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Diario El Argentinoviernes 29 de marzo de 2024
Policiales

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Una patota policial hostigó a testigo clave del juicio por homicidio del sargento Gómez

Una patota policial hostigó a testigo clave del  juicio por homicidio del sargento Gómez

El juicio contra el policía Gómez, se reanudará hoy.


En Gualeguaychú se inició el viernes pasado un juicio por jurado por el homicidio de Iván Pérez y por el cual está imputado el sargento de la Policía de Entre Ríos, Mauricio Javier Gómez por “homicidio agravado por tratarse su autor de un miembro de las Fuerzas de Seguridad en abuso de sus funciones”, de acuerdo a la carátula del caso.

 

 

Por Nahuel Maciel

EL ARGENTINO

 

 

El hecho de sangre se registró aproximadamente a las 10:48 del 9 de octubre de 2019, cuando en un procedimiento policial efectuado a raíz de una denuncia por sustracción de efectos del interior de un domicilio ubicado en el Barrio Molinari, Sector 5, acudió al lugar los funcionarios policiales sargento ayudante Juan Alberto Zapata y sargento Javier Mauricio Gómez, quienes se desplazaban en el móvil policial N° 647 perteneciente a la Comisaría Octava.

Ambos comenzaron una persecución de una de las personas sindicadas como posible autora del ilícito en curso.

La persecución se extendió hasta la continuación de calle Los Algarrobos y Furquez; momento en el cual los policías detuvieron la marcha del vehículo y el sargento Gómez se bajó del rodado y con un arma de fuego, tipo pistola calibre  9 milímetros (que sería la reglamentaria y asignada al funcionario  por la autoridad policial), abusando del cargo policial -de manera injustificada y antirreglamentaria-, realizó un disparo en dirección a la persona perseguida, a una distancia aproximada entre los 90 y 100 metros, dando el proyectil en la zona del cráneo de Iván Pérez, quien falleció inmediatamente en el lugar.

Un testigo que declaró el viernes en el juicio fue más que elocuente, porque describió con gestos y ademanes muy precisos cómo el sargento Mauricio Javier Gómez, desenfundó su arma reglamentaria, apuntó en dirección a Iván Pérez y disparó; y entre el disparo y la víctima nada se interpuso en esa trayectoria.

 

La patota policial

 

Agentes de la Policía de Entre Ríos en Gualeguaychú amenazaron, golpearon y detuvieron a uno de los testigos de este juicio.

El hecho se produjo en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus el sábado en horas de la mañana, en circunstancia que este testigo –que además es menor de edad- trasladaba un guardarrail para ser vendido en un comercio que se dedica a la compra y venta de chatarras.

“El testigo presencial del asesinato es un adolescente que fue ofrecido como testigo en el juicio bajo la figura de identidad reservada”, recordó ayer en un comunicado de prensa la “Mesa de Coordinación Justicia por Iván”.

“La violencia institucional se ejerce día a día contra jóvenes de determinadas zonas de nuestras ciudades, los cuales se encuentran atravesados por la segregación espacial, la estigmatización social y suelen ser objeto de hostigamiento y persecución policial”, indicaron.

El joven, junto a dos personas, se encontraba trasladando un pedazo de chapa que yacía tirado en una zanja hace varios meses. Momento en el que llegó un patrullero y luego tres más. Los hicieron poner contra la pared y les preguntan los nombres, cuando el adolescente dice su apellido, uno de los policías le pregunta si era el que había declarado en el juicio contra Gómez. Ahí es cuando lo insultan varios de los policías que actuaron con claros propósitos de patotas.

De hecho, las agresiones físicas como verbales solo estuvieron dirigidas a este testigo, que luego de ser esposa y trasladado a la Comisaría del Menor, recuperó la libertad e inmediatamente radicó la denuncia en la Fiscalía.

La denuncia la lleva adelante el fiscal Mauricio Guerrerro, quien adoptó como primera medida que la investigación la realice personal de Gendarmería Nacional, además de disponer una seguridad permanente y monitoreo periódico en el domicilio de este testigo que ahora se convirtió en víctima de la patota policial.

Otras de las decisiones que impulsó el fiscal es la de obtener las filmaciones de cámaras de seguridad de la zona (que ya estarían en su poder); además de solicitar los Libros de Guardia y de Novedades de la Policía con el objetivo de poder identificar a quienes integraban esta patota.

“Este hecho, cometido durante la sustanciación del primer juicio por jurados en nuestra ciudad cuyo imputado es un funcionario de la Fuerza de Seguridad provincial reviste una gravedad institucional inusitada”, advirtió la Mesa de Coordinación Justicia por Iván.

“A los testigos debe garantizarles su integridad física y psíquica y se debe prevenir o sancionar cualquier hecho que pretenda cercenar la libertad de la discusión o decisión del jurado”, exigieron.

El juicio por jurado se retomará hoy, donde está previsto la continuidad de los aportes de testigos. Pero, está claro que el actual sistema penal de Entre Ríos no puede garantizar la seguridad de los testigos porque tanto la cultura del gatillo fácil como de la patota policial parecen seguir intactas en varios sectores de la Fuerza de Seguridad.

Hoy se reanudarán las audiencias en este juicio por jurado, donde una patota policial ya expresó su presión para que todos miren hacia otro lado, prevalezca la idea que el disparo con una pistola nueve milímetros fue involuntario y así la impunidad prevalezca como regla de juego cuando un policía le quite la vida a un ciudadano indefenso

 La historia de la patota policial tiene sobrados capítulos en la historia del país y de la provincia. Lo ocurrido con este testigo no debe ser interpretado como que fue un caso aislado o la expresión en soledad de un único policía. Fue una patota policial, justo a horas que un testigo declaró en el juicio comprometiendo el accionar del imputado que es policía. No hay espacio para lecturas inocentes. La patota policial sigue vigente y en sus patrulleros viaja la impunidad.

 

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