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Podrían comenzar en breve las obras en la Escuela Pablo Haedo
Este lunes, el Gobernador Gustavo Bordet, junto a la vicegobernadora Laura Stratta, el ministro de Planeamiento, Marcelo Richard y la secretaria de Energía, Silvina Guerra, firmó contratos para ejecutar seis obras por un monto superior a los 87.500.000 pesos en distintas ciudades entrerrianas.
Una de ellas atiende la infraestructura escolar de la escuela secundaria Nº 12 de Gualeguaychú Pablo Haedo, que fue adjudicada el miércoles 24 de junio a la empresa Orlando José María Peterson.
Con un monto de 15.791.914,21 pesos y un plazo de ejecución de obra de 240 días corridos, la empresa adjudicada se hará cargo de la ampliación y reparación del edificio de la escuela Profesor Pablo Haedo, que en esta primera etapa comprende la construcción de dos aulas, un grupo sanitario con accesibilidad para personas con movilidad reducida y un laboratorio.
La Directora de la Escuela Pablo Haedo, Profesora Anahí Baigorria, dijo ayer a EL ARGENTINO sobre la sobras a realizarse “se construirán un cuerpo de baños para varones y mujeres y personas con movilidad reducida, un laboratorio y dos aulas” y agregó que hasta el momento no saben con qué equipamiento se entregará este laboratorio.
Baigorria aclaró “no son una ampliación de aulas sino dos aulas nuevas a construirse en el cuadrante del fondo, de calles Paraguay y Guido Spano”.
“En este momento, dijo, la escuela tiene 10 aulas con capacidad normal, es decir que caben veinte alumnos en tiempos en que no debe respetarse distanciamiento, más otras dos que construyeron los docentes, para lo que debieron cerrar unos pasillos, y que por ser pequeñas, son utilizadas por los alumnos de 6º año, que son unos seis por curso”.
“Éstas debieron hacerse porque se amplió la matrícula de la escuela, se abrió otra modalidad hace unos cuatro años y se necesitaban espacios áulicos.
Baigorria recordó “el trámite de este proyecto está iniciado en 2009. Es un expediente que ha llevado su tiempo. El tramo a ejecutarse es un tercio de ese proyecto original, porque a la escuela le faltaría, para completarse, un cuerpo de dependencias de dirección, otra preceptoría y un salón de usos múltiples equipado completo para actividades deportivas”.
En 2009, dijo nuestra entrevistada, la matrícula de la escuela era la mitad de la que tiene hoy, que suma 450 alumnos que asisten divididos en dos turnos. Y a cada uno concurren dos divisiones, de 1º a 6º año.
Este incremento en la matrícula se debe, como explicó Baigorria, porque absorbe a muchos estudiantes de la zona norte, que ha crecido mucho y a los que les queda más cercano este establecimiento que el Colegio Clavarino.
De plantearse una vuelta a clases en agosto, Baigorria dijo que tendría que revisarse con la Dirección departamental de educación el protocolo a seguir por la situación actual del edificio.
“El regreso a la escolaridad en un 100 por ciento es complicado, no sólo por la capacidad de las aulas sino por los baños. Este año -recordó- además de requerirse la concreción de estas obras, (las licitadas), se hicieron varios reclamos por el mal estado de los baños, que estaban sin agua y deteriorados por el uso; también por la falta de uno para uso de personas con movilidad reducida, que es imprescindible porque tenemos alumnos que los necesitan. Antes de la cuarentena, la Dirección departamental de Educación solucionó en parte la cuestión de los sanitarios, no obstante, no dan abasto por la cantidad de alumnos”.
Vale aclarar que el nuevo cuerpo sanitario no suplirá los baños existentes, sino que vendrá a complementarlos.
Y esperar el inicio de las obras en la Escuela Pablo Haedo , un edificio nuevo, de unos treinta años, posterior a la creación de la escuela en sí.