“Seamos libres y lo demás no importa”, las palabras de San Martín que resonaron en Larroque

Presidido por el intendente Leonardo Hassell se llevó a cabo el acto “Homenaje al Padre de la Patria”, en la plaza que lleva su nombre, que contó con la presencia de los concejales Cristina Méndez Casariego y Gustavo Vecchio, los secretarios, de Gestión Cultural y Educación, Analía Duarte; de Gobierno, Mauricio Krenn, de Hacienda y Finanzas Públicas, Rodrigo Cobre y de Desarrollo Humano, Natalia Benítez.

 

Acompañaron el Juez de Paz, Ricardo Chaia, el Jefe de la Comisaría local, Julio César Giménez y Norberto Fiorotto representando a la Parroquia “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”.

Luego de las palabras de bienvenida, se procedió a la colocación de una ofrenda floral en el busto de Don José de San Martín, a cargo de Leonardo Hassell y Analía Duarte, para luego realizar un minuto de silencio, pasar a la lectura de la Oración de la Patria a cargo de Norberto Fiorotto y palabras alusivas en la palabra de Natalia Benítez.

El discurso de la secretaria de Desarrollo Humano, destacó la labor del Padre de la Patria y comparó su grandeza de acción y pensamiento, con los tiempos que estamos viviendo.

“Hoy nos convoca en esta plaza emblemática de nuestra ciudad un nuevo aniversario del fallecimiento de quién fuera el “Libertador” de la América Grande, José Francisco de San Martín.

Difícil es encontrar las palabras precisas y conceptos adecuados para describir e ilustrar la historia de vida de éste héroe de nuestra Patria.

Nació el 25 de Febrero de 1.778 en Yapeyú, hoy provincia de Corrientes. A corta edad ingresó como cadete al regimiento español de Murcia y en poco tiempo se conformó como parte activa en numerosos combates en España y en Norte de África.

A partir de ese momento su carrera militar y sus ideales de Libertad, ancladas en sus raíces americanas, fueron constituyendo y dando forma a los diferentes planes estratégicos que nos dejaron como herencia, ideales republicanos, soberanos, educación universal, libertad de expresión e igualdad. 

Las conocidas Máximas redactadas en 1825 para Mercedes, su hija, donde le aconseja el amor a la verdad, la tolerancia religiosa, la solidaridad y la dulzura con los pobres, criados y ancianos, amor al aseo y desprecio al lujo; dejan al descubierto su ética y sabiduría en sus pensamiento y decires.

Más allá de los hitos imprescindibles de su historia como el Combate de San Lorenzo o la hazaña del cruce de los Andes y las consecuencias libertadoras que el mismo les propició a nuestro país, Chile y Perú; me interesa rescatar una frase, la cual se duda de su autoría pero que se alinea e ilustra sus ideales. La misma fue propiciada antes de encarar tamaña travesía, y reza: ‘Seamos libres y lo demás no importa’.

En la difícil actualidad que nos toca transitar a nivel mundial y en igualdad de condiciones para toda la humanidad, se ha escuchado por diferentes medios de comunicación y redes a nivel nacional una convocatoria a marchar, parafraseando tal ideal, en búsqueda de libertades individuales.

Marcha que visibiliza la falta de empatía y de responsabilidad social que atañe a ciertos sectores descreídos de las consecuencias que ésta batalla contra un virus invisible trae para nuestra salud integral, sistema sanitario y economía. Sin dejar de mencionar que la misma desoye de medidas sanitarias hartamente repetidas por todas las autoridades vinculadas a la salud como así también la legislación vigente que se fueron tomando como medidas de hacer frente a la misma.

Quiero recordar que todas estas medidas sanitarias oportunamente tomadas nos permiten hoy hablar de números muy diferentes a los países vecinos, que no se confunda con que los mismos nos permitan pensar en que hemos vencido la batalla. Todo lo contrario. En este punto y en contraposición quiero citar otra frase emitida por San Martín, a saber: ‘La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder’. 

No nos creamos poderosos frente a esta batalla, universalicemos nuestros esfuerzos, sostengámonos entre todo juntos en el pensar y en el actuar pero distanciados en cuanto a lo presencial.

Que la discapacidad de unos pocos no entorpezca el esfuerzo de muchos, muchísimos argentinos y argentinas.

En fin, retomando éste homenaje a nuestro Padre de la Patria quiero cerrar con otra frase emblemática, la cual inspira a sentimientos de hermandad e igualdad: “El General San Martín jamás desenvainará su espada para derramar sangre de hermanos”.