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Diario El Argentinojueves 28 de marzo de 2024
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Mendonca: “Hay que seguir aprendiendo siempre que se tenga la posibilidad y no rendirse jamás”

Mendonca: “Hay que seguir aprendiendo siempre que se tenga la posibilidad y no rendirse jamás”

Con 54 años se recibió de técnica hotelera


Marisol Perla Mendonca tiene 54 años y acaba de recibirse de la carrera de técnica hotelera.

 

En diálogo con EL ARGENTINO, detalló cómo fue transitar sus estudios ya de adulta.  "Estaría bueno que la gente de mi generación sepa que nunca es tarde", aseguró. 

"Por distintas causas de la vida no hice la secundaria en la adolescencia", explicó Mendonca, que retomó los estudios secundarios recién a los 47 años. "Lo tomé al principio como un modo de juego y desafío, a los 47 comencé el secundario nocturno en la Escuela Secundaria de Jóvenes Adultos (ESJA)", detalló y recordó sus inicios: “Cuando empecé éramos 57 personas, era todo un lío y pensé que no iba a durar ni una semana”, fue cuando obtuvo la nota de un examen que cambió de parecer: “En la primera prueba de historia me saqué 8 y la profesora me dijo ‘mira nena que vos das’”.

Incluso, Mendonca egresó con medalla de honor de Paraná, 9.99 de promedio general y siendo abanderada nacional.

Un tiempo después, inició su carrera terciaria: "Comencé la tecnicatura a los 49 y terminé en tiempo y forma, todavía como que no me la creo".

 

Los orígenes

 

“A mí siempre me gustó trabajar en un estudio jurídico, aunque sea de cadeta, pero me llamaba la atención todo lo que es el tema de las leyes y el código civil, ese era mi objetivo pero cuando egresé de la ESJA N°82 y comencé la carrera en Ciencias Políticas, los contenidos eran mayores que en la tecnicatura y en ese momento se me complicó al trabajar y estudiar”, precisó.

De esa manera Mendonca, que vino desde Buenos Aires hace 18 años, abandonó la carrera al año y con solo 4 finales a rendir para completarlo.

“Una amiga me comentó que acá estaba la tecnicatura y me fije las materias que tenía”, en ese momento, decidió arriesgarse: “Cuando comencé fue todo un desafío pero tuve la ayuda tanto de profesores y compañeros, hicimos un grupo muy unido con los que nos recibimos ahora (Yamila Gómez, Etelbina Martínez, Victor Martinelli y Yamil Leuze), ya no somos compañeros, somos amigos en la vida personal y con esto de la virtualidad nos unimos un montón preparando exámenes y demás”.

A pesar de la diferencia etaria entre sus compañeros, cuyas edades oscilaban entre los 20 y 25 años, y la suya, Mendonca se sintió acompañada en todo momento.

 

 

Agradecimientos y unas palabras

 

Para poder terminar sus estudios, Mendonca contó con el acompañamiento de muchas personas de la ciudad: “Yo tenía referencias muy remota que en Cáritas ayudaban, que había profesores que estaban activos y otros que no”, allí conoció a “personas maravillosas”. “Caritas me regaló por este mérito un par de zapatillas y les agradezco todo; su trabajo es sin fines de lucro, ellos ponen los días y las horas que tienen para ayudarte, pero me abrieron las puertas de sus casas. Yo solamente tengo palabras de agradecimiento”, aseguró.

Incluso, dedicó unas palabras a aquellas personas que piensan que por tener cierta edad, no deberían comenzar a estudiar: “No hay edad, cuando presentamos las banderas en la ESJA yo me sentía grande, pero creo que toda persona que quiera estudiar debe hacerlo. Si se quiere cambiar de vida hay que crecer, y para hacerlo tenés que educarte”, expresó. “No fue fácil, pero mañana voy a firmar mi libreta con todos 8, 9 y 10, y lo digo orgullosa. Nunca es tarde, si quieren cambiar de vida que no lo lamenten, que lo hagan. Si la gente se ríe no importa, si no lo intentas no sabés si vas a lograr algo”.

Y, para finalizar, reflexionó: “Estoy feliz de haber logrado mi objetivo: el título secundario, un título universitario y después esperemos que un trabajo en un museo”.

A pesar de que para Mendonca fue un desafío estudiar y utilizar la tecnología, aprendió y aún quiere continuar: “Ahora manejo todo bien, me falta crecer y voy a seguir estudiando, si uno se queda quieto a mi edad las neuronas se cristalizan. Hay que seguir aprendiendo siempre que se tenga la posibilidad y no rendirse jamás”.

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