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El Nodo Epidemiológico, un pilar en la vuelta a las aulas de manera segura

El Nodo Epidemiológico, un pilar en  la vuelta a las aulas de manera segura

A través de un trabajo articulado con las autoridades de los establecimientos educativos de Gualeguaychú, los trabajadores del Hospital Centenario colaboran en el cumplimiento de los protocolos para evitar brotes de contagios en las aulas.


A raíz del retorno de las clases presenciales, el Nodo Epidemiológico multiplicó su trabajo para poder dar respuesta ante los casos sospechosos o confirmados que se dan en los alumnos o docentes de las escuelas de Gualeguaychú.

Por fortuna, la merma de contagios durante el último mes favoreció la situación para el retorno de las clases presenciales. “Hoy tenemos menos de 100 consultas diarias, y durante el pico de diciembre y enero eran más de 200”, comentó la integrante del Nodo Epidemiológico Natalia Gómez.

Al respecto del trabajo con las escuelas, la especialista detalló que “las instituciones tienen una estructura encabezada por la Departamental de Escuelas y un sistema de supervisores que se comunican con las autoridades y con los directivos de las establecimientos, y ante cualquier caso sospechoso se ponen en contacto con el Nodo Epidemiológico, tenemos una comunicación fluida y constante”.

Afortunadamente, hasta el momento fueron muy pocos los casos confirmados de alumnos y docentes. Si son más frecuentes los casos sospechosos, aunque “dentro de la lógica y lo regular que se esperaba tras la vuelta de las clases presenciales”.

 

Cómo funcionan

las “burbujas”

 

Natalia explicó que “en el caso de haber un caso sospechoso en una escuela, primero hay una consulta médica donde se decide realizar el hisopado. Como el resultado tarda entre 24 y 48 horas, en el momento que se hace el hisopado se activa el protocolo”.

El mismo consiste en “aislar a la burbuja  de compañeros del caso sospechoso, más a él o los docentes que han estado en contacto con ese alumno hasta 48 horas previas al inicio de los síntomas”.

En caso de ser un docente el sospechoso, se aísla a las burbujas de alumnos a los que les haya dado clases.

“Los aislamientos son como con cualquier contacto estrecho, la novedad es la metodología de la burbuja, que ya tiene determinado a quienes se deben aislar”, describió Natalia, y añadió que “cada una varía entre 10 y 15 chicos, lo que es un número muy importante para aislar”.

“Hoy los chicos que hacen seguimiento están con mucho trabajo, aislar una burbuja lleva aproximadamente una hora y media, y luego para darles el alta es otra hora y media más”, destacó la trabajadora del Hospital Centenario.

Vale aclarar que se aísla “solo a los contactos estrechos del caso sospechoso o confirmado, no a los familiares de los alumnos”. A ellos “se les recomienda que hagan actividades estrictamente esenciales, como trabajar e ir a comprar, limitando su vida social”.

Asimismo, se aísla a los contactos estrechos que haya tenido el sospechoso o confirmado por fuera de la burbuja, por ejemplo en actividades deportivas o reuniones sociales.

Natalia consideró que “este es un protocolo de inicio para ver cómo funciona, a medida que se vayan viendo resultados en un futuro se podría ir flexibilizando. Por ejemplo, con el uso correcto de los EPP (elementos de protección personal) se podría no aislar a los docentes, debido a que son los adultos responsables, pero por ahora eso es estricto y riguroso porque esto es nuevo para todos nosotros y todavía no sabemos cómo va a actuar el virus con respecto a las clases presenciales”.

 

Vacunación a docentes

 

Ante la inminente campaña de vacunación al personal docente y no docente de las escuelas, Natalia alertó que una vez inoculados “igualmente deberán mantener los cuidados, podrán trabajar más tranquilos ya que el riesgo de mortalidad baja, pero igual pueden contraer el virus de una forma muy leve”. Y remarcó que “en cuanto a las medidas de protección deben seguir con todos los cuidados, y si son contactos estrechos también deberán aislarse”.

Los especialistas del Hospital Centenario marcaron la vital importancia del compromiso de los adultos responsables de no enviar niños enfermos o con síntomas a la escuela. Ante ello, es necesario que sean evaluados por un médico de inmediato para realizarle los estudios correspondientes.

Ese simple acto evitará decenas de chicos y docentes aislados, protegiendo la burbuja y garantizando la mayor cantidad de días en las aulas.

Finalmente, se reitera el pedido de colaboración a quienes contraigan el virus o tengan síntomas de brindar toda la información acerca de contactos estrechos, para un rápido bloqueo de un posible brote de Covid-19.

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