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Un adulto mayor vive solo en una vivienda precaria sin agua y sin luz
Ramón suele tomar sol en la esquina de su casa y duerme en el suelo en un colchón que le donó una alma caritativa. La ayuda puede acercarse a Rosario 278. Contacto: 3446 -347743.
Se llama Ramón González, los vecinos no saben qué edad tiene y desde hace tiempo vive en un estado de indigencia total. Sin agua potable, sin muebles y aberturas, es asistido por personas del barrio. El caso salió a la luz luego que una vecina lo visualizara en las redes sociales.
Ramón González, sufre de epilepsia, vive solo y hace poco perdió su pensión, porque un familiar le pidió el DNI y nunca más se lo devolvió. Sin ningún tipo de ingresos, se alimenta por la buena voluntad del vecindario y la gran ayuda que le brinda desde hace tiempo la joven estudiante de la carrera de Veterinaria Daniela Almeida.
Daniela lo descubrió el año pasado y pese a los pedidos de ayuda hacia los organismos estatales, nadie respondió.
La joven estudiante de nuestra ciudad intentó ayudarlo en todo lo posible, cansada de golpear puertas, decidió visualizar la problemática en las redes sociales y pronto la ayuda comenzó a llegar entre la gente que se conmovió con la historia.
Ramón vive en una tapera en la esquina de Clavarino y Belgrano, no tiene puerta y las ventanas están rotas, no cuenta con muebles. Por la noche está a oscuras porque no tiene luz, ni agua potable y los vecinos dicen que hay presencia de roedores.
Su estado de indigencia y abandono es total y es un milagro que haya podido sobrevivir tanto tiempo en esas condiciones.
EL ARGENTINO se contactó con Daniela Almeida, quien inició una campaña de ayuda en las redes sociales y ahora junto a un grupo de personas quieren ir a limpiarle las casa.
“El problema es que el pobre hombre no tiene puertas, ni ventana en la casa, y si le llevamos las cosas a su casa se la pueden llegar a robar cuando él salga.
Hemos recibido ayuda de la gente que es la que más se mueve, el Estado es lento para resolver los problemas es por eso que estamos tratando con un grupo de personas poder ir hasta su casa para hacerle una limpieza a fondo, y conseguir puertas y ventanas en una compra venta o conseguir donaciones.
Lo más importante que son las paredes y el techo las tiene. Luego en su interior no tiene nada de nada, ni una silla, ni una mesa, los vecinos le han querido dar dinero pero él no lo acepta”, explicó Daniela.
“Yo lo vengo ayudando desde el año pasado, y desde que comenzó la cuarentena comenzó a pasar seguido por mi casa, le quise dar toda la ayuda posible pero son tantas sus necesidades que mi ayuda se quedó corta.
No tiene DNI, no tiene mucha expresión así que como pudo, en su idioma me contó que tiene una jubilación, pero su DNI se lo quedó su hermana, pero su inocencia no se da cuenta que no le están dando la jubilación.
Yo había pasado por el lugar donde vive y nunca imaginé que en esa propiedad vivía una persona, siempre creí que era una casa abandonada, entonces cuando me entere, comencé a ayudarlo, le conseguí un colchón, abrigo una frazada, porque dormía sobre cartones en el piso, ahora iniciamos una campaña para ayudarlo” concretó.