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El Merendero Lucecitas necesita colaboraciones para seguir entregando las viandas familiares de los viernes
Viviana Romero ante la olla gigante de guiso del que no quedará nada sin repartirse.
El merendero Lucecitas, que mantiene su tarea solidaria desde 2011, cuando comenzó en casa de Viviana Romero y su familia en el asentamiento de Juan B. Justo y 1º de Mayo, hoy ha cambiado no sólo de lugar, sino también, su oferta alimentaria para quienes concurren.
Para comenzar, “Lucecitas” ahora funciona en el barrio Toto Irigoyen, en la Casa 1, también de Viviana. Y para seguir, hoy ofrece porciones de guiso de alitas de pollo o menudos con arroz, fideos o polenta, según la disposición de la mercadería.
Otra variante es que si en un principio concurrían unos cuarenta chicos de diferentes edades del barrio y alrededores los sábados para hacer tareas de apoyo escolar, recreación y tomar la merienda, la emergencia sanitaria a causa de la pandemia hizo que estas actividades se interrumpieran para pasar a entregar la cena de los viernes.
“Cuando vinimos del asentamiento y nos instalamos aquí, el trabajo se interrumpió un tiempo, a causa del traslado de este vecindario”, contó Viviana a EL ARGENTINO “pero pasado un tiempo volvimos a trabajar por las necesidades de la gente. También por la nuestra, de dar y recibir amor”.
Los cambios siguieron, porque como dijo “antes la pandemia, los sábados dábamos a los chicos (45) un almuerzo. Con la situación de no poder reunirnos, comenzamos a hacer la comida los viernes y a repartirla en viandas, que retiran los papás”.
Aquí aclaró “tratamos de llenar cada recipiente, porque dada la situación, ahora la comida es para toda la familia”.
Resulta imposible no sorprenderse al saber, por Viviana, que los ingredientes son comprados por esta familia, que cuenta con ayudas esporádicas de particulares.
Hacen milagros para estirar el dinero, así como las porciones, pero Viviana dijo “gracias a Dios podemos hacerlo. Y esto lo hacemos también por mí, porque me hace bien poder brindarme, colaborar en algo. En este tiempo, toda ayuda es poca”.
Pero fuera de esta determinación y del dinero familiar, no hay más. De manera que aunque Viviana asegure “mientras podamos, vamos a seguir haciéndolo”, el hecho de que hoy sean treinta las familias que buscan los viernes las porciones de comida, le hizo pedir a través nuestro ayuda a la comunidad, para poder seguir asistiendo a sus vecinos.
El sueño de Viviana es grande, porque va desde mantener este servicio, poder llenar un poco más los tuppers y hasta poder ofrecer comida otro día más de la semana.
Por eso en el muro de Facebook el mensaje es claro “todos los viernes estamos compartiendo y repartiendo una vianda que viene un adulto a buscar”, dice, para continuar “lo que se cocina es guiso. Si podés, si sentís ganas de colaborar con mercadería, verduras, menudos, alitas o carne, todo lo que sea para un guiso, te lo agradeceremos mucho. Sabemos que el barrio queda lejos, pero podemos pasar a buscar”.
Más allá de la lejanía, cabe decir que las donaciones pueden acercarse a la Casa 1 del “Toto Irigoyen”, ubicada a la entrada del barrio, o comunicándose a través de los teléfonos 3446 453389 y 0344 2476418 y también por medio del muro de Facebook “Merendero Lucecitas”.
Todo será bien recibido e indispensable para la comida de los viernes, que Viviana comienza a preparar a las cinco de la tarde para que esté listo unas horas después, cuando la gente comienza a llegar en busca de un plato calentito de comida.