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Diario El Argentinoviernes 19 de abril de 2024
Opinión

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Guernica, ayer una masacre, luego una ilusión. Hoy una vergüenza

Guernica, ayer una masacre, luego una ilusión. Hoy una vergüenza

El Gobierno del Estado presente, no es más que un reflejo de décadas de falta de sensibilidad social hacia los más pobres.


El mismo nombre para el horror de la guerra del ayer y hoy para vergüenza nacional y atentado al derecho de propiedad.

 

Jorge Pedro Jurado (*)

(Colaboración)

 

Allá por 1937 nació un pueblo en la Provincia de Buenos Aires y su fundadora doña Matilde Díaz Vélez eligió el nombre de Guernica con el deseo de perpetuar en este país, el recuerdo de un ícono tan significativo para los antepasados.

El nombre de Guernica se debe al bombardeo aéreo de la ciudad del mismo nombre en el País Vasco realizado sobre civiles durante de la Guerra Civil española. El bombardeo fue concretado por la aviación alemana e italiana. Se estima que hubieron más de trescientos muertos.

Quien sino Pablo Picasso pudo retratar con el nombre de Guernica el famoso cuadro. Su título alude a esa masacre y fue expuesto por primera vez en la Exposición Internacional de París con el fin de atraer la atención hacia la causa republicana durante la  Guerra Civil.

Mientras el dictador Franco gobernó España, el maestro Picasso decidió dejar que el cuadro fuese expuesto en Nueva York (Museo de Arte Moderno) aunque expresó su voluntad de que fuera devuelto a España cuando volviese la democracia.

La obra llegó finalmente al Reino de España allá por 1981 y desde 1992 se expone en Madrid donde se puede admirar no solo por su significado histórico sino por su enorme tamaño (3,50 x 7,77m).

Su interpretación en profundidad es objeto de controversia ya que varias figuras son simbólicas y suscitan opiniones dispares, pero su valor artístico está fuera de discusión. Es considerado una de las obras más importantes del arte del siglo XX y se ha convertido en un auténtico símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los humanos.

Ya vimos la ilusión de la fundadora del pueblo de Guernica en la Provincia de Buenos Aires. Luego el genio de Pablo reflejando la crueldad de la guerra y lamentablemente el nombre de Guernica ha vuelto en nuestra Patria a reflejar el horror que produce el desamparo de la pobreza, la desesperación por una vivienda, la miseria de seres que lucran con las necesidades de los que menos tienen y la ineptitud y corrupción de la política. De ahí nace nuestra

comparación.

 

La Guernica bonaerense

 

Con casi 3.000 familias instaladas en unas cien hectáreas de terreno en el distrito bonaerense del partido de Presidente Perón en la Provincia de Buenos Aires, la ocupación de tierras en Guernica aparece como la expresión más masiva y dramática de un proceso de luchas por la vivienda y la tierra que recorre a todo el país. Hay otras ocupaciones en muchas provincias argentinas y ese flagelo sigue en aumento.

El partido de Presidente Perón y especialmente Guernica es un distrito liderado por el peronismo donde se combinan fuertes necesidades sociales y laborales no resueltas. Con grandes extensiones de tierras fiscales ociosas y muchas propiedades privadas, algunas familias cansadas de su situación y otras enviadas por vivillos punteros políticos e intendentes, decidieron emprender la lucha para acceder a un pequeño lote de tierra, en las fronteras de la civilización, para poder edificar allí sus viviendas, si se pueden llamar así.

En cambio, otros hacen turbios negocios vendiendo lotes con boletos apócrifos a gente que jamás podrá acceder a su título de propiedad.

Algunos vecinos comentan que han llegado a esta decisión obligados por distintas situaciones habitacionales de emergencia lo que es cierto. Otros empujados por el encarecimiento de los alquileres o siendo desalojados de sus viviendas ante la imposibilidad de pago. Otras como resultado de situaciones de violencia de género que las obliga a huir de sus propios hogares para resguardar su vida y la integridad física de sus hijos.

Muchos han decidido ocupar tierras como resultado del colapso de sus viviendas, donde distintas generaciones conviven en situaciones de hacinamiento hace añares. Pero no debemos ignorar que detrás también está la politiquería que busca dar tierras ajenas a familias del tercer cordón del Gran Buenos Aires con el objetivo de ganar votos en próximas elecciones. Eso se repite en toda nuestra pobre Nación.

En tanto, este gobierno que se llena la boca hablando de un Estado presente, no es más que un reflejo de décadas de falta de sensibilidad social hacia los más pobres ya que gobernaron la mayor provincia de la Argentina durante los últimos veinte años a excepción de los cuatro años de la oposición.

No tienen gas ni luz, sin agua potable, deben hacer sus necesidades fisiológicas en pozos cavados cerca de sus casillas. El tema se ha judicializado y se ha postergado el anunciado desalojo a cambio de tirantes y chapas y algunos miserables pesos para que se vayan a ocupar otras tierras.

Sin desconocer esas necesidades no se respeta el derecho a la propiedad privada allí y en muchos lugares de la República. Hay casos en que funcionarios políticos y policiales se apropian de terrenos sin que la justicia haga nada y el propietario antes de iniciar un juicio que jamás terminará se ve obligado a otorgarle la escritura. Conozco casos que me tocan de cerca. Una vergüenza.

La palabra Guernica, como se afirmó al principio siempre será recordado como una masacre, como una bella e impactante obra de arte y hoy día como una verdadera vergüenza nacional.

 

(*) El autor de este artículo es abogado, poeta, ha escrito cinco libros, columnista de radio y actualmente director del periódico digital El Censor Online

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