Noelia Romero: “Decidí estudiar abogacía, porque vi llorar a mi madre por las injusticias que causa la burocracia”

Realizó varios intentos para poder llegar a un acuerdo con las autoridades académicas de la UCU, pero asegura que nunca atendieron sus reclamos.

Cuando alcance su objetivo de recibirse como abogada, quiere especializarse para ayudar a personas con capacidades diferentes en la que sus derechos fueron vulnerados.

Ya es asesora legal en discapacidad, promotora de derechos humanos, es mediadora en conflictos, realizó un curso de amparo y salud, pero pese a haber aprobado 39 materias de las 40 que tiene la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UCU, no puede obtener su título al no poder superar su último obstáculo que es aprobar la materia Práctica Forense 3 en la cual consiste en un múltiple choice y plantear varias demandas por escrito, cosa que no puede hacer por sus limitaciones físicas.

Desde el 2018, rindió esa materia 13 veces, la última vez fue el 5 de noviembre pasado y pese a que le dijeron por escrito que iban a oralizar el examen, cuando se sentó a rendir la realidad fue diferente y otra vez fue desaprobada.

Noelia siente que le están vulnerando su derecho a ser incluida en la sociedad y poder ganarse la vida a través de su futura profesión de abogada.    

    

Una vida de superación constante

 

La joven estudiante es una historia de superación individual, en que cada logro en su vida lo realizó con un denodado esfuerzo y el constante apoyo de su familia.

Nació en 1989 en Gualeguay de forma prematura (7 meses y medio) lo que con el tiempo le provocó una afectación cerebral que le impide el desarrollo óptimo de su parte motora, por la falta de oxígeno al nacer.

Sin embargo esa afectación no le impidió su desarrollo intelectual al comprobarse que Noelia no tenía problemas cognitivos. A lo largo de los años pudo integrarse en la educación formal en el nivel inicial, terminó sus estudios en la escuela primaria N° 3 Marcos Sastre de su ciudad natal y la secundaria la realizó en la Escuela Superior de Comercio siendo una de las mejores alumnas de su curso.

“No tuve necesidad de que me adaptaran los contenidos, lo que si era diferente era durante el momento de exteriorizar los conocimientos, todos mis exámenes eran orales, porque me cuesta poder escribir, lo hago en letra imprenta y me canso porque con el tiempo fui perdiendo fuerza muscular”, explicó.

  -¿Por qué decidiste estudiar abogacía?

 

-Al terminar la secundaria me decidí estudiar abogacía, porque muchas veces vi a mi mamá (Silvia Pared) llorar de impotencia por las injusticias que tuvo que sufrir por la propia burocracia que termina vulnerando los derechos de las personas. Notaba que mi mamá estaba muy sola ante el sistema que tuvo que enfrentar.

No quiero que nadie más tenga que vivir lo que yo y mi familia tuvo que pasar. Sentimos el desamparo, es por eso que decidí dedicar mi vida a estudiar derecho para poder ayudar aquellos que lo necesiten y asistir a las personas con discapacidad para que puedan defenderse ante la burocracia del sistema.

 

-Aprobaste 39 de las 40 materias que tiene la carrera ¿Cómo hiciste para poder realizar los trabajos prácticos escritos a lo largo de los años?

- Con la computadora y al tener fecha de entrega, eso me permitía poder tomarme mi tiempo para poder elaborarlo. En cambio, en el último examen que me queda, me piden que lo haga en clase y lo entregue y no puedo hacerlo en el tiempo que me dan.

A lo largo de la carrera, también se trabajaba en grupo y dividíamos las tareas y así cumplía con las fechas de entrega.

 

¿Cómo se explica entonces que hayas aprobado 39 materias y en la última, no puedan evaluarte de otra manera para obtener el título? 

-Esto es lo que no entiendo, rendí 13 veces la materia, hasta me han esperado en mi casa para poder agasajarme y he tenido que decirles que no había aprobado. Yo siempre fui respetuosa de todos y todos lo han sido conmigo, no entiendo si hay algún prejuicio en el docente y si es así no tengo por qué hacerme cargo de eso.

Para mí es muy doloroso tener que terminar así, la UCU me abrió las puertas y ahora vivo en una ironía en que estoy estudiando derecho y es la misma facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales que me vulnera los derechos contemplados y adquiridos.

