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Parte 1: Educación Física, la cultura activa en la vida de los adultos mayores

Parte 1: Educación Física, la cultura activa en  la vida de los  adultos mayores

A medida que la persona envejece, muchas de las funciones biológicas van perdiendo eficiencia y vigor. Lo preocupante es que con la aparición de la pandemia, los adultos mayores se mueven menos,  y ya de por si en esta


Por Pablo Danna y Néstor Rivero (*) (Colaboración)

 

franja etaria tiende al sedentarismo,  disminuyendo así la capacidad para hacer trabajo físico, acompañado de pérdida en la flexibilidad y del equilibrio. Provocando un aumento en la probabilidad de padecer enfermedades crónicas, sarcopenia, dinapenia, perdida de independencia, calidad de vida disminuida, etc.

Teniendo en cuenta que la población de estas características sigue creciendo, que debe moverse y que habrá una gran necesidad pos pandemia de ofrecer espacios para que promocionar la vida activa, es necesario conocer cuáles son los componentes a entrenar y posibles barrearas a encontrar, para poder diseñar  planes o programas de actividad física adecuados. Logrando así tener una mejor calidad de vida.

 

“No es agregar años a la vida,

si no, agregar vida a los años”

 

Al hablar de adultos mayores, tercera edad, “abuelitos”, etc., siempre lo relacionamos con el envejecimiento.

Por eso comienzo con una definición sencilla para unificar el concepto, que puede resultar incompleta pero nos servirá como punto de partida para avanzar.

Diremos entonces que el envejecimiento, es:

 “La suma total de los cambios dependientes del transcurso del tiempo, que ocurren durante la vida de un individuo, después de que se haya alcanzado la madurez de talla, forma, y función; que son diferentes de los cambios circadianos, estacionales u otros ritmos biológicos, y que además, son comunes a todos los miembros de la misma clase o especie”. (Finch, 1977)

Algunas consecuencias del envejecimiento:

1)- Muchas de las funciones biológicas pierden eficiencia y vigor de forma progresiva, especialmente en lo que se refiere a las capacidades funcionales máximas.

2) -La mayoría de los órganos sufre atrofia o degeneración (corazón, músculos, riñones, etc).

3)- Aumenta la sensibilidad a los traumatismos, infecciones, formas de estrés, y aparecen signos de deficiencia del sistema inmune.

Desde un punto de vista físico, que es el que más le compete al profesional de la educación física,  se observan  cambios que resultan en una disminución de la capacidad para hacer trabajo físico. Acompañado de una pérdida de la flexibilidad, equilibrio, retraso en los tiempos de reacción, entre otros.

Empeorando si se poseen malos hábitos como la mala alimentación, inactividad física, fumar, etc. Agravan las posibilidades de deterioro de la capacidad funcional.

 

Aumento del número

 de adultos mayores

 

El aumento del número de adultos mayores  causa un problema socioeconómico al que deben enfrentarse las sociedades avanzadas. Esto trae aparejado también el aumento en el número de personas que sufren diversas alteraciones, que no sufrían antes simplemente porque no se llegaba a la edad en las que estas alteraciones son más propicias a aparecer.

Está bien que aumenten los años de vida de la población, pero lo que más importa es hacerlo de la mejor manera. Como dice el dicho popular “no se trata de añadir años a la vida sino de añadir vida a los años”. Conseguir una vida independiente y autónoma tan larga como sea posible, sin discapacidades y con buena salud.

Como hemos señalado anteriormente,  una de las características del envejecimiento es la disminución de la capacidad funcional y es uno de los lugares donde el profesor de Educación Física puede tener un valor significativo.

Para dimensionar la capacidad funcional en el adulto mayor, pensemos esta como la requerida para subir unos escalones, salir a hacer compras, levantarse de una silla, desplazarse caminando o realizar muchas otras actividades utilitarias de la vida diaria.

Miremos el modelo de Muir Gray (1987)  correspondiente a la figura 1, que ilustra como la inactividad influye negativamente en la población adulta mayor.

En la imagen se ve la capacidad funcional con relación a la edad y como esta va aumentando hasta alcanzar un valor máximo en donde hay un cambio hacia  una disminución de dicha capacidad.

Al final de la vida la condición física podría determinar que una persona lleve una vida plena e independiente, o estar incapacitada, sin independencia y autonomía.

 

El círculo vicioso envejecimiento

e inactividad física

 

Esa caída en la capacidad funcional,  por lo general,  lleva a disminución de la actividad física. Y pensemos que muchas veces está acompañado a otros factores como enfermedades, miedos a la caída, pocas propuestas para ejercitarse, potenciando el sedentarismo aún más.

El grafico también puede ser usado para representar la fuerza. La fuerza y la masa muscular se van perdiendo con el paso del tiempo y se hace muy importante cuidarlas por todo los beneficios asociados. Por ejemplo evitar caídas, permitir hacer actividades de la vida diaria,  ser más  independiente.

Tengamos en cuenta que  en estas edades la dinapenia y sarcopenia,  son muy acentuadas  y mucho más si no se realizan un trabajo de fuerza adecuado y constante. Se calcula que la disminución es de 1% anual.

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Fuentes:  Muir Gray, J.A. (1987). Exercise and ageing. En D. Macleos et al. (Eds.). Exercise: Benefits, limits and adaptations. London: E.& F.N. Spon. Fuente: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/gericuba/ejercicio_fisico_y_deporte_en_los_adultos_mayores.pdf

(*) Los autores de este artículo son docentes de educación física e integrantes del Colegio de Profesores de Educación Física de Entre Ríos.

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