se llevaron una moto; y un local donde taparon la cámaras de seguridad con pintura en aerosol.

El líder de la banda es Carlos Alberto Lito Farías, de 45 años. El hombre estaba libre, y hace poco firmó un juicio abreviado de dos años de prisión por varios robos, pero por el receso judicial por la emergencia sanitaria aún no lo habían encarcelado, y seguía delinquiendo. Tiene antecedentes, además, con otros asaltantes conocidos como Neri Romero y Sebastián Togni. También participó del brutal robo a una pareja de ancianos en calle Malvinas, hace varios años, consignó el diario Uno de Paraná.

Farías obtenía la información de los lugares donde había altas sumas de dinero para sustraer, y según el tipo de robo enviaba a los integrantes de la organización indicados.

Uno de sus cómplices, también detenido el martes pasado, es Sandro “Carpincho” Vega, quien también está condenado por un grave asalto con privación de la libertad contra unas víctimas en Santa Elena (Departamento La Paz), y cuenta con causas por narcomenudeo. Igual que Farías, iba a cumplir su condena cuando sobrevino la pandemia.

Farías sumó a su banda a un hombre recientemente egresado de la cárcel tras cumplir una condena por robo calificado: Ramón “Lágrima” Venecio.

Los investigadores policiales tenían en la mira hacía un tiempo a un uniformado de apellido Barbieri (que tendría el grado de cabo), cercano a la banda de Farías, que trabajaba en la Comisaría Novena de Paraná. Hace unas semanas lo allanaron y le secuestraron una moto robada que había sido utilizada para cometer un asalto en una estación de servicios en Aldea Brasilera, y desde entonces está en disponibilidad de la Policía y con sumario administrativo en marcha. Además, para ese hecho le habría prestado su uniforme a un ladrón que lo utilizó para el atraco a mano armada.

Sospechan que Barbieri pasaba información y hacía trabajos de inteligencia para la banda.

Cuando le robaron al jubilado de Vialidad los tres celulares de su casa (el blanco era el vecino), la información de la empresa de telefonía aportó datos para rastrear a los ladrones. Uno de los aparatos lo tenía la hija de Farías; otro una mujer con domicilio en el barrio Anacleto Medina que vendía drogas y fue detenida hace un par de semanas en un allanamiento de la División Homicidios; y otro por una persona que estaba en la ciudad de Victoria.

Una de las compradoras de un celular indicó como vendedor a una persona cuyas características físicas y el auto Renault Clio en que se movía coincidían como uno de los delincuentes que la División Robos y Hurtos tenía sindicado en esta causa: Sandro Godoy, quien es hermano de Santana, el ladrón que participó del resonante robo contra la firma Hidráulica Ledehros.

Además, a Godoy lo conocían porque integraba la barra brava de Patronato y fue acusado por la golpiza que les dieron a chicos de una escuela de Strobel (Departamento Diamante), que estaban en la tribuna visitante durante un partido con Unión de Santa Fe.

El martes pasado por la mañana se realizaron 15 allanamientos en Paraná, donde se secuestraron pruebas de interés para la causa, como la camioneta utilizada para llevarse la caja fuerte del local De Campo, un contador de billetes, motos compradas luego de los robos, porque así lo indicaban los documentos de compra-venta, y vehículos utilizados en los ilícitos, que quedaron registrados en videos de cámaras de vigilancia, publicó el diario Uno.

Entonces, Farías, Vega, Venencio y Godoy fueron los detenidos del martes, pero no se descartan nuevos arrestos en los próximos días, puesto que hay más identificados como integrantes de esta banda.