En 2014, terminé de cursar todas las materias, en 2016 tuve que volver a recusar Forense 3 y en 2018 se me vencía el plazo y comencé a rendirla, mientras debía seguir con el tratamiento de kinesiología y terapia ocupacional. Esto fue lo que tuve que vivir durante toda la carrera, alternar los tiempos de las cursadas y el estudio con el del tratamiento. A veces salía a las 8 de la mañana de mi casa y regresaba a las 20.

No me quejo porque esto es parte de mi vida, sabía que cuando más tratamiento muscular hiciera más tiempo iba a poder estar sentada estudiando. No puedo abandonar el tratamiento porque sino las consecuencias pueden ser muy graves, para mi salud.         

Esta es mi realidad, aprendí a convivir con esto, a veces la puedo sobrellevar mejor y a veces no.

 

-¿ Por qué quisiste hacer público tu caso en los medios de comunicación?

 - Por la falta de interés y respuesta de la universidad a mis constantes reclamos. Recién tuve una respuesta el 4 de noviembre pasado un día antes de rendir en donde me decían que me iban a cambiar la modalidad del examen e iba a ser oral. Con mi abogada, María Marta Simón, estábamos felices.

El 5 de noviembre me presento a rendir décimo tercera vez y me encuentro con que habían oralizado el múltiple choice, y esto no era cambiar la modalidad del examen porque era  impracticable poder rendir de esa manera. Luego tengo que realizar un escrito judicial para poder plantear una demanda y eso lleva tiempo. En el examen nos piden entre tres a cuatro escritos que se debe hacer en tres horas, que para mí es imposible.

Yo no quiero salir a matar a la UCU, no se trata de ver quién tiene la razón, lo único que pido es que contemplen la situación. No lo contemplaron con chicos que estuvieron antes de mí y tampoco lo van a hacer con los que llegarán después con algún tipo de discapacidad motora o física.  Estamos pidiendo una reunión con mi abogada, pero hasta ahora no tenemos respuestas por parte de la institución.

 

  

Qué dice la UCU a través  de un comunicado oficial

 

 

Mediante un comunicado de prensa firmado por el decano de la universidad Yamil Bechir expresa que:

La Universidad de Concepción del Uruguay, viene desarrollando su actividad en forma responsable y dentro de los marcos legales, desde hace más de 30 años en la ciudad de Gualeguaychú y más de 15 años con la carrera de Abogacía de la Facultad que presido. 

La carrera de abogacía siempre se ha desenvuelto cumpliendo con su función legal de formar y capacitar profesionales, capaces de actuar con solidez profesional, responsabilidad, espíritu crítico y reflexivo, mentalidad creadora, sentido ético y sensibilidad social, atendiendo a las demandas individuales, en particular de las personas con capacidades diferentes, incluyendo casos excepcionales de privación de su libertad ambulatoria, y a los requerimientos nacionales y regionales.

En ese sentido, para el caso de la alumna Noelia Romero se han realizado diversas y sucesivas evaluaciones colegiadas, en las que han participado 6 docentes diferentes y bajo metodologías diversas, que en ningún caso requirieron un esfuerzo motriz, todos los cuales se han desempeñado bajo el principio de la objetividad, equidad y no arbitrariedad, entendido que la alumna no ha logrado el nivel mínimo de conocimiento para obtener una nota de aprobación. Todo ello, ha sido acompañado con instancias de tutorías.

Acompañamos a nuestros estudiantes durante todo su trayecto formativo, generando diversas herramientas, estrategias y adaptaciones pertinentes y seguiremos en esa línea de trabajo hasta que cada uno logre los niveles de conocimiento que lo habiliten al título profesional. Somos respetuosos de los derechos y garantías de los estudiantes, defendemos la calidad académica de nuestras carreras y la libertad de cátedra.

Hemos atendido cada uno de los planteos de la estudiante durante toda su carrera, repensando y rediseñando nuestras prácticas. Hemos implementado adaptaciones sugeridas por la alumna y adaptaciones y estrategias sugeridas por la institución. Ningún personal docente o no docente, se ha manifestado cuestionando las capacidades intelectuales de la estudiante. Nos hemos desenvuelto siempre a derecho y así lo seguiremos haciendo, informando que la universidad funciona con todas las habilitaciones correspondientes de las distintas instancias administrativas.