Secciones
Diario El Argentino
Secciones
Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Opinión

.

El tiempo en nuestras manos

El tiempo  en nuestras manos

   


Siempre me ha interesado el tema del paso del tiempo. ¿Cómo evitar que pase tan rápido? ¿Cómo mantener en algún lugar el recuerdo y el sentido de lo que vivimos?
Podemos acumular papeles, fotos, repetir historias que, de  igual forma,  nos enfrentan con la nostalgia de lo pasado. Existen momentos en la vida del ser humano donde inevitablemente nos preguntamos ¿qué hemos hecho con el tiempo vivido? Otras veces vivimos más pendientes de lo que nos falta o lo que podemos perder, que de lo que tenemos en ese momento. ¿Por qué si el almanaque es el mismo siempre, lo que vivimos en el almanaque interior, corre a tiempos diferentes y nos cuesta estar allí donde están sucediendo la vida?  
Antes de la pandemia era muy común escuchar la frase: Hoy es viernes, tu cuerpo lo sabe”. Atrás había quedado toda una semana de vida, pero la valoración de la nuestra quedaba reducida a una comparación entre el fin de semana y el resto. La agenda, el trabajo, la obligación y el descanso…todos parámetros con los que medimos el tiempo adaptándolo al almanaque. Según la realidad de vida, miramos eventos que nos marcan el tiempo y, lo que es más importante, le dan sentido a ese tiempo. ¿Qué miramos a medida que vivimos? Dentro de los tantos mandatos del mundo actual, está el de vivir el hoy, vivir el presente. El pasado pesa y se nos aparece como un lastre que no nos ha dejado ser; el futuro como algo incierto que nos enfrenta con el miedo a no poder llegar. Deberíamos estar menos estresados, menos ansiosos si estamos tan “instalados” en el hoy…pero lo cierto es que frente a tantos cambios, tanto exitismo, tanta exigencia vivimos más conflictuados y menos tolerantes a todo lo que nos represente un límite, un obstáculo, una posibilidad de vivir y sentir el momento. 
Con ocasión de unas vacaciones en familia en la playa, y pensando en esta cuestión, pude vislumbrar una respuesta. Es común que uno salga a caminar por la playa y pierda la dimensión del tiempo y la distancia. Es un tiempo sin tiempo, un pensar sin obligación de respuesta: repetir los pasos, mirar el horizonte, hablar, sentir el aire o el agua, sin referencia, siendo consciente del momento que se vive y de lo que se pierde cuando ese instante termina. Uno no mide la distancia que recorre en cuadras y a pesar que sabemos que caminamos muchos kilómetros, le encontramos sentido a lo que hacemos. La clave está en darnos cuenta qué miramos para encontrarle sentido a la vida y al tiempo. Este año recorrido es tiempo vivido. Han transcurrido meses, días y como tantas veces solemos decir: “ya estamos en tal mes…” El sentido de lo vivido dependerá de lo que elijamos “mirar” y eso lleva tiempo porque estamos formateados por el calendario. Pudimos aprender muchas cosas nuevas, pero si solo lo hicimos para matar el tiempo y porque no quedaba otra…; podemos sentirnos frustrados porque no cumplimos lo sueños que teníamos o darnos cuenta que muchos de ellos, no eran nuestros y no son tan necesarios como creíamos; podemos desear, como tantas veces, que este año pase o valorar lo que nos ha tocado vivir. De algo estoy seguro: que el calendario nos sigue diciendo, que el tiempo pasa. Encontrarle sentido es una tarea nuestra, que no siempre la sociedad acompaña,  y por eso es bueno no aislarse, saber escuchar, dejarse ayudar, darse cuenta que no estamos solos. Tal vez dejar de mirarnos tanto a nosotros mismos y mirar a otros ayude también a encontrar sentido a la vida para que el calendario esté repleto de buenos días vividos.  

Guillermo Régoli
 

    ComentariosDebés iniciar sesión para poder comentar