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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
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El 25 de Mayo, la Fiesta que nació para elevar el espíritu del pueblo

El 25 de Mayo, la Fiesta que nació para elevar el espíritu del pueblo

El año pasado la fiesta reunió a más de 30 mil personas, hoy no podemos juntarnos pero nuestro espíritu comunitario no debe sucumbir.


 

Por primera vez desde el 2004 cuando la fiesta pasó de la plaza San Martín al Corsódromo, no se podrá realizar los tradicionales festejos por la pandemia. Hoy encontraremos un predio desolado,  sin los olores típicos de la gastronomía criolla, sin las agrupaciones gauchescas y sin las miles de parejas que todos los años se preparan para bailar el pericón.

 

La masiva fiesta del 25 de Mayo, fue creada por la Dirección Ceremonial y Protocolo del municipio, durante la gestión de Emilio Martínez Garbino, para elevar el espíritu de un pueblo que padecía una de las peores crisis económica, social e institucional desde la conformación del país en 1853.

Nuevamente tenemos que enfrentar grandes desafíos, tal vez tan grandes como aquellos patriotas que tuvieron la osadía de desafiar el todo poderoso Imperio Español y conformar un primer gobierno patrio, luego de una serie de acontecimientos que se sucedieron desde el 18 de mayo hasta el 25, y que se llamó la Revolución de Mayo.

Hoy tenemos que enfrentar, la incertidumbre de una pandemia que no sabemos cuánto terminará, que está convirtiendo a la ciudad en un gran comedor comunitario, porque los clubes, las escuelas, las parroquias de barrio los vecinos se juntan como pueden para darle asistencia alimentaria aquellos que perdieron el trabajo o a los que la asistencia del Estado no les llega o no les alcanza.

El municipio tendría que haber buscado la forma de mantener el espíritu festivo, convocando a cada institución educativa a que llevara una bandera representativa para colgarla en la pasarela, y el propio intendente tendría que dar su discurso como todos los años a la hora señalada en el mismo lugar, esta vez en soledad, pero con la participación de todos los gualeguaychuenses a través de las redes sociales.

No podemos estar juntos, ni hacer actos masivos, pero sí podemos seguir fortaleciendo entre todos los valores patrios que nos inculcaron nuestras maestras en las aulas y nuestros padres a través del sacrificio cotidiano.

 

 El comienzo de una

tradición ciudadana

 

Desde el año 2001, nuestra ciudad decidió romper los aburridos actos protocolares y realizar una gran fiesta en plaza San Martín.  

Silvia Videla, en ese momento, era parte del área de Ceremonial y Protocolo del municipio, y era intendente, Emilio Martínez Garbino, quien le propuso pensar alguna manera de lograr una celebración más cálida y convocante.

En una nota que Videla rio a EL ARGENTINO el 25 de mayo del 2018, recordó que: "Después del primer año de su gestión, Emilio me dijo que tratara de que los actos sean  menos pobres, que haya más gente además del intendente, funcionarios, abanderados y padres de los abanderados. –Vamos a tratar de que el pueblo participe y todos tengan ganas de festejar el 25 de mayo- , me dijo".

"El primer año, si bien tratamos de invitar a todo el mundo, se hizo un poco mejor pero tuvimos todo el segundo año para pensar. Entonces se nos ocurrió hacer pulperías, casa antiguas, Cabildos, patios coloniales", recordó. Y agregó que "me acompañaba Lucy Ingold quien dijo –sí, en las pulperías jugaban a las cartas, al truco, a la taba – y así fuimos dándole forma y salió el primer 25 de mayo".

Recordó que: "Ese primer 25 fue maravilloso, porque mucha gente se quedó en la plaza durante todo el día, al otro día los comentarios fueron extraordinarios, más de los estudiantes que vendieron cosas que jamás pensaron vender, y eso les ayudó mucho para sus paseos del estudiante o fiestas de egresados, y quedó mucha gente entusiasmada".

Al segundo año se agregó al baile, el chamamé, y ya de 28 pulperías pasaron a tener 52 inscriptas, número que se fueron acrecentando, ya que en el tercer año fueron 87 y los siguientes nunca bajaron de las 100, 120 stands.

"Después del cuarto año la gran prueba fue el paso al Corsódromo, ya que en la intendencia de Irigoyen, se comenzaron a hacer trabajos en la Plaza San Martín, y tuvimos que trasladar la fiesta de lugar. Fue un gran desafío, porque el lugar era enorme, pero no se sintió así con 120 pulperías y 2400 bailarines", expresó.

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