El trabajo de lunes a lunes de los voluntarios del Nodo Epidemiológico del Hospital Centenario

 

En el nodo epidemiológico trabaja un grupo de estudiantes avanzados en Medicina (en su mayoría, porque hay una integrante de la carrera Fonoaudiología) y lo hacen en la sala de la planta alta del Hospital Centenario, donde se dictaban las clases de enfermería.  

 

La función específica es la comunicación diaria, para su seguimiento, de las personas que se han reportado como contactos estrechos de posibles infectados de coronavirus.

 “Nuestro trabajo es generar las redes de contactos, captando los casos sospechosos y positivos. De haber un sospechoso se aísla a todas las personas con las que tuvo contacto 48 horas antes de la presentación de síntomas, que es el periodo de incubación. También buscamos nexos, porque estamos en fase de transmisión por conglomerado”, explicó Mariano Etchegoyen, integrante de este equipo junto a Martina Correa, Camila Modernel, Mariana Gette, Priscila Colombo, Magalí Juárez y Diamela Michel.

Para esto solicitan los datos necesarios a quienes reportan síntomas y desde ese momento, comienza la tarea de los llamados telefónicos para conocer el estado de salud de estas personas.

“Confiamos en los datos que nos da la persona respecto de los contactos que tuvo, y nos comunicamos con ellos. Les indicamos un aislamiento preventivo hasta tanto se tiene el resultado del hisopado. Si fuera negativo se les otorga el alta y de ser positivo, se les informa que deben cumplir catorce días de aislamiento”. Y también durante este tiempo, los llamados desde el Nodo son diarios.

Allí se trabaja “de lunes a lunes”, como dijo Mariano, de 8 a 14 ó 15, según el movimiento que haya,  y a pesar de que cueste creerlo por tratarse de jóvenes voluntarios que dan su tiempo entendiendo la seriedad de la situación sanitaria, reciben todo tipo de respuestas. Aunque como dijo “la mayor cantidad entiende y establecemos diálogos amenos”

“Tratamos de comprender la situación que la persona está pasando y hacemos el llamado con conciencia y buena actitud, para que resulte un momento lindo”, dijo nuestro referente del Nodo, que agregó “es un lindo trabajo y hemos formado un lindo grupo. Empezamos como voluntarios y seguimos haciéndolo porque es gratificante”.

 Al margen de hacerlos sentir bien, como dijo Mariano, el estar en el hospital les da escuela porque están en el ámbito donde trabajarán a futuro, cuando logren sus títulos universitarios.

“Estás en el ámbito en el que estarás cuando te recibas. Por eso nos gusta a todos este trabajo”.

Además, y pese a la seriedad de la pandemia, Mariano tiene plena confianza en el trabajo que hacen porque como dijo, “el captar los contactos y hacer que esas personas permanezcan en aislamiento, hace que el virus no siga circulando y contagiando”.

A propósito de esto último, vale decir que Gualeguaychú tiene status de contagios por conglomerado, no circulación comunitaria.

Aunque muchos lo sepan, vale decir que la transmisión por conglomerado es la que se da en un grupo específico, esto es, cuando hay cierta cantidad de personas contagiadas sin saber quién las contagió.  

“En los casos de la gente que se contagia y no sabe cómo, hay que indagar hasta que se encuentra el caso índice y a partir de esto se resuelve”, explicó Etchegoyen al finalizar la charla.