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Diario El Argentinojueves 18 de abril de 2024
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A Donald ya lo vacunaron

A Donald ya lo vacunaron

Si bien el presidente Donald Trump sigue judicializando algunos votos, es un hecho que ya lo vacunaron.  


Jorge Pedro Jurado (*)

(Colaboración)

 

Donald John Trump durante el día final de la elección, en uno de esos momentos de desesperación viendo por TV como subían los electores de Biden y nervioso después de los nueve hoyos donde no le salió una buena tarjeta como las que él acostumbra a ganar cuando el séquito que lo acompaña tiran adrede algunas pelotas al agua u otras fuera del green, de modo que él salga airoso.

Claro, él es el Presidente con su carácter fuerte, un exitoso empresario, una personalidad de la televisión y muchas otras cualidades. Sentados en el bar del hoyo 19 con un Martini, su secretario privado se le acercó al oído y le preguntó: ¿Would you apply the Covid Russian vaccine? (en español su traducción es: ¿Te darías la vacuna rusa del Covid?" La respuesta de Trump fue inmediata: “You´re a pelot…….” (en castizo rioplatense sería “Sos un pelot……..”).

A los que estaban cerca les resultó familiar la respuesta. Es la frase que usa CFK con Parrilli. Son iguales y algo podría suceder el día de la transmisión del mando. Ambos pueden sufrir la misma reacción al sentir que pierden el poder.

Ella no quiso entregar el bastón ni ponerle la banda a Mauricio. Allá podría suceder lo mismo. Si bien no se usa el bastón ni la banda como símbolos, la transición comenzará con la proclamación presidencial en el mes de noviembre y culmina con una ceremonia en enero de 2021. Es ese día los dos presidentes y sus esposas (recordemos que Biden enviudó y su segunda mujer Jill Jacobs lo acompañará) hacen el traspaso pero no estamos seguros que Trump se humille cediendo el mando máxime que sigue insistiendo que le robaron la elección. Acaso se le ocurra encadenarse en el Salón Oval y habrá que ir con la fuerza pública a sacarlo. No nos imaginamos que llegará a tal extremo.

Grietas de esas las

conocemos bien por estas tierras.

Trump como CFK son iguales porque en el caso del primero, las reuniones oficiales del gobierno fueron celebradas en salones de los hoteles de la cadena Trump, organizados por Eventos Trump y el catering también lo vendió su empresa al gobierno y nada ni nadie lo observó ni lo acusó de nada. En el caso de la segunda, haber alojado a personal de Aerolíneas Argentinas en los hoteles de El Calafate para lavar unos manguitos es lo mismo.

Si bien es un poroto con los miles de millones de dólares que Trump le cobró al gobierno ambos son hechos ilícitos de suma gravedad. Tengamos en cuenta que allá los jueces se eligen por votación popular incluso la Corte Suprema y hay tres jueces bien trumpistas por no decir trampistas. Más o menos lo mismo que acá.

Esperemos que ese día a Trump no le agarre nuevamente un ataque de Covid tan falso como el anterior por lo que debería ser su vice quien cumpla las funciones de transferir el mando.

 

La vacuna rusa

El gobierno salió a argumentar que parte de las fases investigativas de la vacuna rusa, ya estaban cumplidas con otros virus anteriores, lo que no le cree nadie, pero la cosa es que a fin de año dicen que llegarán millones de dosis.

Hay un 95% de la población que se estima que necesitaría ser vacunada en forma obligatoria. Luego lo desmintieron y que sería optativa. Esa decisión activó la desconfianza acerca de los efectos adversos de algo que ni siquiera tiene un año de investigación y según dicen lo probaron en países como Venezuela, Irán y algunos de Africa. Conejillos si los hay.

Nuestro científico ministro de Salud, Ginés González García, afirmó respecto de la aplicación de la vacuna que: "La selección será científica y a la vez geopolítica", lo que quien esto redacta no entiende, salvo que ustedes queridos lectores nos lo expliquen.

