La verdulería Bacigalupo se reinventó durante la pandemia

Frente a un contexto atípico, la frutería y verdulería Bacigalupo implementó nuevas acciones para continuar brindando un servicio de calidad a sus clientes.

 

Luis Bacigalupo, uno de los dueños de la frutería y verdulería, dialogó con EL ARGENTINO: "Este año fue difícil", se sinceró y comentó que, a pesar de que el trabajo de su rubro nunca cesó, sí se vieron modificados muchos hábitos al momento de la compra y venta. "Se siguió trabajando igual pero a media máquina, con horario reducido".

Y detalló: "Le dedicamos más atención y tiempo a los cuidados, la limpieza y el orden".

"En un momento bajó mucho la venta", se lamentó. "Fue ahí cuando arranqué con pedidos por cadetes".

A través de las redes sociales (Facebook e Instagram) de la verdulería, y el teléfono fijo y celular, los clientes pudieron realizar sus pedidos y que les llegaran a sus hogares sin la necesidad de salir a exponerse.

"Fue un furor por redes y WhatsApp", se alegró. "Activamos Mercadopago, y transferencias bancarias". La idea tuvo tanto éxito que planean seguir implementándola: "Durante la pandemia, en un momento el negocio estaba abierto y no entraba nadie, fue solo y exclusivamente envíos. Teníamos que llamar cinco o seis cadetes a la vez".

En tanto, sobre sus productos detalló: "Nosotros traemos calidad y no precios", y es que a pesar de que continuamente hay ofertas en la verdulería, priorizan la calidad de los productos y no los bajos precios. "Siempre traemos mucha variedad y calidad, el cliente nos compra y de alguna manera estamos compartiendo su mesa con nuestra mercadería", mencionó.

Incluso, sumó: "Obvio que mucha gente se queja de los precios porque en otro lado es más barato, pero no es la misma mercadería, hay diferentes precios y calidades", y detalló: "Nosotros siempre cuidamos eso, el precio no es el mismo que en las otras verdulerías porque la mercadería es otra, la de ellos es de bajo costo", explicó.

 

 

Su historia

 

 

Los orígenes del negocio familiar comienzan con el abuelo de Bacigalupo, quien lleva su mismo nombre, Luis. "Mi abuelo arrancó a vender frutas y verduras en la calle, en la esquina de la parroquia Santa Teresita", detalló. "En calles Schachtel y Urquiza".

"Luego mi padre empezó en calle Roca y Rivadavia, en el año 89", continúo.

"En su momento él y mis tíos arrancaron a vender al por mayor en calles San Luis y Urquiza", recordó.

Pero un tiempo después la sociedad se disolvió, y cada miembro continuó con una frutería propia. "Uno de mis tíos quedó en 'Manzana Rallada", en calles Rocamora y Urquiza; El otro en "Pera Encantada", en Soberanía y Brasil; y nosotros tenemos la de Rivadavia y Santiago Díaz", verdulería que se creó en el año 1991.

De esta manera, mientras que Bacigalupo y uno de sus hermanos manejan la verdulería de Santiago Díaz, otro de ellos administra la que está ubicada en calle Urquiza 1420, 'Don Agustín'.