El capitán Gonzalo Cuello estará un año en el Sahara Occidental en misión de paz de la ONU

El capitán del Ejército Argentino Gonzalo Cuello (35 años) es de nuestra ciudad y partió ayer desde el Aeropuerto de Ezeiza, con destino al Sahara Occidental como observador militar de la ONU, en las tareas de mantenimiento de la paz. 

 

POR DIEGO ELGART

EL ARGENTINO

 

Gonzalo Cuello nació en nuestra ciudad, terminó la secundaria en el Instituto Villa Malvina en 2003, para ingresar a la carrera de oficial en el Colegio Militar de la Nación.

Es hijo de militar, el suboficial del arma de Caballería Oscar Víctor Cuello, quien también participó de misiones de paz en Croacia y fue agregado militar en Francia como parte del contingente que custodia el Museo de Boulogne-Sur-Mer, la casa donde el General San Martín vivió sus últimos años. Hoy sigue cumpliendo funciones en el Estado Mayor General del Ejército Argentino.

Para el joven capitán, padre de dos pequeños hijos, su primera misión como soldado de la ONU fue en Chipre en 2018, durante seis meses junto a otras fuerzas internacionales para que se respetara el cese al fuego del conflicto étnico que durante años mantuvieron enfrentados a griegos y turcos.

“Recibí un entrenamiento de las Naciones Unidas para el despliegue como observador militar. Para poder participar en una misión para la ONU se tiene que realizar diferentes cursos para poder desempeñarse en una misión. Yo tuve la oportunidad de participar en Chipre en UNFICYP (Fuerzas de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre) y ahora voy a participar como observador militar en MINURSO (La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental).

 

Qué es el MINUSRO

Según la ficha informativa de la ONU, esta misión se estableció por el Consejo de Seguridad bajo la resolución 690 el 29 de abril de 1991. La propuesta de arreglo fue aceptada el 30 de agosto de 1988 por Marruecos y el Frente Popular para la Liberación de Seguía el- Harmra y de Río de Oro (Frente Polisario) de los Saharaui (los habitantes autóctonos del Sahara Occidental).

El plan de arreglo, tal como fue aprobado por el Consejo de Seguridad, establecía un período de transición para preparar la celebración de un referéndum en el que el pueblo del Sáhara Occidental eligiera entre la independencia y la integración con Marruecos. El Representante Especial del Secretario General tendría la responsabilidad única y exclusiva sobre los asuntos relacionados con la celebración del referéndum y estaría asistido en sus funciones por un grupo constituido por civiles, militares y personal de la policía civil, que se conoce como la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental.

El 29 de abril de 2016, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 2285, que apelaba a que las partes del conflicto siguieran dando muestras de su sentido político con el fin de comenzar una fase de negociaciones más intensa e importante.

 

Una frontera caliente

Al consultarle si la frontera entre Marruecos y el Sahara Occidental hay escaramuzas entre los bandos de forma periódica, el capitán Cuello dijo que: “Hay un cese al fuego y la misión de MINURSO es controlar que ambas partes acaten lo que está establecido en el referéndum, cada tanto hay manifestaciones pero dentro de un contexto de paz. La parte desplazada del frente Polisario fue llevada a campos de refugiados en la localidad de Tinduf en Argelia, donde hay unas 30 mil personas.

Como observador militar tengo como misión recorrer las unidades militares de esa región para que no incrementen su poder bélico y que cumplan las reglamentaciones, que no violen ningún tratado internacional y que se efectivicen los intercambios de prisioneros de guerra, son muchas las funciones que se cumplen a lo largo del Sahara Occidental, todo dependerá del lugar donde tenga que cumplir mis funciones”.

Gonzalo va a acompañado con otro capitán del Ejército Argentino y deberá convivir con soldados de Rusia, Pakistán, Bangladés, Egipto, Ghana, China, Honduras, Malasia y Kazakastán, cuyo idioma para comunicarse es el inglés.

“La misión es durante un año y es para el mantenimiento de la paz, nuestra preparación es para mediar en los conflictos para tratar de desescalar cualquier tipo de violencia de cualquier índole para que se cumpla el mantenimiento de la paz que es lo primordial. Uno tiene que ser muy perceptivo a la cultura del lugar para no incurrir en un error que pueda ofender a las personas.  Uno tiene que ser consciente que va a estar desplegado en un campamento base en la mitad del desierto”.

 

Un viaje de 48 horas

Gonzalo partió el sábado a las 19 desde Ezeiza con destino al aeropuerto de Madrid, luego tendrá que tomar otro vuelo hacia Marruecos y de allí por vehículo hasta El Aaiún (la ciudad más importante del Sahara Occidental). Una vez que llegamos comienza el periodo de adaptación y una vez que la misión compruebe que estoy apto para el despliegue me mandarán a algún punto de la frontera del Sahara Occidental. Las temperaturas normales durante el día en ésta época del año son de 30 grados y bajan por la noche”, sostuvo. Al consultarle qué es lo que le impulsa a estar tanto tiempo lejos de su familia para embarcarse en una misión de paz, Gonzalo dijo que: “Es algo que lo vengo viendo desde chico, mi padre es militar y estuvo desplegado en Croacia entre 1992 y 1993 bajo una situación totalmente diferente a la que me va a tocar a mí. Ellos fueron a un conflicto bélico en pleno desarrollo. Yo lo sufrí como hijo de militar al extrañar a mi padre, la única manera que teníamos de comunicarnos era por carta y es algo que me marcó. Luego se fue como agregado militar en Francia por dos años, Luego en mi carrera profesional tuve la posibilidad de irme a Chipre, trabajar con otros ejércitos de varias nacionalidades.

Es todo un desafío personal, porque uno tiene que rendir varios exámenes para poder calificar a una misión asignada. Cada vez que uno se quiere proponer a una misión de las Naciones Unidas debe cumplir con los requisitos de la postulación y rendir los exámenes correspondientes para demostrar que uno es apto en habilidades cognitivas y lingüísticas.

No se pueden dejar las responsabilidades al azar al no poder entender el idioma que se utilice en la misión tanto de forma oral como escrita, de esto depende mi seguridad y la propia”.

Gonzalo pasará esta Navidad lejos de sus hijos y su esposa, y retornará al país en noviembre del 2021 tras cumplir su misión de paz.