“No preguntamos a nadie qué ideología tiene la vacuna", tuvo que aclarar el presidente Alberto Fernández. Cosa que tampoco entendemos aunque probablemente algún sector de la población o sea “el pueblo“ como lo definió el jefe de Gabinete, afirmaban en el banderazo del 8-N que jamás se pondrían la vacuna de Oxford porque fueron ¡¡¡ Los ingleses quien nos invadieron las Islas Malvinas¡¡¡. Qué cabezas de termo, somos un país que así no marchará jamás.

La mayoría de los medicamentos que tomamos provienen de distintos países y mientras su consumo esté aprobado por nuestras autoridades, poco importa el país de fabricación.

Extraña si ese viaje secreto a Moscú, donde anunciaron haber adquirido 25 millones de dosis y luego se desdijeron diciendo que no habían formalizado acuerdos de compra porque aún faltaba que el Congreso aprobara el marco jurídico para hacerlo.   

Si preocupa que se blindó por ley a los laboratorios productores y se anunció que habría un plan de inmunización "masiva y obligatoria" aunque a posteriori, como siempre sucede en este gobierno, Carla Vizzotti dijo que:0 "Ninguna vacuna contra el coronavirus será obligatoria", tratando de enmendar a González García. Nadie entiende nada.

Pero hay una ley la 27.491 de Control de Enfermedades Prevenibles por Vacunación que establece que "las vacunas del Calendario Nacional, las recomendadas por la autoridad sanitaria para grupos en riesgo y las indicadas en una situación de emergencia epidemiológica, son obligatorias para todos los habitantes del país conforme a los lineamientos que establezca la autoridad de aplicación", ignoramos entonces que se decidirá: se cumplirá o no con esa ley. Hay organizaciones que encuestan a la población e informan que alrededor del 96% de las personas considera que las vacunas son seguras y el 93% que son efectivas. Pero creemos que se trata de inoculaciones que poseen años y años de pruebas de laboratorios y no a éstas que en pocos meses de pruebas nos amenazaron con hacerla obligatoria. Hasta ahora Pfizer anunció que su vacuna será 90% efectiva en Fase tres. La rusa para no ser menos la superó en un 2%. Veremos las otras.

Por ahora la mejor vacuna es esperar, usar barbijo, mantener la distancia, lavarse las manos y evitar las reuniones en lugares cerrados.

Como siempre, Alberto Fernández días atrás almorzó con Evo Morales en Jujuy junto a una veintena de personas, sin barbijo, sin distanciamiento social y violando la ley 19.140 que prohíbe poner saleros en la mesa de los restaurantes.

 Fernández sigue incumpliendo la ley y no haciendo lo que él dice u ordena que hagamos.

Lo que llama la atención es que, por mayoría, aunque con fuertes advertencias y prevenciones de la oposición por las concesiones que les otorga al Poder Ejecutivo y a las farmacéuticas, el Senado sancionó la ley que le garantiza un blindaje jurídico a los laboratorios con los que el Estado pretende firmar contratos para la compra de las vacunas contra el Covid, normativa que nunca se había exigido con otras enfermedades virósicas. Muy extraño todo.  Además, ignoramos como se alocarán geográficamente las vacunas, siendo que la de Pfizer estaría para fin de año, pero necesita un guardado a –80° lo que dificulta el traslado, la rusa menos temperatura y la de Astrazéneca será para el primer trimestre. Ignoramos si al ciudadano podrá optar por una u otra y lo que si aseguramos es que los malandras de siempre lucrarán con la desesperación de la gente.

Como hemos sostenido en reiteradas oportunidades, hay un viejo adagio del alemán Rudolf Von Hiering que dice “el interés es la medida de las acciones”

(*) El autor de este artículo es abogado, escritor, poeta, ha publicado varios libros y dirige el periódico digital El Censor que se publica en Facebook.

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